Rector de la U. de Chile pide "desalojo pacífico" de la Casa Central

Rector de la U. de Chile pide "desalojo pacífico" de la Casa Central

Lunes 20 de agosto de 2012| por Nación.cl

A través de una carta, el rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez, llamó a desalojar en forma pacífica la casa central, señalando que la toma por parte de estudiantes "violenta a nuestra comunidad".

La autoridad universitaria deja en claro que "entiende los argumentos" que esgrimen los estudiantes y que también siente "la frustración que genera el que muchas demandas estudiantiles y ciudadanas no sean oídas".

Pese a ello, manifiesta que "no justifica y rechaza" la toma, haciendo un "llamado público al inmediato desalojo pacífico de la Casa Central de la Universidad de Chile para restablecer los valores, los símbolos y la convivencia, hoy gravemente afectados".

A su juicio, la casa central de la Universidad de Chile "es un ícono de la educación pública pluralista, laica, diversa, tolerante e intelectualmente libre" y la toma "viola esa condición y violenta a nuestra comunidad".
En la misiva, Víctor Pérez lamenta "profundamente la ocupación, la que afecta severamente las confianzas internas, afecta el cumplimiento de nuestra misión pública y de calidad, interrumpe el diálogo respetuoso propio de nuestra comunidad universitaria y privatiza -para el uso de un solo grupo- un espacio público que es de todo(a)s".

LLAMADO AL CONGRESO Y AL GOBIERNO

El rector también hizo un "llamado público a los integrantes del Congreso Nacional y a las autoridades políticas a que asuman su responsabilidad para avanzar con mayor celeridad en la tramitación de los proyectos de ley que están siendo estudiados desde hace meses".

Claro que subrayó que aquello debe ir en la línea de "producir las reformas que reflejen efectiva y cabalmente las demandas educacionales de los estudiantes, de las comunidades universitarias y de los distintos sectores nacionales".

Asimismo, hizo "un llamado urgente a establecer instancias de diálogo entre los estudiantes, las comunidades universitarias, el Gobierno y el Parlamento, para que encaucen propositivamente y con efectivo liderazgo el debate sobre cómo responder adecuadamente a estas demandas ciudadanas".

De no ser así, advirtió que "se estarán generando condiciones de frustración e indignación social que no son sanas para una democracia estable", recalcando que "debe entenderse que la demanda por una mejor educación pública es un profundo anhelo nacional y es obligación de todos responder con urgencia a las demandas de millones de estudiantes y familias".