Con el legado de Alberto Pérez:

Facultad de Artes relanza Revista Electrónica de Artes

Facultad de Artes relanza Revista Electrónica de Artes
Con la obra de Alberto Pérez, en que se incluye material inédito, se relanzó la Revista Electrónica de Artes de la Facultad de Artes.
Con la obra de Alberto Pérez, en que se incluye material inédito, se relanzó la Revista Electrónica de Artes de la Facultad de Artes.
La Revista Electrónica de Artes busca recuperar, preservar y ahondar en la vida y obra de artistas nacionales.
La Revista Electrónica de Artes busca recuperar, preservar y ahondar en la vida y obra de artistas nacionales.
Toda la información ha sido organizada en formato html y css, pensando en las necesidades de quienes visitan la Revista Electrónica de Artes.
Toda la información ha sido organizada en formato html y css, pensando en las necesidades de quienes visitan la Revista Electrónica de Artes.

Poco a poco, la Revista Electrónica de Artes comienza a tomar cuerpo. Parte de las obras de Ramón Vergara Grez, José Balmes, Gonzalo Barahona, Ingeborg Ogaz y Alberto Pérez, ya forman parte de la publicación de la Facultad de Artes, la que pretende recuperar, preservar y ahondar en la vida y obra de artistas nacionales.

La publicación, realizada por el Equipo del Laboratorio Multimedial de la Facultad de Artes y que se enmarca en las políticas de desarrollo electrónico de dicha entidad, se actualiza constantemente y contiene textos, registros visuales y sonoros de los artistas aquí documentados.

Tal es el caso de Alberto Pérez, quien fuera el primer Doctor en Historia en Chile y académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. En esa Casa de Estudios no sólo fue profesor, pues allí realizó, además, sus estudios de pre grado en la Facultad de Filosofía y Educación.

Sylvia Ríos, ex directora del Museo de Arte Popular Americano y profesora por más de 30 años de la Facultad de Artes, es, actualmente, la albacea de Alberto Pérez y se ha encargado de difundir toda la obra que este artista, teórico, poeta y ensayista realizó durante toda su vida. "Esto no puede quedar botado sin que nadie se preocupe", señala Sylvia, quien ha ido sumando, entre otras cosas, fotografía, textos, videos y poemas a la Revista Electrónica de Artes.

Su labor comenzó en 2003, cuando se concretó una exposición retrospectiva de Alberto Pérez en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde "por primera y única vez, yo creo, se reunieron la mayor parte de las obras existentes en Chile", explica Sylvia, aclarando que no pudieron contar con las que se encontraban en el extranjero por el costo que ello significaba.

Hoy, la mayor parte del trabajó que realizó este artista y teórico, se encuentra reunido y disponible en la Revista Electrónica de Artes -a la que se puede acceder desde cualquier parte del mundo-, en la que no sólo aparecen sus pinturas, discursos y ensayos, sino también, escritos inéditos que dejó al morir en 1999.

-Profesora, ¿cuántos textos inéditos hay de Alberto Pérez?

-Dejó un texto muy importante que está inconcluso y que se llama "La creación artística como forma de resistencia a la dictadura militar", que es uno de los textos que están actualmente en la red. Hay otro sobre Camus y otro que se publicó en parte en una revista del Instituto Nacional, pero poca gente conoce esas cosas. Otro libro que se publicó en forma póstuma fue "La rebeldía como camino ético en el arte", en el Instituto de Estudios Griegos y gracias al coautor Fidel Améstica. Además está el de Macbeth y otro de Camus.

-¿Cómo nace la idea de querer dar a conocer el legado de este artista y teórico?

-Porque yo fui su compañera en los últimos 10 años y consideré que no era posible que toda esta obra realizada en tantos años no fuera dada a conocer. A mí me gustaría también hacer una recopilación de todo lo que él escribió. Le escribió a muchos artistas porque tuvo dos galerías en los años de la dictadura, como una manera de estar cerca de los artistas y para trabajar en algo con la cultura. La verdad es que había una cultura alternativa, media subterránea, pero en general, no había gran desarrollo cultural como existe hoy.

-¿Por qué decide quedarse en Chile en el periodo de la dictadura?

Yo me acuerdo de haberlo escuchado decir cuando sabe de su exoneración aquí el año 74, 'no, yo me quedo en este país porque si todos se van, ¿quién se va a quedar?' él toma la decisión de quedarse en Chile porque amaba mucho Chile, amaba mucho su paisaje, era un hombre muy pegado a la tierra. él dice 'yo me quedo aquí, no tengo por qué dejarle mi país a otra gente'. Fue un gesto muy valiente porque él no tiene prácticamente de qué vivir cuando lo echan de la universidad. Podría haberse ido a Francia, a Alemania. Era un persona a la que yo le admiro la valentía que tuvo porque arriesgó mucho, en un momento, casi arriesgó la vida. Trabajó clandestinamente en el Partido Socialista y sufrió mucho porque sintió la muerte en muchos compañeros que hoy están desaparecidos. Hay muchos poemas de ese período que muestran este sentimiento, no de desarraigo porque en ningún momento se sintió desarraigado en su propio país, pero si de un exilio interior, de cómo sentir que lo que estaba pasando era terrible. Recién vino a recuperar algo de trabajo cuando el 77, creo, un amigo de él, Fernando Aranguiz, lo deja como curador de las exhibiciones del Instituto Cultural de Las Condes, donde dura como 2 años. Luego crea la galería, que era un espacio al que también había poesía, artesanos, grupos folklóricos, un espacio de reunión de la cultura alternativa.

