Diputada Camila Rojas: "La experiencia del Senado Universitario debería emularse en distintas instituciones del país"

Diputada Rojas: Experiencia del SU debería emularse en universidades
Camila Rojas, diputada y ex Senadora Universitaria.
Camila Rojas, diputada y ex Senadora Universitaria.

¿Cómo influyó en su vida su participación en un espacio tan particular como el Senado Universitario?

Influyó de manera importante, sobre todo por la experiencia que se adquiere en un espacio heterogéneo, donde se comparten diversas misiones desde distintas facultades e institutos, pero también permeado en términos intergeneracionales. Yo creo que esa experiencia es valiosa en ese sentido de heterogeneidad, que a veces desde el mundo propiamente estudiantil no es tan palpable, pero que en un espacio como el Senado Universitario es bien evidente en cuanto a la necesidad de llegar a acuerdos con los otros integrantes.

¿Qué la motivó a postular al Senado Universitario?

La principal motivación tenía que ver con generar una visión transversal de la universidad. Es decir, ya no sólo desde la mirada estudiantil o desde lo que pasaba en mi instituto –el Instituto de Asuntos Públicos-, sino que efectivamente pensar a la Universidad de Chile en su conjunto, y el Senado parecía un espacio donde eso era posible.

A mi gusto esas expectativas sí se cumplieron. El Senado permite tener una mirada transversal de la Universidad, por supuesto que con dificultades y con obstáculos, que tienen que ver con cómo está hecha la institucionalidad.

¿De qué forma incidió su paso por el Senado Universitario en su carrera profesional y política?

Soy majadera en decir que el aprendizaje principal tiene que ver con la posibilidad de relacionarse y de llegar a acuerdos en un espacio donde no todos piensan o están en la misma situación que tú. Es decir, el poder compartir con profesores y profesoras, con el mundo de los funcionarios. Tratar de tener una mirada de universidad que contemple también esos mundos y no sólo la mirada propia, me parece que es lo más valioso que tiene un espacio como el Senado Universitario.

¿Cuál es la importancia del órgano superior para la Universidad de Chile y el país?

La experiencia que se vive en el Senado es fundamental, y debería poder emularse en distintas instituciones del país, porque finalmente dota de mayor democracia a la institución de educación superior. A mí parecer, lo que logra en la Universidad de Chile es que -al menos en lo simbólico- esté presente una mirada heterogénea de lo que es la universidad, para qué sirve, hacia donde tiene que ir. Evidentemente, existen ciertas falencias y obstáculos que se tienen que enfrentar, pero es una posibilidad evidente de democratización en una casa de estudios.

¿Considera que su trabajo en la Cámara de Diputados es un símil de su experiencia en el Senado Universitario? ¿En qué puntos se asemejan estas dos experiencias?

Creo que tienen ciertas similitudes en el funcionamiento, trabajo en comisiones, trabajo de la sesión plenaria y en cómo se abordan los proyectos. Sin embargo, creo que dentro de la U. de Chile hay una mayor motivación hacia la necesidad de tener una mirada transversal y, por lo tanto, un proyecto de Universidad de Chile y una mirada país que permea todas las discusiones, que a veces no está muy presente en el Congreso. Y eso tiene que ver, sobre todo, con posturas ideológicas y visiones que no son de tan largo plazo. A mí me parece que la diferencia fundamental es la forma de abordar desde la institución, en el caso de la U de Chile, el que todos queramos que sea mejor. Esto, ya que aún habiendo distintas posiciones se intenta empujar a largo plazo, y creo que eso no está tan presente en el Congreso chileno.

¿Qué acciones del Senado destacaría respecto a su aporte a la Universidad o al país?

Me parece que es un espacio que permite canalizar discusiones que tal vez otros espacios no canalizarían. En ese sentido, a mí me tocó vivir la modificación al Reglamento de Estudiantes para incorporar la tipificación del acoso, en 2016. Eso se pudo canalizar porque existe el Senado Universitario. Si bien no fue la solución última a los problemas de acoso o abuso al interior de las casas de estudios, efectivamente hubo un espacio donde esa discusión se pudo dar, y me parece que es un aporte tremendo y juega de vanguardia dentro de la institución y como referente para el resto.

Como presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados ha estado involucrada directamente en la discusión por el financiamiento universitario, ¿cree que existe una crisis en este aspecto?

Sí. A mí me parece que hay una crisis general en el sistema de educación superior, y una de sus aristas tiene que ver con el financiamiento. Se trata de un sistema de financiamiento con una lógica de voucher, que no permite entender a las instituciones de educación superior en su complejidad. Es necesario instalar la necesidad de que esa lógica cambie y que los aportes basales tengan presencia.

Creo que si se sigue reproduciendo la dinámica de financiamiento vía voucher vamos a estar en una crisis cada vez mayor, porque el déficit sigue aumentando. Si miramos desde la dictadura hasta ahora -pasando por el crédito fiscal, el Fondo Solidario, el Corfo, el CAE y la gratuidad- lo que tienen en común estas políticas es haber sostenido de igual manera esta forma de financiamiento, que hoy explica la fisionomía del sistema de educación superior, con una matrícula pública que alcanza sólo el 15%.

Debido a la falta de cupos, hoy estamos obligando a estudiantes a irse a instituciones privadas, aun teniendo los puntajes y cumpliendo los requisitos necesarios para estar en una universidad pública. Eso es una realidad que hay que cambiar. Es necesario, sobre todo, repensar el cómo se financian las instituciones de educación superior. Me parece que el financiamiento basal es fundamental.