Con ocasión del Bicentenario de la República de Chile, el Museo de Arte Contemporáneo se dio a la tarea de rescatar un conjunto de obras experimentales producidas durante las décadas de 1970 y 1980. Este proceso se inició con una convocatoria a diversos artistas fundamentales del período a donar obras a la colección. Más de treinta artistas aceptaron la iniciativa, entre ellos algunos de generaciones posteriores que recogieron la herencia experimental de aquellas décadas. El resultado es la exposición "Chile años 70 y 80: Memoria y Experimentalidad", con más de cien piezas, algunas de las cuales ya formaban parte del patrimonio institucional. Debido a los daños sufridos por el Museo en el terremoto, la inauguración de este proyecto Bicentenario se vio aplazado para el presente año y el este 27 de julio se celebró la inauguración de este magno evento para la historia del arte visual chileno.
El evento convocó a centenares de personas que llenaron el hall central del Museo para participar de esta histórica exposición, además de la presencia del Ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke; el Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez Vera, el Director del MAC,Francisco Brugnoli, la Decana de la Facultad de Artes, Clara Luz Cárdenas, y el artista Elías Adasme, en representación de los artistas chilenos que viven en el extranjero, pero que igualmente realizaron su contribución.
"Chile años 70 y 80: Memoria y Experimentalidad, es para nosotros el proyecto histórico más importante del último período. Completar la colección -por lo menos en parte- con una producción de obra que, en general, está ausente en forma importante de las colecciones de nuestros museos es para el MAC, como museo universitario, una responsabilidad ineludible", expresó Francisco Brugnoli al dar la bienvenida a la multitud de gente participó de la inauguración.
"Esto representa una memoria que no se puede olvidar, aquí van a poder ver a varios artistas que han desaparecidos del imaginario público, se podrán recordar grupos y movimientos, a través de una exposición complejísima que integra obras y archivos. Documentos que ustedes pueden explorar, analizar, y dan cuenta de un período dificilísimo de la historia de Chile", detalló.
"Hemos hecho un proyecto presentado al Consejo Nacional de la Cultura gracias al cual podemos realizar todo el montaje y la restauración de muchas obras que estaban dañadas con el tiempo", añadió junto con agradecer a los artistas que donaron obras y a las personas e instituciones que apoyaron esta iniciativa, "en primer lugar a nuestro Rector Víctor Pérez Vera. Ustedes saben todo lo significativo que ha sido su gestión en los últimos días en pro de la educación pública. Nuestro museo es un museo universitario, es un museo de la Universidad de Chile y nosotros creemos que lo que hacemos va en ese sentido de cautelar y poner en presencia los bienes públicos".
Rector: "La cultura y la educación es un bien público"
Para el Rector, esta exposición representa "la esencia de un bien público" que la Universidad de Chile entrega a la ciudadanía.
Así lo expresó al comentar el valor de esta muestra: "70- 80: Memoria y Experimentalidad representa el trabajo de muchos intelectuales y artistas que a través de su obra expresaron el dolor, la angustia, el llanto y la pena, de miles y miles de chilenos y chilenas que durante esos años tuvieron que hacer frente a la situación política del país".
Y continuó: "La Universidad de Chile, al dar a conocer esta obra, recupera la memoria y la hace presente a todas y todos. Está en la esencia de la Universidad Pública ser un lugar de diversidad, de pluralismo, de libertad intelectual, y eso es lo que la Universidad de Chile hoy está abriendo".
"Ojala que la muestra que hoy tiene este museo pueda expandirse en otras áreas y que tengamos muchos otros espacios como éstos, que permitan que todos los chilenos y chilenas -sobre todo los más vulnerables- tengan derecho a la cultura, porque la cultura y la educación es un bien público. Por ello, la Universidad de Chile va a ser todo lo que esté al alcance de su mano para preservar esta tarea con su misión y su historia. ¡Que viva la Universidad de Chile, viva la Universidad Pública! , concluyó.
Un apoyo financiero permanente para el MAC
Por su parte, el Ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, expresó sentirse honrado de estar presente en dicho acto inaugural y destacó el trabajo mancomunado realizado entre la institución que él representa y el MAC por recuperar la fachada, tras los daños que dejó el terremoto.
"Estamos trabajando para poder proveer -en adelante- de una forma de financiamiento más permanente que permite a este lugar mantener la dignidad que ha mantenido durante 60 años. Y esto es materia de preocupación del Ministro de Cultura y de este Gobierno", informó a los presentes.
