1. Nuestro más enérgico repudio a las acciones de aquellos responsables de tales hechos, acciones que a nuestro juicio lesionan gravemente los fundamentos de la convivencia universitaria y en consecuencia impiden la legítima y articulada participación del conjunto de la comunidad universitaria en la vida institucional.
2. Nuestra opinión de que dichas acciones no solo no son admisibles, sino que se ejercen antes de que una instancia triestamental como el Senado Universitario pueda analizar y pronunciarse respecto de aquellos
aspectos del Proyecto Bicentenario JGM que al parecer son cuestionados por los responsables de los lamentables hechos del 20 de Mayo.
3. Nuestra convicción de que la convivencia en una universidad pública depende precisamente del más firme cultivo del diálogo entre sus diferentes actores, como asimismo del respeto irrestricto de la
diversidad de opiniones y argumentos.
4. Nuestro reconocimiento de que el Senado Universitario es el legítimo espacio de triestamentalidad en la Universidad de Chile, dentro del marco institucional que nuestra comunidad ha acordado democráticamente para regular su vida organizacional.
5. Por consiguiente, solidarizamos completamente con las declaraciones realizadas tanto por el Consejo Universitario, como por el Senado Universitario y por el Rector de nuestra Universidad, en sus aspectos
más esenciales.
6. En consideración a lo anteriormente expuesto, creemos necesario solicitar de aquellos responsables de los hechos del 20 de Mayo la toma de conciencia de la necesidad de restablecer los vínculos que contribuyan a recuperar los parámetros de confianza y convivencia que requiere y espera nuestra Universidad de sus diversos actores.
28 de mayo/2 de junio 2008