Columna de opinión:

Integración social en las ciudades

Columna de opinión: Integración social en las ciudades
La medida del edil de Las Condes y el debate suscitado es una "oportunidad de avanzar hacia esa sociedad que privilegia el ser por sobre el tener".
La medida del edil de Las Condes y el debate suscitado es una "oportunidad de avanzar hacia esa sociedad que privilegia el ser por sobre el tener".
Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Manuel Amaya.
Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Manuel Amaya.

La integración social se ha tomado el debate urbano de estos últimos días. Su antónimo, la segregación, lamentablemente se nos hizo costumbre, contradiciendo la evolución que han asumido las sociedades y ciudades sustentables, que facilitan la convivencia, privilegian la movilidad en transporte público, los espacios públicos para el encuentro y el adecuado emplazamiento de los habitantes en un territorio seguro y no contaminado. 

Esta búsqueda de espacios para la integración ha sido y es también el esfuerzo de nuestra Universidad de Chile por aminorar progresivamente el sesgo socioeconómico de sus estudiantes, agregando a la formación propia de cada disciplina otros componentes que enriquecen la generación de profesionales socialmente conscientes y comprometidos con un desarrollo sustentable, mucho más allá del crecimiento económico y, ante todo, que reconoce los méritos por sobre cualquier otra variable.

Volviendo a la ciudad, el debate de comunas homogéneas y segregadas que se enfrentan al ajuste de sumar más habitantes bien emplazados, demuestra la dificultad de reiniciar este proceso, pero también la oportunidad de avanzar hacia esa sociedad que privilegia el ser por sobre el tener, y donde cada estamento social, dirigido y representado por la autoridad, es capaz de aceptar sus diferencias.

En consecuencia, debemos manifestar nuestro apoyo a la iniciativa de construir viviendas de carácter social en emplazamientos bien consolidados, respaldando los planteamientos del Ministro Cristián Monckeberg, del Alcalde Joaquín Lavín, del Colegio de Arquitectos y de otros actores sociales, en favor de una sociedad diversa que mientras construye edificios en armonía con sus entornos está también reconstruyendo sus confianzas.