Tras realización de residencia:

Entre lo rígido y lo blando, las piezas que Jesús Román creó en Buenos Aires

Entre lo rígido y lo blando, las piezas que Jesús Román creó en BAires
Durante la residencia Román realizó una serie de piezas que representan un sistema orgánico.
Durante la residencia Román realizó una serie de piezas que representan un sistema orgánico.
En ellas trabajó con mallas de plásticos y restos de linóleo -materiales que nunca antes había usado.
En ellas trabajó con mallas de plásticos y restos de linóleo -materiales que nunca antes había usado.
Estas piezas mantienen la lógica de lo orgánico y sus contradicciones.
Estas piezas mantienen la lógica de lo orgánico y sus contradicciones.

El 21 de agosto de 2018 la artista visual y profesora del DAV, Jesús Román, arribó hasta Buenos Aires, Argentina, para llevar a cabo la residencia artística obtenida a principios de este año, la que se centró principalmente en la producción de nuevas piezas visuales.

Con materiales de desecho como virutas de metal, restos de plásticos, mallas y alambres; además de bisutería como lentejuelas, hilos de cobre y cintas de seda, entre otros, Román comenzó su trabajo, primero investigando los materiales, sus posibilidades plásticas y las relaciones que podía ir generando entre ellos.

Así surgieron seis piezas donde los materiales transmiten sensaciones contrarias y paradojales tensionando la naturaleza de éstos.

“Tenía la idea de generar una especie de sistema orgánico donde los diferentes seres estuviesen en relación unos con otros. Entonces, cuando el equipo de ´ace me sugiere trabajar con mallas de plásticos y restos de linóleo -materiales que nunca antes había usado- no me fue difícil vincularlos con los materiales que yo pensaba trabajar, porque compartían ciertas características formales que me permitían elaborar una propuesta acorde a lo que yo imaginaba”, contó la artista.

Estas nuevas obras “también tienen algo de perverso”, según explica la profesora del DAV, pues “en la mezcla antagónica de los materiales como alambres galvanizados y mallas de plásticos o de lentejuelas con restos de linóleo aparecen objetos que están en el límite de lo extraño, generando tensiones en la interacción de lo rígido con lo blando, del brillo con la opacidad, de lo delicado con lo rustico”, explicó.

Luego de realizar varias piezas, Jesús Román decidió ponerlas en relación, de manera de configurar el sistema orgánico que tenía en mente, por lo que comenzó a realizar pruebas escenográficas donde la luz fue un elemento fundamental para determinar el ánimo de esa ambientación.

“Así produje diferentes tipos de contextos que fui registrando a través de fotografías. El resultado fue amplio y variado, pero siempre mantiene la lógica de lo orgánico y sus contradicciones. Me parece que las escenas que logré hacer tienen mucho de vida, pero también tienen algo mortecino”, aclara.

La artista agregó además que “la residencia fue súper importante porque empecé a trabajar con materiales nuevos. Aunque son muy similares a los que generalmente uso y han estado siempre presentes como parte de mi imaginario, nunca supe antes cómo utilizarlos. Me motiva mucho esta apertura y el cruce de materiales que conseguí. Haber hecho fotografía también es algo nuevo para mí y aunque no es el producto final, como obra terminada, sé que en ese registro tengo mucho material para seguir trabajando y definir una propuesta más concreta después de esta experiencia”, aclaró.

Respecto al proceso creativo señaló que “para mí esta experiencia fue muy buena, porque logré conectarme con mi inconsciente de manera muy fuerte. Fue muy intenso el trabajo de taller porque en el hacer fui recordando un asunto personal de hace muchos años atrás. En ese momento me di cuenta que estos organismos/seres que estaba haciendo tenían todo que ver con mi propia historia”, contó Román.

A pesar de que esta última producción de Jesús Román contó con la integración de nuevos materiales y nuevos medios en relación a los usados en sus obras anteriores, sigue conservando una característica esencial de su trabajo: la liviandad visual que transmite en contraste con el peso, ya que según ella misma cuenta, “lo liviano y lo pesado no pueden existir por separado, una cosa no pude existir sin la otra”, concluyó afirmando la artista.