Prof. Ricardo Uauy, Presidente del Consejo de Evaluación:

"Cualquier proceso que mira a la calidad tiene que estar basado en la opinión de otros sobre lo que uno hace"

Prof. Ricardo Uauy: Calidad y procesos de Evaluación universitaria
El Prof. Ricardo Uauy preside el Consejo de Evaluación, órgano encargado de la superintendencia de la función evaluadora en la Universidad de Chile.
El Prof. Ricardo Uauy preside el Consejo de Evaluación, órgano encargado de la superintendencia de la función evaluadora en la Universidad de Chile.
Una de las principales tareas que hoy aborda el Consejo de Evaluación se relaciona con "un sistema de información que permita la extracción de los datos para diferentes usos".
Una de las principales tareas que hoy aborda el Consejo de Evaluación se relaciona con "un sistema de información que permita la extracción de los datos para diferentes usos".
Más que obsesionarse con los rankings, el Prof. Uauy explica que hay que preocuparse en "la consecuencia entre lo que declaramos y lo que hacemos" como Universidad.
Más que obsesionarse con los rankings, el Prof. Uauy explica que hay que preocuparse en "la consecuencia entre lo que declaramos y lo que hacemos" como Universidad.
De cara al futuro, el Prof. Uauy espera "un ánimo ambicioso en términos institucionales, de cómo desarrollamos a esta universidad para que cumpla con sus aspiraciones".
De cara al futuro, el Prof. Uauy espera "un ánimo ambicioso en términos institucionales, de cómo desarrollamos a esta universidad para que cumpla con sus aspiraciones".

¿Cómo se beneficia la Universidad de este análisis de autoevaluación?

La Universidad tiene sus valores y objetivos dentro de los cuales está la búsqueda de la verdad y la calidad del trabajo que se hace. El principal tema del Consejo, entonces, es ser una contraloría de la excelencia. Yo diría que ha habido un énfasis en no concentrarse exclusivamente  en el producto, sino que en ver los procesos que tenemos y si promueven y fomentan la calidad.

¿Cuáles han sido las dificultades de examinar la compleja realidad universitaria?

Uno de los problemas más serios que tenemos es que funcionamos con muchos criterios dispares, a veces congruentes y a veces totalmente incongruentes entre diferentes unidades, entre diferentes procesos. El tratar de tener indicadores que sean aplicables a todo, con los correspondientes matices, ha sido una tarea importante, la que más tiempo nos está llevando.

En términos concretos, ¿cómo se sistematiza la obtención de la información para analizarla?

Estamos apuntando a un sistema de información que permita la extracción de los datos para diferentes usos: medir la docencia, la investigación, la extensión, etcétera.  Se busca que la información sea verificable por la persona y por cualquiera. En ese sentido, la fragmentación que tenemos en facultades, institutos, vicerrectorías, donde muchas veces se trabaja con diferentes sistemas de información, no ayuda. No ayuda ni a la trasparencia, ni a tratar de uniformar criterios, ni a lo que es más importante, que es analizar los datos y evaluar.

¿Cuál es el grado de avance de este proceso?

Estamos partiendo. Estamos tratando de tener una mente abierta, pero con objetivos concretos, para que el sistema de información sirva. Porque creo que en cada uno de los dominios que se trabajan hay gente que lo hace mejor y hay otros que lo hacen peor y eso no es clasificar por clasificar, sino que de alguna manera los méritos, los deméritos, las responsabilidades, se miden con todo esto. Muchas veces es muy difícil introducir cambios porque no tenemos evaluaciones. O trabajamos en base a opiniones. Esto no nos hace bien, tomando en cuenta que el mundo está cada vez más indexado. Hay que pensar que hoy en día los estándares son universales.

¿Qué han podido observar en la revisión de los rankings internacionales?

Algunos nos sirven para mirarnos y otros no. Y una de las cosas que estamos viendo es cómo estamos organizados. La división por facultades, por ejemplo, no se condice con una escuela moderna, se condice más con las escuelas profesionales. ¿Puede esta estructura promover calidad y creatividad, cuando está estructurada para formar profesionales? Es una pregunta que en el día a día los que están con la responsabilidad operativa no se pueden dar el tiempo de plantearse. Nosotros estamos  analizando eso también a la luz de lo que declaramos. Esa consecuencia entre lo que declaramos y lo que hacemos es otra de nuestras preocupaciones. 