El liderazgo en la difusión del arte visual
La Decana de la Facultad de Artes, Clara Luz Cárdenas, reflexionó en torno a la puesta en valor de este período: "La recuperación de este importante material reconstruye también el tiempo histórico que todo el país necesita reconocer, reconstruir y situar en el lugar correcto, en aquel relato lineal que el arte establece desde su propio territorio. Una recuperación que da cuenta de la historia de nuestro propio país, una suerte de sanación del alma que no descansa mientras sus heridas y victorias no son expuestas públicamente, como las experiencias y acontecimientos que marcaron y marca nuestra identidad".
En la ocasión felicitó especialmente a Francisco Brugnoli, por el éxito que ha tenido en mantener la misión de este museo universitario, pese a las dificultades económicas que históricamente ha enfrentado el principal espacio de arte contemporáneo del país. "Una vez más otorga al MAC el liderazgo en la difusión del arte visual contemporáneo, de acuerdo a la misión encomendada por el Rector Juvenal Hernández a su fundador Marco Bontá en el año 1947".
El reconocimiento al patrimonio nacional
Elías Adasme, en representación de los artistas calificó a la producción de dicho período como "Un arte indomable que buscaba instalar valores como justicia y libertad. Hoy, vistas con la distancia histórica, podemos asegurar que además del testimonio y la preservación de la memoria, dichas obras se instituyen como un hito imborrable de la historia del arte chilena y del acervo cultural en general, lo que ha permitido a las generaciones venideras ejercer la práctica del arte con una mente mucho más libre".
La artista Julia Toro, quien participó con una donación de su obra, se manifestó muy emocionada con la experiencia. "Estoy sumamente orgullosa, me entra una cosa profunda por estar en el grupo de la gente que es considerada por el Museo. Más aún al ver que fui tan considerada porque incluso aparezco en la foto de la invitación", comparte con una enorme sonrisa mientras el público la saluda al reconocerla en la fotografía. "Yo hice la donación con todo cariño (...) Creo que era necesario que pasara todo este tiempo para la realización de esta exposición porque inmediatamente después tu quieres olvidarte. En cambio ahora ya ha pasado suficiente tiempo para que la gente joven la vea, pero desde otra perspectiva, con felicidad con orgullo porque lo pasamos y sobrevivimos".
MAC, una institución universitaria ligada a la sociedad
Para el académico de la Facultad de Artes, Gonzalo Arqueros, esta muestra de gran relevancia.
"Creo que su trascendencia radica en varias cosas, primero porque es un trabajo producido por el museo como institución universitaria que está complejamente ligada con la sociedad. En ese sentido la producción de este proyecto, incrementando la colección de arte contemporáneo o actual, ha permitido reunir un grupo importante de obras de arte que tienen en común la producción y elaboración de transformaciones complejas en su condición formal, temática y conceptual, que piensan su condición de obra de arte a partir de relacionarse críticamente -por ejemplo- con la función de la producción artística".
"Memoria y experimentalidad -continuó- son dos términos que en principio parecen ajenos, de hecho pertenecen a campos diferentes. Sin embargo, se conjugan muy bien en la exposición en la medida que uno ve un trabajo de construcción de un archivo, de elaboración de una memoria que está datada entre ese período y -al mismo tiempo- una memoria construida por obras que constituyen experiencias, no solamente experimentación en el sentido más específico de la palabra que tiene en el arte contemporáneo, sino que son depositarias de experiencias políticas, culturales, sociales, de género, complejas".
En este contexto, el académico destacó el trabajo de investigación que realiza este museo universitario: "Una cuestión insoslayable es la investigación respecto de sus colección porque ello permite la elaboración de sus exposiciones, en la medida que una exposición es una formulación, tiene una hipótesis de orden historiográfico, crítico. Los curadores trabajan sobre la base de un soporte investigativo denso y la investigación historiográfica y crítica en arte no es un trabajo simple, requiere un fundamento tecnológico, bibliográfico complejo que requiere de redes, vinculación con el medio y puesta al día constante. Y este museo, con las precariedades que sabemos que posee, realiza trabajos a ese nivel. Sabemos que el trabajo de Francisco Brugnoli en el MAC ha sido decisivo".
Mario Rojas, joven dedicado al Diseño y presente en la inauguraicón compartió su opinión de este proyecto: "Me tocó saber de este proyecto desde su génesis y me llamó la atención que se hiciera porque este material existe hace mucho tiempo, pero no había nadie que lo reconociera. Por ello me parece que es un reconocimiento a una generación y un aporte al país".
Detalles de la Exposición:
Esta muestra Bicentenario es el resultado de un arduo trabajo de investigación, registro, restauración, conservación y producción desarrollado por el MAC.
La producción artística experimental de los años 70 y 80 no sólo reflejó la cotidianidad, hitos y paradojas del período, también los cambios que se venían abriendo camino con inusitada fuerza creativa incorporando materialidades diversas y generando nuevos lenguajes.
