Repudio generalizado por quema de libros de Facultad de Filosofía

Repudio generalizado por quema de libros de Facultad de Filosofía
Los libros estaban en proceso de clasificación para incorporarlos a la nueva biblioteca de Filosofía.
Los libros estaban en proceso de clasificación para incorporarlos a la nueva biblioteca de Filosofía.
De los mil 200 textos sólo se salvaron 30 o 40, calculó el Vicedecano de Filosofía, Bernardo Subercaseaux.
De los mil 200 textos sólo se salvaron 30 o 40, calculó el Vicedecano de Filosofía, Bernardo Subercaseaux.

Consternación hay en la Facultad de Filosofía y Humanidades de nuestra Universidad. El martes en la tarde, mientras en las afueras del Campus Juan Gómez Millas una treintena de encapuchados realizaba una manifestación pro mapuches, desconocidos ingresaron a la bodega de la nueva biblioteca, que se inauguró el 25 de octubre, sustrajeron alrededor de mil 200 libros y los quemaron en una barricada.

El Rector Víctor Pérez visitó la unidad académica y anunció que a primera hora del jueves se presentará una querella criminal en contra de quienes resulten responsables de la destrucción de textos que forman parte del patrimonio universitario.

Recalcó que la gravedad de la situación no está dada sólo por la quema en sí, "sino por lo que significa, que es atacar la esencia de la Universidad, que son sus libros, su cultura y su patrimonio".

Según Bernardo Subercaseaux, Vicedecano de la Facultad, los hechos ocurrieron entre las 18 y 20 horas, cuando la Facultad prácticamente estaba desocupada y quedaban solamente los alumnos de postgrado, profesores y la guardia.

"Estos encapuchados penetraron, no sabemos si violentaron una puerta o un ingreso, pero llegaron a una bodega donde estaban libros que estaban en proceso de ser catalogados e ingresados a la situación regular de la biblioteca. Sacaron los libros y los quemaron en Grecia con Los Presidentes. Nosotros veíamos una pira, pero no nos percatamos de que estaban quemando libros, porque de los pisos de arriba no se ve lo que está pasando", relató.

Agregó que "después que terminó, como a las 8:30, estudiantes de postgrado que estaban en clases se fueron caminando y encontraron restos de libros y se percataron de que tenían la marca de la Universidad y de la Facultad. Nosotros tenemos los escombros y tienen incluso códigos de barra, son de nuestra biblioteca, la directora de la biblioteca los ha reconocido, encontró los huecos de donde los habían sacado y por lo tanto pudimos dimensionar el número de libros. Se habrán rescatado 30 o 40, mojados con agua del guanaco y con fuego, y el resto fueron quemados".

Para el académico, "esto nos recuerda los peores episodios de la barbarie del fascismo europeo y de la dictadura y la inquisición".

No hay claridad respecto de cuántas personas irrumpieron en el lugar, cómo lo hicieron ni cómo salieron con los textos. Sólo está la evidencia de que forzaron la puerta de la bodega y sacaron los paquetes con libros de los anaqueles más cercanos, y que los guardias de seguridad fueron sobrepasados.

"Esto baja mucho los ánimos, sobre todo cuando estamos en un proyecto de apoyo de las Humanidades, las Ciencias Sociales y las Artes; tenemos que enfrentar este tema", reflexionó el Vicedecano.

Eva Sanzana, directora de la Biblioteca, aclaró que la bodega se ubica a unos metros del nuevo recinto. "Por el espacio que se necesitaba dejamos estos libros en proceso de ser incorporados a las colecciones", dijo. Hace sólo dos semanas los habían llevado desde la casa Periodista José Carrasco Tapia.

La funcionaria contó que los textos quemados "son de la década del 70 hacia atrás. Son libros que tienen detrás su historia, de por qué están ahí. Muchos de ellos seguramente son irrecuperables".

Giorgio Boccardo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), también criticó los hechos. Aclaró que la Federación emitirá una declaración al respecto, pero que en términos personales puntualizó que "no sé si está determinado si hay estudiantes de la Universidad involucrados, pero en cualquier dimensión e independiente del motivo, llegar a niveles de quemar libros patrimoniales de la Universidad, que son parte de esta comunidad universitaria, dista totalmente de cualquier justificación".

El dirigente enfatizó que "me parece vergonzoso e incluso recuerda que en una época muy oscura de este país se llegó a quemar libros. Revivir ese tipo de actos me parece muy grave. Atentar contra el patrimonio de la Universidad con libros que tienen valor inconmensurable, y sobre todo que son parte de todos nosotros, me parece, al menos, reprochable, independiente de los motivos que hayan llevado a los cabros a manifestarse".