Actualmente, se estima que existen 700 millones de caninos y 600 millones de felinos domésticos en el mundo. Esta gran cantidad de mascotas se ha traducido en varias consecuencias y efectos. Por un lado, podemos afirmar que son múltiples los beneficios que las personas obtenemos de este vínculo entre humanos y mascotas, ya sea a nivel físico, psicológico o social. Sin embargo, también se pueden generar efectos negativos de ésta interacción, no sólo directos para las personas, sino que también para el entorno y para los animales.
Debido a esto, es que muchos países ya han formalizado la Tenencia Responsable y el Control de Poblaciones de Mascotas como una política pública, mediante leyes e instituciones, con el objetivo de regular en parte este vínculo entre personas y animales.
Contexto mundial y nacional
A nivel mundial, un 60% de las enfermedades infecciosas humanas conocidas son de origen animal, ya sea de animales domésticos o salvajes. Se estima que las pérdidas productivas debido a enfermedades en animales para el consumo humano superan el 20%, de lo que se deduce que incluso las enfermedades animales no transmisibles al hombre podrían generar serios problemas de salud pública y comprometer la alimentación de la población por la falta de alimentos de origen animal.
Actualmente a nivel nacional un 39% de las personas cree que la acción más importante a realizar en los espacios públicos de su comuna es el control de los animales presentes en las calles.
En Chile, el 90% de los perros en las calles y en espacios públicos tiene dueño o algún tipo de supervisión humana, lo que revela que el ser humano y su conducta hacia los animales es de vital importancia para lograr controlar la población de mascotas; por lo que una de las formas de incidir en la dinámica poblacional de animales de compañía, es cambiar el comportamiento humano, donde la ley y la educación, se transforman en dos potentes y claves herramientas para lograr verdaderos avances. En estudios comparativos realizados en 43 países del mundo, se señala que la educación influye directa o indirectamente en el éxito de un programa de control poblacional de mascotas.
Ley 21.020 Sobre Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía
Considerando lo expuesto y teniendo en cuenta que en nuestro país 2 de cada 3 hogares posee al menos un perro, con una creciente población de gatos como mascotas, era imperioso contar con una norma que permita regular la tenencia responsable de estos. Hace pocos meses (agosto del 2017), se promulgó la Ley 21.020 de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía, que contempla 38 artículos, donde se establecen las condiciones, deberes y derechos por parte de las personas respecto a las mascotas, así como las responsabilidades que debemos tener los chilenos y chilenas con nuestros animales de compañía. Sus objetivos abarcan el establecimiento de las obligaciones de los dueños de mascotas; la protección la salud y el bienestar animal; la protección de la salud pública; y, la regulación de las responsabilidades de los daños provocados por acción de los animales de compañía.
En el segundo artículo de esta ley aparece la definición de tenencia responsable de mascotas o animales de compañía, que indica “el conjunto de obligaciones que contrae una persona cuando decide aceptar y mantener una mascota”, y que básicamente consisten registrarlo ante la autoridad competente cuando corresponda, proporcionarle alimento, albergue y buen trato, brindarle los cuidados veterinarios indispensables para su bienestar y no someterlo a sufrimiento a lo largo de su vida.
La tenencia responsable comprende también el respeto a las normas de salud y seguridad pública que sean aplicables, así como a las reglas sobre responsabilidad a que están sujetas las personas que incurran en infracciones, incluyendo la obligación de adoptar medidas necesarias para evitar que el animal de compañía cause daños a otras personas o propiedades, así como la recolección y eliminación de heces que producen.
En el caso de los perros y gatos, la identificación deberá hacerse a través de un sistema único, utilizando un dispositivo permanente e indeleble de modo que permita relacionarlos con el responsable de tales mascotas o animales de compañía. Será obligación del dueño o responsable del animal, mantenerlo en su domicilio, residencia o en el lugar que destine para su cuidado.
La fiscalización del cumplimiento de las disposiciones de esta ley y sus reglamentos corresponderá a las municipalidades, en las materias de su competencia, y a la autoridad sanitaria, que las ejercerá de conformidad a lo establecido en el código sanitario. Lo anterior sin perjuicio de las facultades y atribuciones del Ministerio Público y de Carabineros de Chile.