Para ello, se gestó una iniciativa de investigación curatorial que, en su primera fase, consideró la ampliación de la colección del museo con fines de divulgación. Gracias a la donación realizada por los 32 artistas que aceptaron la invitación, se incorporaron 78 obras experimentales al catálogo que se tenía de la época. Posteriormente, con el apoyo de Fondart Bicentenario 2010, se desarrolló una segunda etapa de documentación, restauración, conservación, que hoy se hace pública.
Uno de los aportes más significativos de este trabajo, junto a la puesta en valor de una producción poco difundida y fundamental para la actual escena nacional, es la reconstrucción histórica de un período de grandes convulsiones sociales. El imaginario creado por los artistas y los documentos de la época revelan la vinculación entre la vida misma -sus hechos ordinarios y trascendentes- y el arte, así como entre éste y la política.
En Chile años 70 y 80. Memoria y experimentalidad conviven cuatro muestras específicas que permiten apreciar tanto obras, como contextos y archivos. Desplegada en los tres niveles del museo, Colección: arte experimental articula más de cien piezas. Su distribución en sala responde a una curatoría del director del MAC, Francisco Brugnoli, que establece relaciones a partir de contraposiciones, tanto de materialidades, géneros, operaciones discursivas y períodos.
En el segundo piso, se encuentran las muestras documentales Archivos en tensión, de Graciela Carnevale y Soledad Novoa, y Human Rights/Copy Rights, de Cristián Gómez-Moya. Ambas invitan a una inmersión en el contexto de la época, a partir de archivos dispuestos para revisión del espectador, así como obras que se constituyen a partir de la existencia misma de dichos documentos. Finalmente, en el mismo piso, se ubica Inés Paulino: Autorretrato/27 años después, conjunto de retratos fotográficos intervenidos, trabajo realizado en los ochenta a modo de caleidoscopio social.
La restitución simbólica del arte experimental, sus obras y archivos, ausentes de las colecciones públicas por largos años, brinda el privilegio de acceder a las fuentes originales y a participar, en el presente, de la construcción inacabada de la memoria nacional.
Años sesenta como antecedente
La experimentalidad en las artes visuales en Chile surge en la década del 60, cuando los artistas comienzan a cuestionar su propio rol social, los sistemas de producción y los circuitos tradicionales de difusión. El uso de objetos cotidianos, así como insumos industriales estimularon nuevas formas de expresión.
Años 70
La búsqueda de la identidad latinoamericana y la evolución del arte experimental marcaron esta década. La gestación de nuevas visualidades, el uso del registro y el desarrollo de nuevos géneros, como la performance y los medios audiovisuales, predominaron en la escena local.
Años 80
Si en la década anterior la discursividad conceptual y teórica prevalecía en la producción artística experimental y en la escritura crítica que la acompañó, a comienzos de los ochenta la pintura fue reivindicada por una generación de jóvenes que tomaron como referencia los postulados de la Transvanguardia italiana y el neoexpresionismo alemán.
Desde los 90 hasta la actualidad: transición y legado
Las nuevas generaciones de artistas revalorizan el legado experimental. Rescatan la subversión de lenguajes y la reflexión crítica. De allí que la objetualidad y otras expresiones resurgen en un contexto investigativo que se replantea los soportes y los cruces interdisciplinarios.
Colección MAC/Artistas seleccionados
Gracia Barrios, Samy Benmayor, Francisco Copello, Alberto Pérez, Guillermo Núñez, José Balmes, Francisco Brugnoli, Gonzalo Mezza + (autores serie Tren de la cultura) Roser Bru, Aníbal Ortíz Pozo, Israel Roa, Agustín Olavarría, Carlos Donaire, Ivo Gozzuto, Martínez Santander + (autores serie ¿Dónde los restos en qué zona los desperdicios?) Carlos Altamirano, Juan Domingo Dávila, Gonzalo Díaz, Arturo Duclos, Paz Errázuriz.
Donaciones Bicentenario
Elías Adasme, Luz Donoso, Elías Freifeld, Virginia Errázuriz, Hernán Parada, Pepe Moreno, Francisco Smythe, Cecilia Vicuña, Sybil Brintrup, Gloria Camiruaga, Juan Castillo, Víctor Hugo Codocedo, Carlos Flores, Mario Fonseca, Paulina Humeres, Jorge Brantmayer, Alfredo Jaar, Pablo Langlois Prado, Kena Lorenzini, Néstor Olhagaray, Lotty Rosenfeld, Juan Pablo Langlois Vicuña, Josefina Guilisasti, Jorge Tacla, Julia Toro, Fernando Undurraga, Enrique Zamudio, Josefina Fontecilla, Héctor López, Luis Navarro, Valentina Cruz, Natalia Babarovic, Magali Meneses, Eugenio Dittborn y Yeguas del Apocalipsis.