¿Cómo se relaciona esta preocupación con la  propuesta que tiene el  Consejo para la Calificación Académica?

Queremos que haya una métrica muy bien definida, tanto en la calificación académica como en la evaluación.  En cualquier sistema tiene que haber un proceso de selección que tiene que servir para que haya recambio. Y en todo sistema para que funcione se tiene que fomentar y promover lo que está yendo bien y hay que cambiar lo que no funcione. Está  en nuestro deber comunicar esto frente al Senado, frente al Consejo Universitario, porque si nos interesa estar dentro de los mejores tenemos que estar dispuestos a introducir los cambios que se requieren. Nosotros no tenemos ningún rol ejecutivo ni de definir la última respuesta, pero de alguna manera estos análisis pretenden iluminar los debates internos . 

Además están analizando con las diferentes unidades el grado de avance de sus proyectos de desarrollo institucional…

Porque de alguna manera debemos estar viendo cómo invertimos para que esos planes estratégicos no estén en papel, sino que estén en diferentes grados de implementación. Y también debemos ver cuáles son las barreras. Esta Universidad va a estar pronto en una etapa que va a haber cumplido con disminuir significativamente su deuda histórica. Nos gustaría que hubiera un ánimo ambicioso en términos institucionales, de cómo desarrollamos a esta universidad para que cumpla con sus aspiraciones.

¿Usted está conforme con la orgánica interna? ¿Es la adecuada para alcanzar ese desarrollo?

Mi opinión a título de Presidente del Consejo es que estamos avanzando. Mi percepción personal  es que es de forma insuficiente, demasiado lenta, demasiado gradual, poco nítida, con diferentes grados de grises, sin separar blanco de negro. Los matices no nos ayudan mucho, nos ayudan probablemente para tener una convivencia, que sin duda es un valor, pero no puede estar privilegiándose la convivencia, sobre la misión que tenemos. Porque si uno es entrenador y le pide a cada jugador que defina el tipo de juego no se avanza mucho, no se meten goles así.

¿Cómo vislumbra esta gestión del cambio organizacional que tiene que enfrentar la Universidad?

El proceso de implementar un cambio en esta Universidad es extremadamente lento, extremadamente difícil y eso es algo que a mí en lo personal me preocupa. Me preocupa porque vivimos en un mundo de cambio y los que no son capaces de liderar los cambios sufren las consecuencias. Y eso a la larga empieza a contar en el ranking. Pero hay que mirar qué es lo que tenemos que hacer para llegar al primer lugar, más que querer estar en el primer lugar como aspiración.

¿Usted considera necesario en este proceso de evolución universitaria que la participación se plantee como un desafío de toda la comunidad?

Yo creo que sí, la agenda del cambio debe ser ojalá lo más local posible.  De todas maneras están las opciones de renovación de autoridades, las elecciones. Lo ideal es que en estas instancias se privilegie no la agenda histórica y de frustración, sino la agenda renovada. Y ahí nos preguntamos si somos capaces con nuestro sistema de selección de autoridades, generar la renovación. Porque claramente vivimos en un mundo de cambio y si uno examina los sistemas que tenemos no facilitan ni favorecen la adaptación, la toma de oportunidades, la corrección de debilidades.

Análisis de los criterios de evaluación de la investigación en artes, humanidades y ciencias sociales

El Profesor Uauy destaca que frente al "desencuentro" que históricamente ha existido al intentar aplicar los criterios de evaluación de las disciplinas científicas a las artes, las humanidades o las ciencias sociales, el Consejo ha avanzado en el diseño de parámetros que se ajusten  a las diversas realidades pues, a su juicio, toda actividad es susceptible de ser evaluada.

"Cualquier proceso que mira a la calidad tiene que estar basado en la opinión de los otros sobre lo que uno hace. Ese es un factor común a todos. Hay algunas personas que piensan que la calidad es intrínseca a la labor que ellos hacen. Si alguien dice yo soy tan bueno que no necesito que otros me juzguen, ahí tenemos un problema".

En este sentido, el Profesor Uauy subraya los logros del Proyecto de Estudio sobre la Investigación en Humanidades, Artes y Ciencias Sociales del Consejo de Evaluación, a partir del cual surgió la necesidad de establecer criterios específicos de evaluación para la creación artística, sistema de indicadores que pone en valor la creatividad artística, comparable con la innovación en el ámbito científico y tecnológico.