Entrevista

Fernanda Pinilla y Daniela Zamora, las representantes de la U. de Chile en la Copa del Mundo

Entrevista a Daniela Zamora y Fernanda Pinilla
Fernanda Pinilla, licenciada en Física de la Universidad de Chile y seleccionada nacional de fútbol.
Fernanda Pinilla, licenciada en Física de la Universidad de Chile y seleccionada nacional de fútbol.
Daniela Zamora, Ingeniera en Información y Control de Gestión de la Universidad de Chile y seleccionada nacional de fútbol.
Daniela Zamora, Ingeniera en Información y Control de Gestión de la Universidad de Chile y seleccionada nacional de fútbol.
Selección de fútbol femenino
Selección de fútbol femenino

El pasado domingo, Estados Unidos cerró la Copa Mundial de la FIFA con un categórico triunfo sobre Holanda, alcanzando su cuarto campeonato del mundo en fútbol femenino y poniendo el broche de oro a una competencia que rompió el récord de rating televisivo y asistencia a los estadios. El contexto internacional de demandas feministas marcó a Francia 2019 y lo transformó en un verdadero hito político de reivindicaciones por la igualdad entre hombres y mujeres.

Por primera vez en su historia, Chile fue parte de la fiesta mundialista y pese a que la selección estuvo increíblemente cerca de avanzar hacia los octavos de final, regresó a casa con su primer triunfo en una copa del mundo y el orgullo de haberse medido contra dos de los tres mejores equipos del certamen.

Fernanda Pinilla es licenciada en Física de la Universidad de Chile, seleccionada chilena y hace un par de semanas fue fichada por el Santa Teresa Badajoz, equipo español de segunda división que esta temporada peleará por el ascenso. La científica cuenta que haber vivido el mundial fue cumplir un sueño. “Desde muy niña que lo tenía muy presente, pero después con toda la realidad del fútbol chileno, de la selección, se fue muriendo esa hambre, esa ambición. Y cuando se dio la oportunidad, la verdad es que fue volver a soñar como cuando era niña”.

Daniela Zamora, Ingeniera en Información y Control de Gestión de la Universidad de Chile y delantera de la selección nacional, asegura que todavía no dimensiona la importancia de haber sido protagonista de este momento histórico. En relación al desempeño de la selección en Francia 2019, la delantera chilena explica que, si bien no pudieron cumplir con el objetivo de pasar de ronda, se queda con que “todas dejamos todo en la cancha y corrimos hasta el último balón intentando lograr el objetivo”.

Para Fernanda, el diagnóstico es similar. “Visto desde afuera creo que es una participación y una competencia bien positiva por la historia, por el contexto del fútbol femenino en Chile, por la historia de las niñas, por las distintas luchas que se han hecho en el fútbol. Se juntaron varias generaciones que tal vez en un momento se resignaron a no ir a un mundial, entonces que nuestro debut haya sido con tres puntos, haber ganado un partido, haber estado hasta el último minuto con la esperanza de clasificar a octavos de final, la verdad es que es un buen indicador”.

Fútbol femenino en Chile

El hecho de que La Roja femenina haya disputado su primer mundial no sólo se constituye como un hito histórico, sino que dio visibilidad y puso sobre la mesa una serie de dificultades a las que se enfrentan las futbolistas en nuestro país: desde no tener una cancha donde entrenar, hasta no recibir sueldos ni contar con seguros médicos, son parte del modelo de funcionamiento del fútbol de mujeres en nuestro país que, en la práctica, depende mayoritariamente de la voluntad de cada club para potenciar su rama femenina.

Actualmente, el único equipo que tiene contrato profesional para algunas de sus jugadoras en Santiago Morning, y si bien existen clubes como Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica que tienen las condiciones mínimas para que sus jugadoras se desempeñen de manera íntegra, hay otros en los que “tienen que vivir de las sobras, de lo que queda de lo que les entregan a los hombres”, explica Fernanda Pinilla.

“En el norte la situación es mucho más preocupante. Lamentablemente, la forma geográfica de Chile es terrible en todos los ámbitos porque está todo centralizado, entonces los que más sufren son los extremos del país, donde las niñas no tienen cancha para entrenar, tienen que estar entrenando en canchas de baby o en canchas de futbolito, siendo que el fin de semana compiten en fútbol 11; tienen que estar arrendando sus canchas, y sumándole a todo eso que hay niñas que trabajan y estudian entonces a veces no pueden presentarse a todos los entrenamientos. Estos factores hacen que probablemente cueste mucho que para que el nivel de la liga suba”, asegura la delantera chilena.

Por lo mismo, en 2016 un grupo de futbolistas y seleccionadas chilenas crearon la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (ANJUFF), un paso histórico en la batalla por emparejar la cancha, y cuyo rol principal es la canalización de las quejas y problemas de las deportistas para hacerlas llegar a la Federación de Fútbol de Chile, además de concientizar a los clubes sobre la importancia de mejorar las condiciones de sus jugadoras y poner sobre la mesa el fútbol femenino.

Nuevas referentes

La reproducción de roles y estereotipos de género ha impedido durante muchos años que las niñas siquiera hayan podido pensar en la posibilidad de jugar fútbol, un deporte asociado históricamente a los hombres. En ese marco, lo que ha logrado La Roja femenina es aún más importante: hoy, cientos de niñas en nuestro país tienen sus propias referentes, sus heroínas que les permitirán soñar con un futuro como futbolistas.

