David Le Breton ahondó en los cambios que ha tenido la percepción social del cuerpo

Le Breton ahondó en la percepción social del cuerpo
David Le Breton dio la conferencia "Cuerpo y piel en el mundo contemporáneo", durante las Jornadas Interdisciplinarias del 14 y 15 de enero 2019.
David Le Breton dio la conferencia "Cuerpo y piel en el mundo contemporáneo", durante las Jornadas Interdisciplinarias del 14 y 15 de enero 2019.
"Ya no estamos más en una sociedad marcada por el "nosotros" como era en el caso de los años 60. Hoy diríamos, impera el "yo", fueron parte de sus comentarios.
"Ya no estamos más en una sociedad marcada por el "nosotros" como era en el caso de los años 60. Hoy diríamos, impera el "yo", fueron parte de sus comentarios.
Las jornadas fueron organizadas por el Proyecto Internacionalización UCH 1566, que aúna a doctorados de tres facultades.
Las jornadas fueron organizadas por el Proyecto Internacionalización UCH 1566, que aúna a doctorados de tres facultades.
El encuentro también contó también con la conferencia de Claudia Bonan Jannotti, socióloga e investigadora del Instituto Fernandes Figueira de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil.
El encuentro también contó también con la conferencia de Claudia Bonan Jannotti, socióloga e investigadora del Instituto Fernandes Figueira de la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil.
Es "en los años 90 cuando aparece esta idea de que el cuerpo es una especie de materia prima", comentó el antropólogo y sociólogo francés.
Es "en los años 90 cuando aparece esta idea de que el cuerpo es una especie de materia prima", comentó el antropólogo y sociólogo francés.

Tatuajes y piercing, estas y otras variopintas expresiones corporales marcan a personas insertas en sociedades que se enfrentan a ellas de manera igualmente distinta. Sin embargo, todos y todas habitamos el mundo, reinventándonos frente a un mundo cambiante. “Ya no estamos más en una sociedad marcada por el “nosotros” como era en el caso de los años 60. Hoy diríamos, impera el “yo”. Y es en los años 90 cuando aparece esta idea de que el cuerpo es una especie de materia prima”, comentó el antropólogo y sociólogo francés, David Le Breton, durante su paso por la Facultad de Cs. Sociales.

El autor de obras como "La Sociología del Cuerpo" y "Las Pasiones Ordinarias" dio la conferencia "Cuerpo y piel en el mundo contemporáneo", durante las Jornadas Interdisciplinarias "Formación y generación de conocimiento: el desafío de la interdisciplina", desarrolladas el 14 y 15 de enero de 2019 en la Facultad de Economía y Negocios y Derecho de la Universidad de Chile.

Las jornadas fueron organizadas por el Proyecto Internacionalización UCH 1566, que aúna al Doctorado en Ciencias Sociales (Facultad de Ciencias Sociales), Doctorado en Salud Pública (Escuela de Salud Pública, Facultad de Medicina), Doctorado en Estudios Latinoamericanos (Facultad de Filosofía y Humanidades).

-En su conferencia "Cuerpo y piel en el mundo contemporáneo", señaló que “La piel está saturada de inconsciente y de cultura”. ¿De qué manera el contexto social, cultural y político, determina la forma de relacionarnos con el cuerpo?

El cuerpo está complemente impregnado de cultura porque es la cultura, la educación y la socialización que hacen de cada uno de nosotros personas inscritas al interior del lazo social. Entonces, cuando un niño llega al mundo, es acogido no solamente por el lenguaje. La voz es muy importante durante los primeros años de vida.

Progresivamente, el(la) niño(a) se inserta en los códigos de interacción que son propios a su grupo social en cuanto a gestos y mímicas y adoptará las posturas que se esperan de él en una sociedad.

En la conferencia, hablé mucho de los tatuajes y los piercing; también existen implantes subcutáneos. Y la forma en que de una sociedad a otra nos enfrentamos a marcas corporales.

