La Universidad de Chile y su Reencuentro con su Historia

La Universidad de Chile y su Reencuentro con su Historia

El 2 de julio pasado (1990)  asistimos, en el Salón de Honor de la Universidad de Chile, al acto en el cual el doctor Jaime Lavados asumió la rectoría de esa Casa de estudios. Fue un acto sencillo  y sobrio, pero de un  profundo significado para los que pertenecen  a esa universidad   y también para aquellos que debimos abandonarla  en circunstancias aciagas, pero que nos sentimos ligados a ella.

Desde fuera, por años, contemplamos consternados e impotentes como se la mutilaba y se la agredía de mil maneras:  disgregando sus grupos de trabajo, privándola de académicos preclaros, amarrándola con decisiones arbitrarias, negándole la subsistencia, hasta convertirla en una universidad sitiada.

El ex rector Marino Pizarro - ni designado ni elegido, según su propio decir- logró llevar a feliz término el proceso que le correspondió liderar y que permitió el reemplazo de autoridades designadas por otras elegidas por sus pares. La culminación de es proceso fue el motivo del acto que comentamos.

El Salón de Honor estaba abarrotado, hacía tiempo que no lo recordábamos así. Reinaba una atmósfera emocional especial. Encontramos rostros nuevos y otros conocidos que no veíamos hace años - ahora quizá con la mirada menos brillante acusando el paso de los años- pero todos reflejaban la emoción contenida por el momento que se vivía. Seguramente muchos dedicaron un recuerdo para los ausentes que no  volverán a estar.

Se presentía en el ambiente, bajo la sombra luminosa de Bello, la presencia espiritual de Juvenal Hernández, Juan Gómez Millas y Eugenio González, junto a la de Edgardo Boeningger - de cuerpo presente- el último  recto elegido antes del período de los rectores  delegados.  Esta muestra de continuidad nos movió a imaginar, por momentos, que el prolongado interludio que sufrió la Universidad de Chile no había sido sino un mal sueño. Lamentablemente fue una realidad que dañó a la más que centenaria institución.

Ahora, en el pórtico del edificio, flameaba la bandera de la Universidad que, esa mañana, parecía lucir un azul más luminoso que de costumbre, mientras adentro, los versos y los acordes del hermoso himno de esa casa de estudios  anunciaban que, luego de una larga espera, la Universidad de Chile se reencontraba con su tradición histórica.

No obstante, ese reencuentro no significa simplemente repetir su historia, como bien lo expresó el Rector Lavados usando otras palabras. Los cambios cada vez más rápidos, generan nuevas necesidades y abren nuevos horizontes que exigen la búsqueda  de renovadas y creativas respuestas; es la modernidad. Ella constituye el elemento principal para reinterpretar la esencia de esa tradición histórica en un mundo diferente al del pasado.

El Rector Lavados tiene por delante una difícil ,pero hermosa tarea y le deseamos el más pleno éxito en su gestión. El clima de ese día en el Salón de Honor no expresaba sólo el emocionado recuerdo de gratas épocas pasadas y la alegría contenida del camino reencontrado, sino también la esperanza y confianza en que esa difícil tarea será coronada por el éxito y que los aciagos días no se repetirán.

Emma Salas Neumann

Boletín Informativo N°5                                                                                      

Asociación de Mujeres Universitarias de Chile -AMUCH-

Santiago de Chile, Julio 1990