“Son países que en segundo nivel de importancia, puesto que tienen una menor población, tamaño y capacidad en términos estrictos, que una gran potencia o que potencias regionales, pero que ejercen una influencia en términos de contra-balance o de cooperación regional con la potencia regional, y tienen capacidad de diálogo directa con las potencias centrales por encima de su tamaño”. De esta manera el académico del Instituto de Asuntos Públicos, Jaime Baeza, explica en qué consiste el concepto de “potencia secundaria”, que algunos investigadores aplican a nuestro país.
La categoría proviene de la llamada “teoría de roles”, que aludiendo al teatro, se centra en el papel que se espera que juegue un actor –un país en este caso- en el concierto internacional.
“No todos juegan igual ni tienen la misma importancia, y hay algunos que cumplen muchas veces roles o actividades que están muy por encima de lo que se podría esperar dado su tamaño geográfico, social o económico”, profundizó Baeza.
Dicha teoría atrajo atención en los años '70 por el trabajo del académico K. J. Holsti, siendo actualmente trabajado por el Dr. Cameron Thies, director de la Escuela de Estudios Políticos y Globales de la Arizona State University, quien visitó nuestra universidad hace algunas semanas invitado por el Instituto de Asuntos Públicos junto al académico chileno Dr. Leslie Wehner, profesor de política exterior de la University of Bath.
Los académicos plantearon que hay países que cumplen ciertos papeles, como promotores de la democracia, hacer de puente entre otros Estados o con potencias emergentes, por parte de determinados países en ciertos contextos.
Para Thies estos roles son repertorios de conducta o posiciones que puede tomar actos, que a diferencia de las identidades que cada uno pueda tener, se manifiestan a través de acciones que pueden variar. “La teoría de roles puede ser aplicada en distintos niveles de análisis. En general, si hay un agente en un proceso determinado, es posible identificar roles”, indicó.
El profesor Wehner complementó afirmando que si bien la escuela realista y neorrealista en materia de relaciones internacionales describen que hay un contexto global de anarquía, existe también una jerarquía de acuerdo al papel que cumple cada país, y que tiene carácter social. “No es posible, por ejemplo, que Brasil pueda identificarse como líder regional si los otros países no lo reconocen como líder”.
El papel de Chile
Bajo esta mirada nuestro país cumpliría con las características de una potencia secundaria en Sudamérica, y de un poder más pequeño en América Latina. “En Sudamérica, Chile a veces ha tenido un rol de liderazgo. Fue activo en la Unasur, donde tuvo la primera presidencia, y actualmente en la Alianza del Pacífico, de cuya creación fue líder intelectual”, explicó Wehner.
En la misma línea el profesor Baeza destacó que la idea de una potencia secundaria no tiene que ver con las decisiones específicas de gobiernos particulares “sino que con políticas de Estado de largo aliento, y si bien hay gobiernos particulares que pueden distorsionar esto, hablamos de una mirada hacia el mundo que en el caso de Chile yo diría que se va construyendo prácticamente desde la Guerra del Pacífico, con ciertos vaivenes”.