“Las casas están peladas, antes de los incendios cada una tenía su jardincito, no muy grande pero sí bonito. Yo vivía aquí mismo, en este mismo lugar nos repusieron la casa, pero nada más”, sostuvo la vecina María Soto de la Villa Santa Olga quien es hoy una de las beneficiadas con el primer proceso de hidrosiembra en la zona.
En la actualidad en Santa Olga, debido a las diferentes obras de construcción que se están realizando y a los estragos del megaincendio de 2017, abunda el barro en invierno y el polvo en verano. Sin embargo, hoy se dio el primer paso para enverdecer el paisaje del sector.
La aplicación realizada es el inicio de un proceso que busca embellecer el entorno urbano de Santa Olga. La mezcla depositada en los antejardines, permitirá una germinación de pasto y flores en la primavera, logrando además una revitalización de los suelos que fueron afectados por el desastre del año pasado.
“Como U. de Chile asumimos el compromiso de aportar a la restauración ambiental en el país. En esta oportunidad, gestionamos la colaboración entre empresas privadas, CONAF y la ciudadanía, para mejorar la calidad de vida de quienes fueron afectados por los incendios”, afirmó el profesor Pablo García-Chevesich, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, FCFCN, de la Casa de Bello.
La iniciativa es realizada en el marco de la reconstrucción de la localidad, impulsada por instituciones públicas y privadas, e incluye la aplicación de la revolucionaria técnica. En esta oportunidad, la aplicación alcanzará los 600 m2, equivalente a aproximadamente a 100 casas.
“Como se trata de una aplicación horizontal, en esta ocasión utilizamos semillas de prado, denominado rustigrass, y una mezcla de flores rústicas, como por ejemplo el dedal de oro, flora de alta resistencia”, contó Marcelo Huilcaman, Gerente de Ventas y Servicio en Hidrosiembra de la empresa Tapel Willamette.
La restauración de los suelos fue organizada y coordinada por la Universidad de Chile, CONAPHI Chile e IECA Iberoamérica, con la participación de CONAF Región del Maule. En tanto, la empresa TAPEL Willamette Inc. S.A. fue quien dispuso de la tecnología e insumos necesarios, sin ningún costo asociado. Su compromiso social es parte de las acciones de los miembros de la International Erosion Control Association (IECA), un organismo dedicado al control de la erosión de suelos a nivel mundial.
“Conaf en conjunto con la Universidad de Chile tiene un vivero donde producimos plantas de especies nativas y hace muy pocos días le entregamos a los vecinos árboles de la especie Quillay que ellos han puesto en su jardín. Es un gran acierto que varias instituciones estemos colaborando para recuperar la calidad de vida de los habilitantes de Santa Olga”, señaló Luis Carrasco, director Regional de CONAF.
La hidrosiembra es una técnica de aplicación de cobertura vegetal que tiene como base la creación de una “hidromanta”, a través de una mezcla de fibras de maderas refinadas térmicamente con semillas seleccionadas de acuerdo al proyecto, combinadas con mejoradores de suelo, bioestimulantes y fertilizantes, entre otros.
El procedimiento, que se apega a normativas internacionales, se realiza mediante una bomba a presión proyectada al suelo desde un vehículo habilitado especialmente para el proceso, aunque hay ocasiones en las que se utilizan helicópteros.