La paradoja latinoamericana: escasez hídrica a pesar de su alta disponibilidad

Paradoja latinoamericana: escasez hídrica pese a alta disponibilidad
Una investigación del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), indica que la disponibilidad del agua en esta región es casi 300% superior a la del resto del mundo.
Una investigación del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), indica que la disponibilidad del agua en esta región es casi 300% superior a la del resto del mundo.
A  pesar de que América Latina posee el 31% del agua dulce del planeta, un gran número de países en Sudamérica y Centroamérica son duramente castigados por el problema de la escasez hídrica.
A pesar de que América Latina posee el 31% del agua dulce del planeta, un gran número de países en Sudamérica y Centroamérica son duramente castigados por el problema de la escasez hídrica.
En nuestro continente cerca de 100 millones de personas no tienen acceso a potabilización y saneamiento del recurso, alcanzando al 60% de la población en las zonas rurales.
En nuestro continente cerca de 100 millones de personas no tienen acceso a potabilización y saneamiento del recurso, alcanzando al 60% de la población en las zonas rurales.
El académico Dr. Pablo García-Chevesich señala que el 80% del problema se soluciona mediante eficiencia y una buena gestión.
El académico Dr. Pablo García-Chevesich señala que el 80% del problema se soluciona mediante eficiencia y una buena gestión.

Con una tercera parte de las reservas de agua dulce del planeta y una dotación de más de 22 mil metros cúbicos por persona al año, resulta paradójico que Latinoamérica sea una de las regiones más golpeadas por la escasez hídrica a nivel global. Deficiencias en el manejo del recurso, sobreconsumo y problemas de distribución en las ciudades, son las claves de esta realidad.

Las cifras son lapidarias. A pesar de que América Latina posee el 31% del agua dulce del planeta, un gran número de países en Sudamérica y Centroamérica son duramente castigados por el problema. Por ejemplo, en estas áreas unos 100 millones de personas no tienen acceso a potabilización y saneamiento del recurso, alcanzando al 60% de la población en las zonas rurales.

En tanto, una investigación del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), indica que la disponibilidad del agua en esta región es casi 300% superior a la del resto del mundo. Además, el reporte señala que la escasez hídrica se debe a la distribución territorial desigual del recurso y que el 80% de la lluvia está concentrada en unos pocos meses del año.

“En términos de escasez volumétrica, existen varias zonas con problemas serios. Por ejemplo, algunas partes de Perú, Bolivia, Argentina y, por supuesto, Chile. En este sentido, el problema que presentan los países de la región es una mala distribución geográfica del agua”, explica Pablo García, profesor de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) sostiene -en un informe que indaga sobre la gobernabilidad del agua en América Latina- que parte importante de este problema también se debe a que el 92% de los países de la región está manejado por “enfoques sectoriales”, lo que les impiden asumir políticas efectivas sobre el asunto.

“Según la experiencia de los países que lideran el tema, el 80% del problema se soluciona mediante eficiencia y una buena gestión, dejando el 20% restante a la importación de agua. En el caso de Chile, lo más recomendado es la desalación de agua de mar, combinada con carreteras hídricas y recarga de acuíferos”, dice García.

De acuerdo con un informe del Foro Económico Mundial, para el año 2025 la escasez de agua será una realidad diaria para aproximadamente 1.800 millones de personas. Por otro lado, el aumento de las sequías y la desertificación, están empeorando estas tendencias.

Este no es un problema menor, pues se trata de un desafío que golpea fuertemente a la economía global. El costo total de la inseguridad del agua se estima en US$500 mil millones anuales, incluyendo el impacto medioambiental. Se trata de una cifra que puede llegar a alrededor del 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del planeta.

La Situación en Chile

En Chile 1,4 millones de chilenos no tienen agua potable o alcantarillado. Además de ser la m,ás cara de América Latina (ver reportaje TVN).

El caso de la localidad de Los Lirios, en Santa Bárbara, en la Región del Biobío, representa una paradoja: está rodeada de ríos, pero no pueden gozar de esa agua y los vecinos se declaran en una permanente zona de sequía. Domingo Villarroel, agricultor del sector, cuenta que ante esta situación, la población es surtida a través de camiones aljibe cada ocho días. “Decenas de familias dependen de unos pocos litros para beber y darles a los animales”, relata.

La situación de esa comuna se extiende a lo largo del país: de acuerdo a la encuesta Casen de 2017, existen 1.431.162 personas pertenecientes a 478.308 hogares, que no poseen servicios básicos como agua potable, red del alcantarillado o bien declaran no tener una llave dentro de su vivienda. Ese extenso grupo fue definido por el Presidente Sebastián Piñera como población “vulnerable”, y encargó al Ministerio de Obras Públicas hallar soluciones urgentes.

El problema revela iniquidad en el país. A modo de ejemplo, un habitante de Santiago llega a usar 200 litros de agua en una ducha de diez minutos, mientras que en las localidades sin red deben cuidar al máximo el agua que se usa para cocinar.

La Casen plantea que la mayor crisis se vive en La Araucanía, que registra 241.378 personas en esta condición y le sigue la Región Metropolitana con 224.499 habitantes.