En esta experiencia, sin duda, William pudo poner a prueba sus capacidades y habilidades en un entorno desconocido y desafiando su capacidad para resolver problemas en contextos completamente ajenos para él. Para William, sin embargo, la actitud positiva y resolutiva fue una de las grandes herramientas para enfrentar las adversidades que pueden presentarse en la aventura de pasar un semestre en el extranjero.
"Viajé solo, no sin miedo ni preocupaciones pero traté de mantener una actitud positiva, pensando en que todo saldría bien. No es tan fácil inmiscuirse en un país desconocido aunque yo ya contaba algunos contactos en México y referencias del país.
Al principio fue enredado el de cambio de moneda y encontrarse en una ciudad tan grande como el Distrito Federal, pero luego te vas informando al conversar con la gente en la calle, en la hostal o en cualquier lugar. Afortunadamente tuve la suerte de encontrarme con buena gente, honesta, amable y sin malas intenciones con la que podías conversar un buen rato.
La entrada de la universidad también fue una reinserción: con nuevas caras, un español distinto, donde a veces te sentías extraño pero, al mismo tiempo, ya en los primeros días tenía mis 'cuates'. El sistema educativo mexicano se me hizo muy ordenado, metódico y complementario con otras disciplinas."
Además, William vio en este viaje una oportunidad para mejorar y ampliar sus horizontes profesionales, no solamente a nivel profesional fortaleciendo sus habilidades sino que, probando sus capacidades en otros ambientes académicos, con metodologías y necesidades diferentes a las que normalmente se encuentra en nuestro país.
"Creo que en cuanto a mi carrera pude ampliar mis conocimientos y tener otro punto de vista de las cosas y de la metodología de estudio. Eso es lo que básicamente otorga el PME: complementar el estudio y la oportunidad de recorrer y viajar mucho por el país al que vayas, además de tener otras perspectivas que ayudan al desarrollo personal e intelectual como profesional y ser íntegro".
Para finalizar, William insiste en la importancia de perseverar en las ganas de viajar y del valor impagable de la experiencia de intercambio, así como sus aprendizajes:
"Ojalá todos tuvieran la oportunidad de poder viajar, o más bien, la buscaran. Yo insistí mucho con los trámites y postulación a cada beca económica. También tuve problemas pero seguí e insistí por lo que quería: sabía que esto sería inolvidable y así fue. En lo personal, esta experiencia siempre la recordaré ya que tuve la oportunidad de viajar mucho, de ampliar mis conocimientos, de tener nuevos amigos y de hacer proyecciones laborales, además de haberlo pasado espectacular. Siempre quedas con la sensación de querer volver..."