Se debe tener en consideración que la Ley 21.020 de Tenencia Responsable de Mascotas aún está a la espera de los dos reglamentos que la acompañarán: uno del Ministerio de Salud y otro del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, que permitirán que esa sea aplicada cabalidad.
Consideraciones en Chile para la aplicación de la ley 21.020
En nuestro país solo el 50% de los municipios posee una ordenanza que regule la tenencia de animales de compañía y en aquellas que cuentan con este tipo de normativa existe disparidad en sus definiciones, objetivos y medidas que dictan, careciendo muchas veces de aplicabilidad, e incluso incluyendo medidas ilegales, tal es el caso del sacrificio como medida de control poblacional.
Gracias a la nueva Ley 21.020 esto debiese modificarse, dado que la norma obliga a los municipios a dictar una ordenanza acorde, en el caso que se carezca de ella, o bien a actualizar la ya existente a la nueva normativa. En cualquier caso, se prohíbe el sacrificio como medida de control poblacional, estableciendo nuevos estándares éticos en el control de la población de animales.
Un punto crucial que se debe considerar para una real aplicación de la ley es la limitada capacidad técnica instalada a nivel municipal, considerando que solo un 58% de los municipios posee un médico veterinario de planta. Esto limita severamente la capacidad de planificar y ejecutar políticas públicas a mediano y largo plazo en tenencia responsable a nivel local y nacional, debido a que no existe ninguna profesión que este mejor calificada, a través de la historia y por su formación, que la medicina veterinaria, para promover el acercamiento interdisciplinario y liderar la implementación de las políticas públicas en Tenencia Responsable de Animales.
Esta carencia de profesionales del área en las municipalidades se ve potenciada por el hecho de que el médico veterinario en Chile no es considerado un Profesional de la Salud, ello debido a una forma de concebir la salud animal, la salud humana y la salud del medio ambiente como temas separados. La consideración jurídica del médico veterinario como profesional de la salud en Chile, es un cambio de visión y estructura para las instituciones del país, necesario para fortalecer nuestros servicios veterinarios municipales y de salud, en la planificación, gestión y ejecución de políticas públicas que involucren el vínculo humano-animal.
Finalmente, está la actitud de las personas y la normalización del abandono (conducta irresponsable que actualmente se sanciona como delito) como elementos críticos en el control poblacional de animales de compañía. Dos factores que pueden evitar esta conducta de abandono son la esterilización y educación. Existen antecedentes donde se indica que el principal motivo de abandono con un 15% de las elecciones, es la llegada de camadas indeseadas, siguiendo con un 13% el abandono por problemas de comportamiento. Ambas situaciones pueden prevenirse si el animal está esterilizado y si el dueño aprende a cómo relacionarse adecuadamente con su mascota.
Por lo tanto, para lograr una efectiva tenencia responsable de animales en Chile además de incorporar nuevas normativas, se deben entregar capacidades técnicas y presupuestarias a las instituciones involucradas, principalmente a nivel municipal, que es donde residirá gran parte de la ejecución de la norma. A la vez, es imprescindible educar a la comunidad sobre responsabilidad social y sobre el cuidado de sus mascotas, lo que en definitiva permitirá la construcción de una sociedad mejor.
Así, la invitación es que las instituciones prioricen la educación en tenencia responsable de animales de compañía como eje de sus programas de control poblacional, posicionando al ser humano y su comportamiento, como el problema que debemos abordar.
Andrea Müller
Médico Veterinaria, Jefa de Carrera de Medicina Veterinaria, Universidad de O’Higgins
Rodrigo Morales
Médico Veterinario, Investigador Centro de Gestión Ambiental y Biodiversidad, Universidad de Chile.
Claudia Foerster
Médico Veterinaria, Académica Instituto Ciencias Agronómicas y Veterinarias, Universidad de O’Higgins
Revisión: María José Ubilla
Médico Veterinaria, Vocera COLMEVET de Tenencia Responsable de Animales de Compañía.