Prof. Nella Marchetti, Diario La Cuarta

¿Cómo afectan las faenas en altura a la salud?

¿Cómo afectan las faenas en altura a la salud?

Realizar esfuerzo físico en alturas extremas siempre ha estado en entredicho. Hasta para la Fifa ha sido un tema, y no pocas veces han tratado de quitarle la clásica localía a Bolivia en La Paz, que enfrenta a sus rivales a 3.600 metros sobre el nivel del mar.

Claro que lo que dura 90 minutos para los futbolistas, hay operarios que lo viven a diario en las mineras del norte, un paraíso de las lucas y las oportunidades para muchos, pero que implica turnos rudos y expuestos a males que ahora reveló una investigación encargada por la Superintendencia de Seguridad Social a expertos de la U. de Chile y la U. de La Frontera.

“Efectos de la Exposición Intermitente a Gran Altitud en la Salud de los Trabajadores de Faenas Mineras” es el estudio, que se armó a partir de un seguimiento durante cuatro años a trabajadores que prestan servicios a empresas mineras del país, situadas desde el nivel del mar hasta los 4.800 metros de altura.

La investigación dejó al descubierto que los trabajadores que se desempeñan en altura (entre los 3 mil y 5 mil metros) durante más de 6 meses a turnos rotativos 7×7 y con 12 horas diarias, presentan afecciones como el “mal de altura” con una frecuencia 12 veces mayor que quienes laboran a menos de 3 mil metros. Además, se observaron compromisos neurocognitivos reversibles vinculados a la memoria y la concentración, problemas de presión arterial y 4,4 veces más alteraciones de sueño, todo esto en comparación a las personas que operan a baja altitud.

“Buscamos entregar evidencia científica sobre los efectos crónicos secundarios a la exposición laboral intermitente a la altitud geográfica, con el fin de regular las condiciones de trabajo, los tiempos de permanencia en altura y los turnos que sean menos dañinos para ellos, y así se puedan implementar medidas o políticas públicas al respecto”, destaca la directora del proyecto y miembro de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Nella Marchetti.

Para el académico de la Ufro y parte del equipo, Sergio Muñoz, se demostró que “los empleados del sector minero trabajan de una manera biológica distinta, siendo la intermitencia, es decir, tener que estar siete días en faena y otros siete en residencia (a nivel del mar), uno de los principales problemas, debido al brusco proceso de aclimatación. Esto se traduce en cefaleas, mal dormir y problemas de atención y concentración”.

Soluciones. Entre las salidas que el equipo de investigadores propone para disminuir los riesgos está la opción de oxigenar los campamentos o bajar las instalaciones a una menor altitud, para facilitar el sueño, junto con la evaluación de medidas para mitigar la presencia del “mal de altura”, que considera preaclimatación en faena y el uso de medicamentos para combatir los síntomas.

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