Serjoven, un modelo de atención a la adolescencia desde la Facultad de Medicina de la U. de Chile

Doctora Verónica Gaete recibe el premio “Dr. Julio Schwarzenberg”

Doctora Verónica Gaete recibe el premio “Dr. Julio Schwarzenberg”
La doctora Verónica Gaete y el equipo de Serjoven
Doctora Verónica Gaete

“La adolescencia no es una etapa de transición”, dice la doctora Gaete. “Dudo que haya otra época en la vida de una persona en que haya tantas metas y objetivos por lograr: ser exitoso académica y socialmente, hacer amigos íntimos, conseguir pareja, tener intereses deportivos, artísticos u otros, avanzar en el proceso de identidad y, por último, lograr la autonomía . Y eso en un, dos, tres, ya. Por eso digo que no es una etapa de transición: es un período desafiante y con una problemática propia”. En esa definición, la doctora Gaete ha centrado lo que ha sido el desarrollo de su carrera académica y asistencial, impulsando la atención integral en salud a adolescentes vulnerables así como la formación de profesionales sanitarios en el Centro Serjoven, ubicado en la comuna de Lo Barnechea desde hace 20 años.

Esta iniciativa, recuerda, partió desde mucho antes, con la mirada visionaria del doctor Federico Puga, académico del Departamento de Pediatría Oriente de la Facultad de Medicina quien, luego de una visita a Estados Unidos y Canadá a mediados de los años 80, señaló que una de las áreas por potenciar en términos de atención en salud, era la de ofrecer un modelo especialmente diseñado para los adolescentes. “Producto de ello y de la iniciativa de otros académicos del Campus Oriente, como son los doctores Matilde Maddaleno y Ramón Florenzano, pioneros en el área de la salud integral del adolescente en Chile, es que se inició un gran proyecto de atención en esa materia, en el consultorio La Faena de Peñalolén a principios de la década de los ’90, al que me integré inicialmente como becada de Adolescencia. A fines de esos años, y estando ya a cargo de esa unidad, decidimos pasar a una segunda etapa de desarrollo, por lo que nos trasladamos a Lo Barnechea y creamos el Centro de Salud del Adolescente Serjoven”.

Este centro, añade, tiene el objetivo de dar a los adolescentes el tipo de atención en salud que requieren, “llegando temprano en términos de prevención y ayudando en su problemática, que es bien específica y propia, debido a todos los desafíos que deben enfrentar en lo personal, familiar, social y académico. Desde la salud tenemos mucho que aportar, ayudando a favorecer el desarrollo normal, prevenir problemas y tratarlos cuando se producen”.

“Diseñamos un modelo distinto y específico para la atención de este grupo etario, que permitiera el fácil acceso de los adolescentes vulnerables, porque ellos no se atendían en los consultorios, ya sea por barreras propias como no conocer cómo funcionan, por falta de autonomía respecto de sus padres o de recursos monetarios; pero también por barreras que les ponía el sistema de salud: el temor que no se respete la confidencialidad, los trámites que tienen que hacer, o que se los vea como niños. Incluso otras; por ejemplo, los varones no van a consultar por la creencia de que como son hombres son fuertes y, por lo tanto, no se enferman; y, en ambos géneros, no buscan ayuda en materia de salud mental por diversos motivos, que van desde la falta de conciencia del problema, hasta el sentir que no se los va a poder ayudar”, sentencia la académica.

“Todo eso hace que si se quiere ver a  adolescentes y llegar a tiempo en el enfrentamiento de sus problemas –como consumo de sustancias, conductas sexuales de riesgo, violencia, trastornos alimentarios, entre otros- hay que tener un sistema distinto y dedicado especialmente a ellos. Y Serjoven constituye la implementación de este modelo, que está dirigido a jóvenes vulnerables, es gratuito, queda cerca de su casa, los acogemos casi sin trámites para su ingreso, hay un trato especial con ellos y cuando ingresan nos comprometemos a seguirlos hasta los 20 años, tratando de que siempre sean los mismos profesionales los de su equipos de salud tratante, porque nos preocupamos de generar un vínculo especial con cada uno de los adolescentes que ingresa al centro y asegurar su derecho a confidencialidad –con los límites pertinentes-, dos elementos esenciales para lograr entregar a los jóvenes una atención que los ayude a prevenir o resolver sus problemas”.

Replicable a lo largo del país

Para velar por su adecuado funcionamiento en términos financieros y asegurar su sustentabilidad, la doctora Verónica Gaete debió formar la Corporación Serjoven, sin fines de lucro y a la que allegan recursos mediante distintas vías, “lo que significa que el camino que hemos tenido que seguir ha sido duro. Conseguimos cerca de 300 millones de pesos al año, de los cuales el 37% proviene del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda, gracias a que ofrecemos un programa de tratamiento para jóvenes con consumo perjudicial de sustancias; un 15% proviene de un convenio por la venta de servicios a la Municipalidad de Lo Barnechea; otro 30% de la Facultad de Medicina, en términos de remuneraciones, y el resto viene de aportes de la Corporación de Amigos del Hospital Luis Calvo Mackenna, Amicam, y de cursos y diplomados que ofrecemos, así como de donaciones particulares que recibimos. Siempre estoy dando la pelea para conseguir los recursos, que se destinan no sólo a la atención clínica sino que también a cumplir con el objetivo de formar profesionales, para que sean capaces de atender adolescentes en otras partes del país”.

Con ese fin, el centro ha propiciado que sus integrantes se especialicen en atención de adolescentes: “Cuando partimos yo era la única académica especialista de la Facultad de Medicina, por lo que todos estos años me dedicado a facilitar que el equipo crezca; somos 25 personas, y hoy no sólo tenemos médicos especialistas en adolescencia –pediatras, médicos familiares, psiquiatras infantojuveniles-, sino que también sicólogas, matronas, asistente social y sicopedagoga, todos con un alto grado de capacitación. Así podemos atender y hacer docencia con un alto grado de capacitación, por lo que no sólo hemos recibido a cientos de estudiantes de pre y postgrado de diversas carreras de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y de otras pertenecientes a universidades privadas, sino que también apuntamos a influir en las políticas o lo que se haga en materia de adolescencia, contribuyendo con evidencia y para lo cual colaboramos activamente con el Ministerio de Salud y sociedades científicas nacionales e internacionales. Además, hemos sido claves en la reciente obtención de la certificación de la especialidad de Medicina de la Adolescencia por parte de la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas, Conacem.

Pese a ello, la doctora Gaete sostiene que siguen enfrentando desafíos, que cambian cada día los requerimientos en materia de salud que deben abordar: el creciente número de trastornos ansiosos, el consumo de alcohol y sustancias, la prolongación cada vez mayor de la adolescencia, la violencia en el pololeo, la mayor apertura en materia de identidad sexual. Para abordarlos a nivel país, comenta que Serjoven es un modelo que podría replicarse en otros servicios de salud, “pero idealmente vinculado a universidades, de manera de contribuir a la formación y capacitación de profesionales del sector, facilitando el acceso a la educación continua en el ámbito de la salud integral del adolescente”, finaliza.