Realmente, siempre estamos comunicándonos, por tanto desarrollamos significaciones mutuamente compartidas para decir que –prácticamente– ocurre lo mismo en otras sociedades contemporáneas occidentales, aunque la individualización juega un rol absolutamente fundamental, porque se puede perfectamente portar tatuajes muy diferentes entre sí.

-Además, describió cómo cada sociedad cada disciplina poseen una visión respecto del cuerpo. A propósito del tema central de estas jornadas en la U. de Chile, ¿falta un cruce y un trabajo más interdisciplinario para abordar el cuerpo?

También se trata de una pregunta difícil porque pienso que la investigación debe darse en un marco relativamente disciplinario. Si yo tomo conceptos del psicoanálisis, no puedo extraer nociones sobre el complejo de Edipo u otros así nada más en mis análisis sociológicos porque creo que, por lo demás, los sociólogos no entenderían y los psicoanalistas dirían “¿Quién es este aficionado que se lanza en cosas que ignora?”.

Entonces, cuando utilizamos un concepto proveniente de otro campo, tenemos trabajo que hacer, un trabajo de pensamiento y un trabajo de ajuste para determinar si los conceptos son herramientas válidas; entonces hay que ver si esta herramienta funciona bien en el pensamiento.

En mi experiencia personal, la pluridisciplinariedad o la interdisciplinariedad la encuentro mucho más en los intercambios y en los diálogos. Para mí lo más fecundo en la interdisciplinariedad es eso: lo que se genera en los intercambios y los diálogos desarrollados en conjunto, los cuales a veces nos conducen a sorpresas y a revisitar nuestros propios análisis.

-Previamente, afirmó que durante los años 60 la ideología era cambiar el mundo, mientras que la actual es cambiar el cuerpo. ¿A qué se debe esta mayor preocupación e interés social por la corporalidad?

En los años 60 y hasta hoy, ha habido una revolución fundamental que se ha dado en la sociedad occidental: se trata del cruce de la individualización con el lazo social. Durante los años 60, existía una cultura de clase, una cultura obrera extremadamente fuerte donde la mayoría de los países del mundo adscribían; había una cultura que llamábamos en ese momento pequeña burguesía.

Entonces, el proyecto político podía ser compartido por un conjunto de personas de una categoría social, no es el caso de hoy; estamos en plena individualización de los sentidos, es decir lo que define al individualismo es que cada uno de nosotros decide sobre el sentido y valor de su vida y podemos, entonces, tener un margen de maniobra relativamente grande.

Pero en todo caso, cada uno de nosotros habitamos el mundo; no somos ya más herederos en el sentido de Bourdieu, sino que nos reinventamos permanentemente frente a un mundo que cambia de manera fulgurante. Ya no estamos más en una sociedad marcada por el “nosotros” como era en el caso de los años 60, podríamos decir con un “nosotros” en tanto campesinos, clase obrera y socialistas.

Hoy diríamos, impera el “yo”. Y es en los años 90 cuando aparece esta idea de que el cuerpo es una especie de materia prima. El mercado del cuerpo se produce en esos años, cambiando completamente el estatus de la cirugía estética, que era un estatus muy peyorativo en los años 70 y 80.

Sin embargo, a partir de los años 90 la cirugía estética se convierte en tendencia y actualmente es fundamental en todas las revistas femeninas.

Ocurre algo parecido con el físico culturismo que también se ironizaba y se le ridiculizaba con, por ejemplo, los “brazos fuertes”, pero –desde los 90– el físico culturismo, el bodybulding se convierte en una práctica muy importante sobre todo para los medios populares.

Durante los años 90, surgen los regímenes alimenticios que afectan a muchas mujeres. Es la época donde se desarrolla la cosmética, un mercado increíble de la cosmética, también brota un mercado del cuerpo, tatuaje y el piercing el cual aumentará y se desarrollará a través del mundo.

Numerosas mujeres expresan su felicidad cuando pierden uno o dos kilos tras meses de régimen, se sienten felices al salir de una cirugía estética; un hombre se alegra por trabajar una hora diaria de musculación para así sentirse bien con su cuerpo.