Harald Beyer y las metas en educación para 2018

Harald Beyer y las metas en educación para 2018

El jueves 8 de octubre, en el marco de las Charlas Bicentenario y en una sala repleta de estudiantes del Instituto de Asuntos Público, el Doctor en Economía, Harald Beyer dictó la charla: "¡Apurar el tranco en educación! Metas para 2018".

Beyer fue recientemente nombrado por el Gobierno para formar parte del Consejo de la Universidad de Chile, por lo que su presencia también permitió un diálogo con los estudiantes antes de asumir esta nueva responsabilidad.

La charla estuvo centrada en los desafíos que Chile debe emprender para lograr ser un país desarrollado. En este sentido, Harald Beyer señaló que en materia escolar "se debe avanzar en calidad y equidad, logrando simultáneamente mejorar nuestros resultados en las pruebas de medición internacional y disminuir la importancia del origen socioeconómico en dicho rendimiento, sobre todo en la escolaridad temprana". Por otro lado, señaló que el Ministerio de Educación debe "concentrarse y fortalecer su capacidad de control sobre los desempeños", y asimismo apoyar el fortalecimiento de las capacidades técnico-pedagógicas de los sostenedores.

 

Calidad y financiamiento

Otro de los puntos de gran importancia es mejorar las capacidades docentes, para lo que propuso una serie de medidas como: exigencias para los programas de pedagogía, subir puntajes mínimos de ingreso, promover exigencias mayores para acreditación, exigir examen de habilitación, mayor proyección profesional para los docentes, mejores salarios iniciales, un perfil posterior que premie a los docentes más destacados, mayores atribuciones y exigencias a directores y mejorar capacidad de gestión de sostenedores. Sin embargo, enfatiza, estas son decisiones de alto costo político, ya que significan mucha inversión y resultados de largo plazo.

Además, el investigador del CEP, señaló que para perfeccionar la oferta educativa se debe asegurar una mayor profesionalización de la gestión de los sostenedores públicos y prepararlos para recibir mayores atribuciones; así como perfeccionar el financiamiento por alumno y por asistencia.

Beyer señaló que el financiamiento actual es insuficiente y su diseño inapropiado. "Si por estudiante gastásemos lo que gastan los países de la OCDE deberíamos invertir cerca de US$600 dólares en educación básica y US$ 1.000 en media". Pese a esta complicada cifra se mostró optimista, pues "podemos aumentar gradualmente el gasto por estudiante si aprovechamos bien la transición demográfica y el crecimiento económico. Por supuesto que un mayor financiamiento debe ir acompañado de mayores exigencias para que el aumento de gasto se traduzca en mejores desempeños", señaló.

 

Educación superior

Sobre la educación superior, Beyer señaló todas las complejidades del debate sobre el financiamiento estudiantil (como el AFI) y modelos institucionales. Sí fue enfático al decir que el gasto público directo sigue siendo muy bajo, cercano al 0,4% del PIB, para lo que propuso un aumento gradual, pero sujeto a convenios de desempeño. Agregó que se debe producir la apertura a instituciones distintas del Consejo de Rectores, aunque excluyendo a aquellas que tienen fines de lucro, y que casas de estudio como la Universidad de Chile merecen un financiamiento basal que asegure su buen funcionamiento, junto con asignaciones competitivas.

Finalmente, el investigador expresó – al igual que Miguel Kiwi – la necesidad de invertir en ciencia y tecnología, y garantizar una evaluación efectiva de los distintos programas, fortaleciendo la institucionalidad.