Es difícil dimensionar que ahora las nuevas generaciones puedan tener de referentes a mujeres futbolistas porque no es lo que me tocó vivir a mí”, cuenta la egresada de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de nuestro plantel. “Me encanta que ahora las niñas puedan decir yo quiero jugar como ella porque hace mucho más cercano el vínculo y les puede dar más confianza, de que si se lo proponen lo pueden hacer, y espero que esto contribuya a que más niñas quieran y puedan jugar fútbol”.

Por su parte, la científica afirma que siempre ha creído que el fútbol, sobre todo el femenino, es mucho más que un deporte; es una “herramienta social súper potente”. El hecho de que Chile haya clasificado al mundial, explica Fernanda, abre las puertas a que las niñas conozcan las historias de seleccionadas y que vean que son historias similares a las que pueden estar viviendo ellas.

“Muchas partimos desde donde están las niñas hoy en día: tal vez jugando con niños o en escuelas, o en el barrio, en el colegio, y eso yo creo que hace ilusionarlas de seguir el mismo camino. Por lo general muchas niñas abandonan cuando ven que la selección no lleva a ninguna parte, que el fútbol es solamente jugar y nada más, que no se puede vivir del fútbol. Hoy en día somos muchas las que afortunadamente estamos afuera jugando a la pelota y eso también yo creo que las alienta a mantenerse en esta línea de no abandonar este deporte”.

Daniela y Fernanda aseguran que su paso por la Casa de Bello fue fundamental en su desarrollo como personas. “Se aprende mucho, más allá de los ramos y de las materias que te enseñan en ellos, sino que también a cómo enfrentarse a distintas situaciones, a organizarse, a convivir con personas con distintos intereses. Todo eso me hace ser la persona y profesional que soy ahora. Estoy muy agradecida y feliz de mi casa de estudio”, cuenta la ingeniera.

La científica, en tanto, afirma que “siempre me he tomado con mucha responsabilidad el ser una egresada de la Chile porque tuve una cercanía muy grande con la institución en sí. Si bien tal vez no existe un apoyo tan importante como a una le gustaría como deportista, pero eso ocurre en todas las universidades del país, siento que la Universidad conmigo fue muy generosa en ese sentido, sobre todo la gente con la que yo trabajé, con mi departamento, con la gente de Gómez Millas, y sobre todo también con representar a los deportistas de la Chile, de ser personas integrales o transversales en distintas actividades estudiantiles, deportivas”.

El deporte en las universidades

En diversos actos y entrevistas, la ministra del Deporte, Pauline Kantor, ha asegurado que las universidades son "la tumba de los deportistas de élite", debido a que para muchos y muchas es imposible compatibilizar sus entrenamientos y competencias con las exigencias de la educación superior.

Daniela está de acuerdo en que es difícil compatibilizar ambas cosas. “Yo tuve la suerte de tener profesores y un grupo de amigas que me ayudaron mucho cuando perdía clases o pruebas. Hubo años donde falté un mes completo o más, en un semestre que dura cinco meses, entonces ponerse al día es muy complicado y si te toca un profesor que no le gusta mucho el deporte o simplemente no le interesa el por qué uno falta, la situación se complica mucho porque hoy en la mayoría de los casos la decisión pasa por ellos. No hay una ‘norma’ en cada universidad de qué se debe hacer en casos especiales con deportistas y cada uno se tiene que arreglar como pueda”.

“Hoy en día las universidades ven el deporte como un cacho”, señala Fernanda, haciendo hincapié en que esto refleja la importancia que se le da al deporte en la sociedad. “Nunca se ha promovido el deporte desde la infancia y ese es el resultado. Estamos muy al debe en cuanto a las políticas deportivas tanto a nivel país como a nivel institucional, universitario”, agrega.

“Cambiando la visión del deporte en Chile podemos hacer también que nuestros profesores entiendan lo importante que es para nosotros hacer deporte y que no es solamente un capricho, algunos piensan que es como para faltar a clases y ese no es el fin”, afirma la científica.

Ojalá que el gobierno sea la cabeza de un proyecto a nivel país porque no sirve de nada que una universidad se preocupe por este tema, sino que tienen que ser la mayoría o todas”, enfatiza Daniela.

Actualmente, Daniela Zamora ocupa el cargo de Analista Senior en el área de control de gestión de BiceVida. Sus proyecciones en el fútbol, cuenta, es seguir al menos hasta el partido de repechaje para el Torneo Olímpico de Fútbol Femenino Tokio 2020.

La última semana de julio, Fernanda Pinilla volverá a España para comenzar una nueva etapa con el Santa Teresa Badajoz y dar la pelea por el ascenso a primera división. Además, espera los resultados de su postulación al Master en Comunicación y Divulgación de la Ciencia en la Universidad de Barcelona.

“Me quiero dedicar, o al menos un tiempo probablemente, a la comunicación y la divulgación de la ciencia. En Chile, lamentablemente la comunicación y el entender la ciencia es un mundo que está bien en pañales, y tenemos que intentar como científicos democratizar la ciencia, entregarla, democratizar el conocimiento, y creo que una herramienta bien importante es cómo la comunicamos”, asegura Fernanda.