21 de octubre de 2019

Declaración Pública Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende G. Facultad de Medicina - Universidad de Chile

Declaración Pública Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende G.

Declaración Pública
Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende G.
Facultad de Medicina - Universidad de Chile

21 octubre de 2019

Como Escuela de Salud Pública, y basado en nuestra larga tradición de contribuir al bienestar de las personas que habitan este país, queremos manifestar nuestra preocupación ante los recientes acontecimientos que expresan una explosión social, y que han emergido en diferentes comunidades y regiones de Chile.

Queremos hacernos parte de una reflexión que consideramos urgente sobre el malestar social que lleva años sin respuesta de fondo y que se ha hecho visible en las manifestaciones masivas de los últimos días, gatillada por el alza en el transporte colectivo.

Las manifestaciones de la ciudadanía y la violencia expresada en nuestras calles, tiene su raíz en la profunda desigualdad social y en la violencia que su vivencia imprime cotidianamente en la vida de millones de ciudadanos/as y son muestra del sufrimiento colectivo arrastrado por años en un sistema que no promueve la equidad social.

Desde nuestro campo de acción, la salud de la población, la evidencia es sólida y abundante. En efecto, desde hace más de un siglo se ha demostrado que la desigualdad e inequidad social produce innumerables daños, enfermedad y muerte a quienes están en desventaja. Las inequidades comprometen las posibilidades de desarrollo de una sociedad y crecen cuando los gobiernos no muestran voluntad política para adoptar decisiones oportunas e integrales orientadas al bien común, cuando los derechos humanos fundamentales se convierten en bienes de consumo individual, cuando las pensiones tras una vida de trabajo son indignas para la mayor parte de los trabajadores/as quedando en una posición social de desprotección y desvalorización en la sociedad, cuando se limita el acceso a una atención de salud igualitaria y digna, y se vulneran las oportunidades para vivir en un ambiente saludable. Junto a ello, la progresiva y sostenida privatización y lucro en áreas fundamentales como salud, educación, pensiones, vivienda y transporte, con recursos que son cruciales para la vida y el desarrollo social, en desmedro de políticas de protección social, ha llevado a la sociedad chilena a una situación límite.
El descontento expresado en las calles es el resultado de este proceso sistemático de desprotección y abandono y la manifestación ciudadana, expresa el fracaso de un Estado en su rol fundamental de velar por el bienestar y derechos de todos/as sus ciudadanos/as sin exclusión. Nos parece necesario en este punto distinguir el movimiento social en el que debemos centrarnos, de los actos delictuales realizados por grupos que no representan a la mayoría de los chilenos, los cuales rechazamos tajantemente.

Frente a ello, el Estado de Emergencia declarado en varias de nuestras ciudades, el toque de queda y la movilización de fuerzas militares no puede ser la primera y única respuesta frente al malestar social expresado. La situación obliga a un análisis más profundo respecto de las transformaciones que nuestra estructura política, económica y social ha sufrido en las últimas décadas, para llegar a este punto. El avance en principios fundamentales de nuestra sociedad, como la participación democrática y la solidaridad, es fundamental para la construcción de un sistema sólido de protección social que garantice avances sustantivos en justicia social.

Los acontecimientos nos interpelan a todos los ciudadanos y ciudadanas a revisar y recuperar la capacidad de diálogo político y social, los mecanismos reales de participación ciudadana y la construcción de un Estado y de políticas que representen los intereses del país en la búsqueda del buen vivir para todos/as sus habitantes.

Como institución abocada al campo de la salud poblacional y sus determinantes estamos convencidos que hoy es ineludible, imprescindible e impostergable la construcción de un nuevo pacto social basado en principios de igualdad, equidad y respeto a los derechos humanos, que genere una agenda que incluya las siguientes acciones:

• Una reforma profunda al sistema de salud, que nos lleve hacia la construcción de un sistema único y solidario, con transformaciones estructurales al financiamiento y prestación de servicios que posibilite el acceso universal a una atención digna y de calidad. En definitiva, que la salud de las personas sea un verdadero derecho.

• Enfrentar la crisis socio-ambiental, que en la actualidad amenaza la sobrevida de comunidades completas, recursos naturales y ecosistemas fundamentales para Chile y el planeta. Las llamadas zonas de sacrificio conforman en sí mismas expresiones de violencia institucional que continúan sin acciones efectivas para prevenirlas y reparar el daño.

• Aumentar el aporte directo a la educación pública, en todos sus niveles, como uno de los mecanismos para asegurar equidad y calidad.

• Una reforma estructural al sistema de pensiones que permita mejorar sustantivamente el monto de éstas y las condiciones de quienes están jubilados/as, así como la sostenibilidad del sistema en base a la solidaridad intra e intergeneracional.


Estamos a disposición de las instancias pertinentes para participar en procesos de diálogo y reflexión con el fin de contribuir desde nuestro quehacer a la identificación de caminos posibles que permitan generar acuerdos para avanzar hacia la solución de las demandas y recuperación de la paz social.

Dirección Escuela de Salud Pública, Dr. Salvador Allende.