La satisfacción de aportar al país con un servicio público, de alcanzar enriquecimiento personal, de tener el privilegio de un intercambio de conocimientos, e incluso obtener la validación de prácticas profesionales para algunas carreras, son algunas de las particularidades que tienen los trabajos voluntarios de verano que organiza cada año la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), que vuelven -por tercer año consecutivo- a la localidad de Canela, en un plan de seguimiento que se encuentra realizando desde hace un tiempo esta agrupación estudiantil.
El presidente de la FECH Jaime Zamorano, conversó con U al Día sobre los proyectos que se encuentran desarrollando los voluntarios desde el 27 de enero y que culminarán el próximo 10 de febrero.
En la versión 2008, el grupo de alumnos inscritos bordeó los 190 jóvenes que incluían a estudiantes cursando su último año de estudio, como también representantes de recién matriculados -o más conocido como "mechones"- que de inmediato se inscribieron en esta experiencia, precisó Jaime Zamorano.
Las áreas que se desarrollarán en terreno son variadas, agregó, especificando la existencia de proyectos en Veterinaria, Odontología, Medicina, Asistencia Judicial, Construcción, Escuela para Microempresarios, Proyecto para instalar Paneles Solares, Escuelita de Fútbol, Talleres Infantiles, Muestras Artísticas de Danza y Obras de Teatro para niños y adultos.
El financiamiento de estas iniciativas se logra con la suma del aporte que hacen las Facultades, que en el caso de la propuesta de la energía solar contó con casi el 80 por ciento del presupuesto proveniente de la Unidad de Ciencias Físicas y Matemáticas. La diferencia, en cada uno de los proyectos se saca de los fondos de la FECH y algunos auspicios que se consiguen los propios estudiantes.
Particularidades de la U. de Chile
El presidente de la FECH destacó que "una de las particularidades de los trabajos de la federación es justamente su seriedad y compromiso. Los jóvenes tienen horarios, cumplen requisitos y respetan ciertas reglas que se imponen en los trabajos voluntarios".
Agregó que los estudiantes tienen claro en el marco en que se desarrollan estos proyectos y "que no son unas vacaciones o un momento para descansar, sino que van a hacer un aporte que está en directa relación con la comunidad y que es un oportunidad para dar cuenta de lo que se ha aprendido en la Universidad".
Zamorano explicó que, incluso en algunos proyectos, participan académicos en la preparación de las propuestas desde Santiago.
Otro de los aspectos distintivos que explicó el dirigente estudiantil fue la posibilidad de obtener un documento por parte de la Municipalidad de Canela que certifica la realización de un trabajo profesional y que permite cumplir con requisitos de la malla curricular.
Respecto a la decisión de repetir el destino por tercera vez, Zamorano recordó que se trata de una de las comunas más pobres del país y que esta decisión permite realizar un seguimiento de los servicios prestados. Además, aclaró, la Municipalidad debe calificar los trabajos, cuyas evaluaciones han ido subiendo de un año a otro, y que en esta oportunidad la FECH se ha propuesta alcanzar la nota máxima.
Como estudiantes de la Universidad de Chile, reflexionó Jaime Zamorano, el trabajo en terreno permite sentir la "responsabilidad" de traspasar los conocimientos se adquiere en las aulas con una visión que va más allá del beneficio personal, "con una visión del desarrollo de la nación, de la sociedad en general".
"Ahora es cuando tenemos que demostrar que la Universidad de Chile sigue siendo el pilar fundamental para el desarrollo de nuestro país y que debe apuntar a mejorar las condiciones y calidad de vida de la inmensa mayoría de los ciudadanos", concluyó.