Saludo del Rector en el Día Internacional de la Mujer a funcionarias de la Torre 15

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora nos hemos reunido para saludar a todas las mujeres de los organismos centrales que forman parte de este gran proyecto universitario.

Para la Universidad de Chile el rol de las mujeres en la construcción de nuestro proyecto es vital. Como seres humanos, divididos en géneros, resulta importante la conjunción de las particularidades que aportan hombres y mujeres. Pero para que este ideal se haga realidad, primero es necesario abrir los espacios necesarios para que las mujeres puedan desarrollar sus potencialidades y que el proyecto de país contenga las visiones y sellos femeninos que convertirán a nuestra sociedad en una nación inclusiva y realizada.

Pese a que la velocidad con que avanzan las transformaciones culturales en nuestro país todavía mantiene vivas costumbres, estigmas y estructuras discriminatorias hacia la mujer, nuestra Universidad de Chile ha sido la institución pionera de nuestra nación en abrir espacios a los cambios culturales que permiten integrar y comunicar la realidad femenina con la masculina:

Se abrieron las puertas para que las mujeres ingresaran a la educación superior;  se han creado centros de estudios específicos de género y derechos humanos de la mujer;  se realiza investigación y extensión para conocer y diagnosticar el estado del escenario nacional;  se preserva la memoria de grandes mujeres líderes chilenas y de mujeres anónimas que dan cuenta de nuestra historia;   se incorporó el género respectivo el los títulos de nuestros profesionales (que por cierto requirió la autorización de la Corte Suprema);  se han incorporado -por primera vez en la historia- mujeres al Comité de Rectoría, con una mujer Prorrectora,  la profesora Rosa Devés, y una mujer en la Vicerrectoría de Extensión, la profesora Sonia Montecino, además de otros cargos en distintas esferas jerárquicas que hoy ocupan mujeres prestigiosas y de gran experiencia;   y se creó recientemente la Oficina de Igualdad de Oportunidades de Género para producir un plan para la igualdad en esta materia al interior de la Universidad.

Tenemos claro que aún tenemos mucho que avanzar y que mucho pasa por mejorar la educación pública de nuestro país para lograr una real transformación cultural, pero no por ello no vamos a hacer un alto para reconocer los aportes que se vienen realizando, desde la docencia, la investigación, la extensión y las actividades administrativas para crear conciencia de que la equidad en nuestro país también para por el tema de género.

Hemos aprendido de varios conversatorios con líderes mujeres el doble esfuerzo que les requiere salir adelante y demostrar sus capacidades, estando inmersas en ambientes dominados por hombres. Numerosos debates y mesas redondas que se han realizado en la Universidad de Chile con representantes del mundo nacional e internacional dan cuenta que esta realidad se repite incluso en las sociedades más modernas, donde las esferas de poder estar dirigidas principalmente por hombres y las mujeres se ven obligadas a aprender los códigos masculinos y a adaptarse a los protocolos culturales de los hombres para sobrevivir en la esfera pública. Una realidad que resulta hasta curiosa si observamos que matemáticamente son más mujeres que hombres los habitantes de este planeta.

Si bien la historia material y simbólica se construyó de esta manera a lo largo de los siglos, la Universidad de Chile -como institución pública- tiene el deber de estar pensando al país, de reflexionar sobre el tipo de sociedad y modernidad que queremos construir, y el ideal que siempre planteamos es la de una sociedad justa, equitativa y feliz, donde todas y todos sus habitantes tengan la oportunidad de realizarse y desarrollar sus talentos. En este sentido, los temas de género, de paridad, de discriminación, son temas presentes que se trabajan tanto a nivel académico como administrativo y hemos procurado abrir, cada vez más, los espacios de tomas de decisión a la voz de las mujeres para que nos convirtamos en ejemplos de la equidad a la que aspiramos para las nuevas generaciones.

Fruto de la historia biológica y cultural, las mujeres asumen numerosos roles en nuestra sociedad y cada vez se le suman más. Son madres, tías, hermanas mayores, dueñas de casa, sostenedoras y trabajadoras. Múltiples tareas que dan cuenta de la enorme capacidad de multiplicarse o en su defecto de sacrificarse para cumplir con los seres queridos y las necesidades básicas.

Aquí nos hemos reunido hoy con un grupo representativo de  mujeres de la Universidad de Chile para saludarlas en esta efeméride porque valoramos la fuerza que tienen adentro para cumplir con todos sus roles y sueños. Es esa fuerza, ese rigor y esa disciplina la que ha hecho posible que esta Casa de Estudios mantenga su sitial de universidad de excelencia y pionera en la construcción de una sociedad más justa. Por ello, queremos agradecer toda su dedicación y compromiso.

Junto a ustedes, la Universidad de Chile seguirá cumpliendo su misión de ser la institución referente para el país y que abrirá nuevos horizontes para las generaciones venideras.

Muchas gracias y felicidades en este día.

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