Columna del Senador Abraham Pizarro:

"¿Un hospital docente en el siglo XXI?"

"¿Un hospital docente en el siglo XXI?", por el Senador A. Pizarro
Senador Abraham Pizarro, representante del personal de colaboración.
Senador Abraham Pizarro, representante del personal de colaboración.

"La docencia en Ciencias de la Salud no se puede completar sin un centro clínico, ya que ahí reside la base de un aprendizaje formal e informal". Eduardo Rosselot Jaramillo.

El Hospital de la Universidad de Chile José Joaquín Aguirre además de ser una red de atención médica y ejecutar la labor asistencial propia de todo hospital, realiza desde hace muchos años docencia de pregrado, forma nuevos especialistas y contribuye al avance del conocimiento médico, potenciando la investigación científica.

El "Jota" por años concentra talentos profesionales prominentes de muchas especialidades, cuenta con las más sofisticadas técnicas diagnósticas y terapéuticas disponibles y esto pese  a que en la década del noventa el Ministerio de Salud puso fin al convenio con el Hospital para asistir el área de Servicio de Salud Norte.

Lo que ha ocurrido desde entonces es una historia conocida y vivida por la mayoría de la comunidad Universidad de Chile.

El esfuerzo que realiza el hospital desde esa época por mantener su preeminencia médica investigativa es sobre un precario equilibrio que le permite solamente subsistir y perdurar teniendo como base una sustentación resbaladiza y amenazante.

Para graficar me parece adecuado recordar el Sanatorio de Putaendo que fue construido en 1940 y destinado al tratamiento de pacientes con afecciones broncopulmonares, papel que cumplió durante 28 años y después convertido en un psiquiátrico.

Entre los años 1996 y 1997 se realiza un diagnóstico de la institución y se comienza a trabajar en un plan de desarrollo del hospital en el marco de la reforma que el sector salud requería y el hospital queda sujeto al abandono, enfrentado a la angustiosa tarea de conseguir los recursos que permitan a la institución cumplir con su misión. En el año 2000, acogiendo los lineamientos ministeriales, se dio énfasis al proceso de internalización del recinto.

Este ejemplo sirve para dimensionar cómo aquellos hospitales que fueron el cimiento investigativo histórico de nuestro país hoy quedan sujeto a los vaivenes del mercado.

Volviendo al tema en comento, el problema de la doble exigencia que realiza el hospital José Joaquín Aguirre, en que coexiste con la exigencia académica de enseñar, investigar e innovar con aquella asistencial, que es la de atender  pacientes en el contexto de un equilibrio económico determina cuan dramática es su situación, ya que ésta conlleva implicancias institucionales de difícil pronóstico.

El hospital ha tenido que realizar un giro en relación a su entorno y sus relaciones internas en la perspectiva de la situación  actual, ha tenido que buscar los mejores mecanismos de apoyo para las áreas clínicas, a las actividades académicas y la optimización en el uso de los recursos en beneficio de la institución y los pacientes; pacientes que ahora  pasan a ser clientes.

El hospital institucionalmente tuvo que cambiar ante los hechos palpables de la clientelización de sus paciente que requieren y exigen infraestructura y equipamiento de primera línea, además de nuevos servicios e incluso una disposición más acorde hacia los clientes– pacientes.

El esfuerzo que objetiviza el giro nace de la evaluación de las causas del presente, ni más ni menos.

En los últimos años la dirección del hospital ha realizado encomiables esfuerzo por lograr equilibrar la situación del hospital y hacer compatible un hospital docente y asistencial.

Se han realizado cambios en el proceso de atención ambulatoria, se unificó el primer piso con todos los servicios de atención - lo que facilita los desplazamientos del personal y los pacientes-, pasillos limpios, bien iluminados, señalética adecuada y optimización de los boxes y los mesones de admisión, hermosamiento de las salas de espera, servicio de traslados en sillas de ruedas.

Se creó un sistema informático capaz de administrar la información de  especialidades, horas, boxes, pacientes y costos. Con esto se garantiza que la información sea  fidedigna y oportuna, sobre bases de datos que están siempre cambiando (boxes en remodelación, médicos que viajan a congresos, pacientes que no vienen, convenios con isapres y empresas).

El hospital, pese a las múltiples responsabilidades que ha tenido que asumir especialmente en el tema del equilibrio económico y sustentabilidad de su gestión, sigue formando profesionales de la salud que Chile necesita.

Para concluir lo que anima este articulo es apelar al espíritu, constructivo y creativo, que como comunidad debe guiarnos en la reinserción de nuestro Hospital en el actual escenario social, político y económico, preservando nuestra misión, que define y resulta inherente a nuestra Universidad de Chile.