La DDAF es una unidad dependiente de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, que tiene entre sus funciones coordinar los programas permanentes de deportes y actividad física destinados a la formación y desarrollo del estudiantado. Además de otras tareas, administra y opera los recintos deportivos: la piscina escolar, complejo de tenis Quinta Normal, el refugio de Farellones y el recientemente inaugurado campo deportivo Juan Gómez Millas.
Sobre estos dos últimos, el profesor Juan Cortés, vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, explicó que la solicitud en el caso del polideportivo corresponde a financiamiento para cubrir imprevistos de obras y de implementación relativos a la etapa final del proyecto, por un monto de 12 mil UF; y en el segundo caso, la propuesta consiste en aprobar el uso de 2 mil 600 UF para imprevistos de la regularización del refugio de montaña Farellones. Ambos proyectos, agregó el vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, profesor Daniel Hojman, utilizarían recursos del Fondo Azul Azul, destinados a financiar proyectos de desarrollo deportivo y actividad física con un carácter transversal y no específico a unidades.
En cuanto a los detalles, el director de DDAF, Daniel Muñoz, dio cuenta que el proyecto polideportivo contempla a sus seis meses de puesta en marcha 9 mil metros cuadrados de construcción, más de cuatro mil usuarios semanales, el funcionamiento de seis escuelas públicas deportivas y más de cincuenta eventos desarrollados. Sobre el refugio, en tanto, informó que se requiere la regularización de los servicios de agua, electricidad, gas y servicios sanitarios, además de la elaboración de un proyecto académico deportivo de miras al próximo año, que incluya la formulación de un modelo de gestión sustentable y como resultado de un debate a nivel de la comunidad universitaria.
Por su parte, la representante de los funcionarios, doña Myriam Barahona, celebró el interés manifiesto en recuperar la infraestructura universitaria, en el caso del refugio, junto con el espíritu triestamental para discutir su uso y desarrollo. “Contar con espacios como estos, en que los funcionarios no académico también podemos ser parte es algo positivo porque otorga calidad y dignidad a la comunidad universitaria y también a sus familias”, expresó.
En el mismo sentido, la profesora Irene Morales, decana de Odontología, relevó la discusión sostenida en la comisión que analizó previamente las propuestas, destacando la sostenibilidad financiera del polideportivo y el rescate patrimonial que significa volver a habilitar el refugio de montaña, ya que gracias a ese entorno “se abre también un espacio para el desarrollo académico y científico”, precisó.
Finalmente, el Rector Ennio Vivaldi también se sumó a las favorables opiniones expresadas y sometió las propuestas de financiamiento a la consideración del Consejo Universitario, siendo aprobadas por la unanimidad de los votos.