Carta al presidente de la República y Ministro de Salud

Carta al presidente de la República y Ministro de Salud

Señor Presidente de la República
Sebastián Piñera E.
Señor Ministro de Salud
Jaime Mañalich M.

En los últimos 20 días hemos sido testigos de la vulneración de los derechos fundamentales de las personas, en particular, del derecho a manifestarse y el derecho a la salud. El gobierno ha respondido con una fuerte represión policial ante la demanda ciudadana que exige un cambio profundo en las bases del modelo socioeconómico, modelo que ha instaurado y perpetuado la desigualdad, la exclusión, la segregación social y ha llevado a la salud pública a una situación de crisis y mercantilización. Pese a toda la violencia con que el gobierno ha enfrentado las demandas sociales, las manifestaciones han continuado y con ellas también el uso excesivo de la fuerza y violaciones a los DDHH.

La exposición diaria a los componentes tóxicos de las bombas lacrimógenas ha afectado especialmente niños y niñas, jóvenes, embarazadas y adultos mayores. Asimismo, el Instituto Nacional de Derechos Humanos ha presentado en los últimos 19 días 319 querellas por torturas de parte de Carabineros, entre ellos 17 casos de tortura sexual y 5 casos por homicidio. Respecto a las denuncias recibidas por el Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico, un 51% tienen que ver con lesiones causadas por balines. Los daños provocados son de diversa índole, destacando la lamentable cifra de más de 170 personas con trauma ocular severo, las que en su mayoría perderán la visión de manera permanente. Estas lesiones han sido causadas casi en su totalidad por parte de la fuerza policial, pues los civiles no manejan estas armas.

Las cifras de trauma ocular alcanzadas en apenas dos semanas, no tienen comparación con el resto del mundo. De acuerdo a la revisión de reportes internacionales, ningún país en contextos de movilizaciones similares o de guerras tiene registros como estos. Sólo nos acercamos a la cantidad de lesionados que hubo en Israel entre 1987-1993 (154 personas). Es decir, Chile está batiendo el triste récord de tener el mayor número de casos de trauma ocular severo por balines en contexto de manifestaciones sociales.

Estos daños graves e irreversibles, de acuerdo a un informe emitido el 6 de noviembre por la Unidad de Trauma Ocular (UTO) del Hospital Salvador, ha afectado a personas en un rango de edad entre 14 y 69.5 años, lo que generará un impacto en la calidad de vida y en el ámbito laboral y económico. Como salubristas y profesionales de la salud, sabemos que, además de los impactos físicos, las vulneraciones y agresiones que ha sufrido la población en su conjunto tienen un enorme impacto en la salud mental de las personas y configuran un nuevo problema de salud pública.


Agravando la situación y considerando que parte de la labor del Estado y del Ministerio de Salud es la vigilancia, nos preocupa la invisibilización de fallecidos, heridos con lesiones de diversa índole, principalmente oculares. En este sentido, exigimos que se realice un catastro denunciamos la omisión de estos daños a la salud en el último Boletín de Eventos en Salud Pública donde no aparece ninguna mención al respecto, toda vez que está consignado en el Manual de capacitación en vigilancia de lesiones donde aparece específicamente una subcategoría a vigilar como “violencia del Estado": por lo que es parte de la labor del MINSAL garantizar el registro y denuncia obligatoria de los casos en servicios de urgencia en todo el país.

Por lo anterior, interpelamos a las autoridades de gobierno a eliminar de una vez el uso de balines antidisturbios y bombas lacrimógenas y a detener las violaciones a los DDHH ejercidos por agentes del Estado.


Escuela de Salud Pública Dr. Salvador Allende
Facultad de Medicina
Universidad de Chile

Sociedad Chilena de Epidemiología

Sociedad Chilena de Salubridad

Santiago, 08 de noviembre de 2019