Síndrome de post hospitalización en cuidados intensivos:

Especialistas crearán el primer policlínico para el seguimiento de pacientes post UCI en Chile

Especialistas crearán el primer policlínico de seguimiento post UCI
Este equipo de la U. de Chile creará el primer policlínico de seguimiento post UCI en el país.
Este equipo de la U. de Chile creará el primer policlínico de seguimiento post UCI en el país.
Julia Guerrero,  Verónica Rojas y Eduardo Tobar, expertos y expertas que integran esta iniciativa.
Julia Guerrero, Verónica Rojas y Eduardo Tobar, expertos y expertas que integran esta iniciativa.
La Sociedad Americana de Cuidados Intensivos definió un síndrome posterior a la hospitalización en este tipo de unidades.
La Sociedad Americana de Cuidados Intensivos definió un síndrome posterior a la hospitalización en este tipo de unidades.

“La hospitalización en la unidad de cuidados intensivos tiene un impacto en distintos aspectos de la vida de quienes han estado allí, en dimensiones de salud física y mental, pero también en el retorno a lo laboral y lo social, por lo cual la capacidad funcional puede disminuir, o aparecer alguna alteración cognitiva, así como eventos vinculados a depresión”, afirmó la enfermera Verónica Rojas, del Departamento de Medicina Interna del HCUCH, quien lidera el estudio financiado por el Tercer Concurso Proyectos de Investigación en Salud de nuestro plantel.

En esta iniciativa, además, participan los doctores Julia Guerrero, Eduardo Tobar y Soledad Contreras, de la misma unidad, además de los doctores Antonello Penna, del Centro de Investigación Clínica Avanzada (CICA) y del Departamento de Anestesiología y Medicina Perioperatoria; Álvaro Tala, del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Norte, y la profesora Evelyn Álvarez, del Departamento de Terapia Ocupacional.

El impacto que este tipo de hospitalización puede tener en los pacientes, “alienta a que las distintas unidades de este tipo comiencen a hacer una búsqueda activa de este síndrome, para saber si los pacientes tienen un deterioro físico, cognitivo o en su bienestar mental derivado de su paso por la UCI, entendiendo que la salud tiene una dimensión integral y no solamente referida a aquel problema por el cual se trataron”, agregó Rojas.

Este síndrome se debe a razones multifactoriales, tales como la gravedad de la enfermedad; haber tenido diagnóstico de sepsis, distress respiratorio, delirium, así como la inmovilidad durante la hospitalización, sobresedación y el hecho que las familias o personas significativas para los pacientes no están siendo incorporadas de manera precoz al proceso de recuperación y rehabilitación.

La doctora Julia Guerrero añadió que “la terapia intensiva ha ido progresando en la medida que avanza el conocimiento tecnológico al servicio de la salud. En los años '80 las personas morían por alguna enfermedad grave por la cual llegaban a la UCI; a finales de los '90 lo hacían por la falla de varios sistemas de órganos enfermos. En los 2000 mueren pocos pacientes, pero tenemos un grupo nuevo que se va para la casa con enfermedades que antes de ingresar no tenían, y la literatura científica dice que la mitad de ellos va a fallecer".

Como agregó la especialista, "puede que estos sean problemas nuevos, como alteraciones en el ámbito de la salud mental por la vivencia que representa el haber estado así de grave, o deterioros cognitivos que impactan en la independencia y funcionalidad; pero también podría ser que se hagan evidentes otras disfunciones, como por ejemplo, una insuficiencia renal leve que pasa a ser moderada. El estar en las unidades de terapias intensivas también trae un debilitamiento de la fuerza muscular, por lo que se retrasa la reinserción laboral y social, desencadenándose una serie de eventos que antes no se conocían”.

Primer policlínico de seguimiento post UCI en Chile

Con el interés de generar la evidencia local que sustente la creación de una nueva clínica de seguimiento de pacientes posterior a la UCI, es que estos investigadores se reunieron para generar un proyecto piloto en el que reclutarán a 40 pacientes adultos y sus familias, a las cuales durante la hospitalización de su pariente informarán y educarán respecto del síndrome post UCI, así como los invitarán a participar de esta iniciativa, según la cual establecerán un protocolo de seguimiento multidisciplinario de los pacientes, mediante controles a los tres y los seis meses desde su alta médica.

“Vamos a seleccionar a pacientes de la UCI que tengan algunos factores de riesgo, como por ejemplo que hayan cursado delirium, tengan ventilación mecánica por más de 48 horas, que el motivo de ingreso sea un distress respiratorio o una sepsis, entre otras causas. Como somos un grupo multiprofesional, los evaluaremos de manera integral, en aspectos físicos, cognitivos, mentales y funcionales”, explicó la enfermera Rojas.

De esta forma, aclara, “montaremos el primer policlínico de seguimiento post UCI formal en Chile. Esto nos permitirá recopilar datos y de visibilizar la problemática, hasta ahora reportada por algunos países del mundo, pero que no es algo que se hace de manera sistemática ni obligatoriamente”.

Este avance, señalan las profesionales, contribuirá no sólo a los pacientes y sus familias, sino que también a la formación de pre y postgrado que se imparte en la Facultad de Medicina. “Hemos quedado muy satisfechos con nuestras tasas de mortalidad del paciente crítico, que desde el 2017 bordean del 10 al 12 por ciento. Pero lo que no sabemos es qué pasa con el casi 90 por ciento que se va para la casa. Esta iniciativa va a permitir que gente de distintas disciplinas, como medicina interna, psiquiatría, terapia ocupacional, enfermería o kinesiología abran su campo de acción; de hecho, en el mediano plazo queremos trabajar con la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas en el área de la conciliación y educación respecto de los fármacos que los pacientes se llevan al ser dados de alta”.

Por su parte, la doctora Guerrero señaló que “uno podría especular si estos datos podrían servir para estrategias de salud pública a nivel nacional, en el sentido de que esta población de pacientes necesita de una institucionalidad para su rehabilitación, para que puedan acceder a estas prestaciones valorizadas, que tienen por efecto finalmente que la persona se rehabilite en su calidad de vida y se reinserte a su sistema social y laboral. Esa sería la mirada ambiciosa más allá de la academia”.

La enfermera Rojas concluyó que “es un imperativo ético saber lo que pasa con los pacientes y sus familias luego de la crisis vital que significa el paso por la UCI; sólo de esta forma podemos intervenir precoz, integral e interprofesionalmente”.