Vicerrector Flavio Salazar:

"Estamos entusiasmados con que este auge de la inmunoterapia nos va a permitir seguir avanzando en lo que estamos haciendo"

Flavio Salazar sobre el Nobel a James Allison y Tasuku Honjo
El estadounidense James Allison y el japonés Tasuku Honjo, denominados "padres" de la inmunoterapia oncológica, recibieron el Nobel de Medicina 2018.
El estadounidense James Allison y el japonés Tasuku Honjo, denominados "padres" de la inmunoterapia oncológica, recibieron el Nobel de Medicina 2018.
El vicerrector de Investigación y Desarrollo y director alterno del INMI detalla cómo se ha ido desarrollando esta área en el país.
El vicerrector de Investigación y Desarrollo y director alterno del INMI detalla cómo se ha ido desarrollando esta área en el país.

Gracias a los hallazgos realizados desde la década del ’90 en materia de inmunoterapia utilizada para combatir el cáncer fue que la Academia Sueca decidió entregar el Premio Nobel de Medicina al estadounidense James Allison y al japonés Tasuku Honjo, los denominados “padres” de la aplicación de esta disciplina contra esta enfermedad.

Fue justamente en esa misma década que en Chile se reactivó la investigación en esta materia, y la Casa de Bello fue protagonista de ese trabajo. Esto, según relata el vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile, académico de la Facultad de Medicina, director alterno del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (INMI) y experto en el tema, Flavio Salazar, quien destaca el trabajo realizado los investigadores nacionales en la materia, la aplicación en pacientes y el patentamiento de hallazgos, y por sobre todo, las expectativas que se abren con para la inmunología con este reconocimiento.

¿Qué señal da que la inmunoterapia haya sido la premiada a través de estos dos especialistas?

Bueno, la inmunología es una ciencia bastante particular porque combina muy bien los elementos de investigación básica con los elementos de la investigación clínica o aplicada. No hay muchas ciencias que tengan esta versatilidad, donde a través del estudio de mecanismos moleculares, celulares se puede establecer formas de funcionamiento que después pueden transformarse en herramientas y en estrategias para tratar las enfermedades, y no solamente contra el cáncer, sino que también enfermedades autoinmunes y generar las vacunas que nosotros conocemos, la prevención, etc. 

De todas formas, hay que recordar que esta no es la primera vez que se premia a la inmunología. Desde las décadas pasadas, desde el 1900 en adelante que se entrega el Premio Nobel, 23 veces se lo han entregado a personas que han trabajado en inmunología, lo que yo creo que no tiene ninguna comparación con otras ciencias.

¿En qué está el trabajo en inmunoterapia en Chile?

Bueno, la inmunología en Chile tiene una larga data, incluso participó muy intensamente en las investigaciones que se hicieron en los años ‘50, se establecieron niveles importantes de contacto a nivel mundial. Luego tuvo un renacimiento importante a fines de los ‘90 y a principios de los 2000 por el retorno de muchos en ese entonces jóvenes investigadores que estuvieron en centros de investigación internacionales, en Estados Unidos y en Europa y que fueron integrados a la investigación en las universidades chilenas, y eso generó un importante despliegue de proyectos, entre ellos, los proyectos de inmunología contra el cáncer.

Ahora, qué hemos hecho ahí. Primero, se establecieron contactos muy estrechos entre los investigadores básicos y los médicos oncólogos, y se pudieron generar estudios directamente enfocados en tratar de mejorar la situación de pacientes con cáncer. Se generaron estudios clínicos y se realizaron estudios en pacientes; se ha tratado a más de 300 pacientes con melanoma, más de 100 pacientes con cáncer prostático, y hay una experiencia. Nosotros hemos desarrollado tecnología que han sido patentadas a nivel mundial y seguimos trabajando en tecnologías complementarias.

Somos varios los grupos que estamos trabajando insertos en la discusión global, pero obviamente la masa crítica es pequeña, no somos tantos. En los centros internacionales de Suecia, de Estados Unidos, hay mucho más científicos en un solo centro de los que tenemos en todo el país en Chile, pero también tenemos y hay que mencionar una gran cantidad de jóvenes científicos que están trabajando en el extranjero, y eso hace que tengamos una comunidad importante y que la inmunología esté bien presente a nivel mundial.

Para explicar de manera sencilla, ¿cómo se aprovecha la capacidad del sistema inmune en la lucha contra enfermedades y en particular contra el cáncer?

Consiste en la utilización del sistema inmunológico, de las defensas del organismo, para combatir diversas enfermedades. Ahora, la inmunoterapia del cáncer es la aplicación a enfermedades oncológicas, a los tumores. En ese sentido, hay muchas estrategias porque el sistema inmune es una red compleja de células y moléculas que se activan cuando hay alguna agresión.

Hemos ido entendiendo cada vez mejor cómo son las que se activan, cuáles son las células y moléculas importantes. Entonces, en general, cualquier utilización de una célula, de una molécula o de una interacción del sistema inmune se llama inmunoterapia para tratar el cáncer. Ahora, en lo particular, el Premio Nobel se lo entregan a estos investigadores porque descubrieron una molécula que están en las membranas del sistema inmune que sirven para frenar una respuesta y la frena porque el sistema inmune cuando ataca es muy fuerte, entonces tiene que atacar lo que está malo, pero luego frenar para que no siga destruyendo lo que está bueno.

Ahora, al estar constantemente en contacto con un tumor, estas moléculas frenan la respuesta inmune. Lo que descubrieron estos científicos fue que al bloquear  moléculas con anticuerpos, lo que pasa es que se desata la respuesta inmune más potente y que puede destruir los tumores. Esa es la estrategia de ellos.

Otra estrategia consiste en sacar células del sistema inmune, educarlas fuera del organismo y reinyectar en los pacientes, y eso es lo que hacemos nosotros y otros grupos en Holanda y en Alemania, quienes están trabajando con la expansión de los soldados del sistema inmune, que también se utilizan para, directamente, atacar a los tumores. Por lo tanto, hay muchas inmunoterapias, y en general todas han tenido efectos bastante importantes en los pacientes, alargándoles la vida y con efectos adversos mucho menores que lo que tienen algunas terapias estándar como la quimioterapia, entre otras.

¿Qué desafío queda ahora para ampliar la aplicación efectiva que ya han ido demostrando en Chile?

Nosotros seguimos trabajando en nuestro grupo, tratando de perfeccionar nuestras tecnologías, hacerlas mejor de lo que hicimos, estamos recientemente patentado una nueva vacuna contra el melanoma que probablemente también va a servir contra otras enfermedades.

También, estamos por comenzar estudios con el cáncer de vesícula biliar que es el más común entre las mujeres en Chile, por lo tanto, estamos muy entusiasmados que con este auge de la inmunoterapia y el mayor interés que le presta la comunidad internacional y los mismos  médicos va a permitir que se avance bastante más de lo que lo hemos hecho acá en Chile. Esa es nuestra esperanza y nuestro esfuerzo en estos momentos.