-Leí que como profesor encantaba a sus alumnos, ¿es eso cierto?

-Sí, él era un maestro que fascinaba absolutamente a sus alumnos porque tenía una energía tremenda. Pero, en los últimos años, eso tenía un costo tremendo porque al final hacía una clase y quedaba exhausto. Cuando estaba más joven, era realmente un personaje impresionante, como captaba a la audiencia por la forma, por la energía que ponía en escena. Estar en una clase con él era una cuestión inolvidable, cosa que no digo sólo yo, sino también Gonzalo Díaz, Francisco Gacitúa que siempre mantuvo una amistad con él y escribió un texto muy lindo que se llama "Alberto Pérez revisitado" que es un texto de un ex alumno y de un amigo en que habla de los caminos y las puertas que hay que abrir para llegar a conocer a Alberto.

-¿Usted sabe qué significó para él ser, por tanto tiempo, parte de la Universidad de Chile y de la Facultad de Artes?

-Para él era complejo porque recordaba la Facultad de Artes con mucho cariño, sobre todo en la época en que él había sido líder, actor y tan importante en la Reforma Universitaria. Para él, esa era la facultad que él quería, esa pensante, autocrítica, con ideas nuevas, con diálogos fuertes, reuniones, cambios importantes. él siempre tuvo en su corazón la idea de volver acá. En el año 81 es llamado por la naciente Universidad Central para hacer clases y después lo invita la Universidad Católica. Había ganado un concurso el año 85 en la Chile, pero desgraciadamente eran muy pocas horas y no podía vivir de eso. La idea de él era volver a lo que había sido su alma mater y tuvieron que pasar casi 10 años para que pasara. Yo creo que él tenía un sentimiento encontrado con la Universidad. Por un lado amaba mucho la Chile, pero por otro lado, en esos años, estaba como un poco afectado de que no se le hubiera reconocido porque él también tenía una idea de lo que él era. Yo creo que cuando se fue no estaba contento, pero no sólo con la Chile sino que con el país y eso él lo reconoce en una entrevista en El Mercurio, el año 98, con respecto a que la Universidad y el país no eran lo que todos pensábamos que tendrían que ser en la vuelta a la democracia.

-Usted comentó hace un tiempo que Alberto era un artista del que se hablaba mucho pero se sabía poco, ¿a qué cree que se deba?

-Yo pienso que es una persona, más allá de un artista, sobre el cual se ha estudiando poco porque él tenía un bajo perfil. Primero porque él siempre decía que cuando muriera se conocerían sus cosas, lo que ha escrito, en fin. Como poeta, afortunadamente tuvo la suerte de que una de sus poesías fundamentales se pudiera publicar, pero se publicó en un libro que es exclusivo de ciertas personas e instituciones, "La geopolítica de Chile".

-En ese sentido, ¿qué le parece que la Revista Electrónica de Arte difunda la obra de Alberto Pérez?

-A mí me parece muy importante el lanzamiento de esta revista porque es un lanzamiento que llega a todo el mundo. Además, la revista es algo dinámico, no es algo que queda ahí estancado. Queremos lanzar otros libros por la red, algunos escritos inéditos, la poesía, escritos antiguos de él. En fin, que se difunda su pensamiento para que otras generaciones conozcan a este maestro, historiador, pensador, poeta.

-Como teórica, ¿cuál es el valor que tiene una revista de esta naturaleza?

-Tiene mucho valor. Primero, para dar a conocer la obra de este artista y de otros artistas también, como el caso del profesor Vergara Grez, el caso de Balmes. Pienso que más adelante se sumarán comentarios, escritos, escritos de los propios artistas sobre sí mismos –que son muy importante-, además de su obra pictórica. Creo que ha sido muy importante para la Facultad y para el Departamento que tengamos esta revista. El nivel que tiene la revista y la difusión masiva es súper importante.

-El hecho de que la obra de Alberto Pérez se difunda justamente en una revista de la Facultad, ¿qué significa para usted?

-En el fondo, es una forma de devolver un poco lo que Alberto entregó a la Facultad. Siempre se ha hablado de él, de que es un profesor, un maestro incomparable. Yo pienso que es una forma de agradecer también a alguien que hizo mucho y que todavía, gran parte de su obra, tanto en ensayo, como poesía y plástica, está por analizarse. Quizás algo se ha analizado, pero no hay mucho escrito sobre él.

-¿Está decidida a dar a conocer el legado de Alberto Pérez?

-Yo ya comencé el 2003. Después de que muere, el 99, pienso que hay todo un legado que hay que darlo a conocer porque sus hijos, por una u otra circunstancia, no lo han hecho y esto no puede quedar botado sin que nadie se preocupe. Me considero con un nivel moral de hacerlo y porque además le tengo un tremendo cariño y una gran admiración a todo lo que él hizo, a él como persona, una persona que es tremendamente ética en todos los momentos de su vida. él postulaba algo y lo llevaba hasta las últimas consecuencias. Además, hay que dar a conocer eso porque es una muestra para la gente joven de personas que son diferentes y por eso los jóvenes siempre se le acercaban, les gustaba discutir con él, discusiones ricas, llenas de conocimiento y sabiduría en las que los jóvenes salían enriquecidos.

Parte importante del legado de Alberto Pérez se encuentra disponible en la Revista Electrónica de Artes (http://rea.uchile.cl), al igual que las obras de otros importantes maestro como Ramón Vergara Grez y José Balmes, quien fuera compañero de Alberto Pérez en el Grupo Signo.