“El movimiento social que estamos viviendo no es un reclamo antojadizo de parte de las mujeres, sino la respuesta frente a la violencia de género que está presente tanto en el ámbito público y privado, por lo tanto entendemos que es un tema que trasciende a la Universidad de Chile”, manifestaba en la reunión la Directora de Igualdad de Género, Carmen Andrade, junto con señalar que “si bien como institución hemos sido pioneras en implementar protocolos para denunciar y políticas en materia de prevención del acoso sexual y la discriminación, entendemos que son herramientas y procedimientos que se deben ir evaluando”, expresó, en circunstancias que varias de las unidades académicas se encuentran en paro u ocupación estudiantil.
En dicho contexto, el Rector Ennio Vivaldi comentó que la Mesa de Prevención del Acoso, constituida por autoridades y estudiantes desde el año 2016, ha funcionado como una instancia para formular y seguir las políticas que se han impulsado. En ese sentido, por acuerdo del Consejo Universitario, se encomendó a este espacio proponer nuevas medidas “urgentes e indispensables” en este ámbito, ampliando la participación a académicas de la Facultad de Derecho, que adscriben a las demandas por erradicar la violencia de género, y a representantes de los estamentos.
“Si antes nos movilizó Pinochet y la dictadura, hoy como comunidad nos corresponde apuntar a una sociedad que no discrimine”, sentenció el Rector Vivaldi.
Un diagnóstico compartido
Convencidos de que la paralización de actividades académicas y la ocupación de espacios universitarios no pueden transformarse en un fin en sí mismos, y que por tanto se debe buscar la forma de garantizar un adecuado funcionamiento de las Facultades e Institutos, junto con impulsar y mejorar los mecanismos que la Institución ha definido para enfrentar las situación de acoso y discriminación de género, las y los Consejeros coincidieron que como comunidad universitaria se debe asumir una disposición de diálogo con las estudiantes movilizadas.
También presente en la sala, la estudiante Francisca Ochoa, integrante de la Mesa FECh, se refirió a la oportunidad histórica de la Universidad “en poder continuar el trabajo que comenzó con la instalación del protocolo, considerando la urgencia y relevancia del tema a nivel local y nacional”, sostuvo.
“Debemos aprovechar el liderazgo de la Universidad para lograr la consolidación de lo que nuestras estudiantes están pidiendo, porque son del sentir de la comunidad. Debemos avanzar hacia una educación no sexista, pero garantizando el derecho a la misma y el adecuado funcionamiento de las unidades académicas”, exponía el decano de la Facultad de Derecho, Davor Harasic, en la segunda jornada de discusión del Consejo Universitario.
En la misma línea, la decana de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, Carmen Luz de la Maza, se refirió a los espacios de conversación que se han establecido en su facultad, con apoyo de la Dirección de Igualdad con el fin de socializar las herramientas que hoy permiten dar respuesta institucional ante este tipo de situaciones. “Estamos frente a un problema social que debemos enfrentar con este tipo de diálogos”, sostuvo.
La Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, aprovechó de valorar los espacios de construcción colectiva como la Mesa de Prevención, junto con manifestar que “me siento feliz de pertenecer a una comunidad que asume este momento como una oportunidad para un cambio cultural de tanta importancia”.
“Debemos enfrentar este contexto universitario con la mayor racionalidad, de tal forma de establecer espacios importantes para que tengamos participación masiva en el análisis de este movimiento, con disposición a ser capacitados para visualizar las problemáticas de la forma más adecuada”, manifestó por su parte el decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Roberto Neira.
Finalmente, la Vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés, se refirió a la importancia de “privilegiar una actitud solidaria con este sentir, pero atenta también a las necesidades de cada una de las unidades, para que en el medida de lo posible los servicios que la Universidad ofrece al país se mantengan”, concluyó.