Víctor Pérez, rector de la Universidad de Chile

"No es aceptable que en democracia nos impongan realidades por la fuerza del dinero"

Rector: Es inaceptable que en democracia nos impongan realidades

La polémica por la plaza se está convirtiendo en algo simbólico. ¿Qué cree usted que representa?
-Representa la acción de la ciudadanía para defender el respeto a la tradición, a los símbolos y a la nobleza de las instituciones, y la preservación de la memoria histórica de nuestro país. No es aceptable ni legítimo, en democracia, que se nos impongan realidades por la fuerza de las influencias, de los intereses grupales y del dinero, por más que traten de vestir sus intenciones con figuras que merezcan el respeto ciudadano.

A la plaza Gómez Rojas, llamada así por un dirigente mártir de la FECH histórica, no sólo le cambiaron el nombre. Antes, la llenaron de carteles gigantes y la sumieron en el abandono. ¿Por qué tratan así a símbolos de un país laico, progresista?
-Hay una mezcla de desidia, torpeza y prepotencia. Algunos son irresponsables, otros saben muy bien lo que están haciendo, porque es parte del negocio. Un ejemplo son los carteles gigantes, que además de representar una ordinariez urbana y estética que no se observa en ninguna capital de país desarrollado, es una privatización y mercantilización brutal de algo que nos pertenece a todos los chilenos, los espacios visuales públicos, y que hace que hoy la cordillera, los cerros, los árboles, los ríos, estén tapados pro gigantografías publicitarias como la que hay frente al hermoso edificio de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.

¿Le están haciendo lo mismo a la Chile?
-La Universidad de Chile tiene los mejores índices académicos del país y es la universidad de todos los chilenos. Sin embargo, tenemos dificultades para pagar mejor a nuestros académicos, no podeos tomar deudas de largo plazo, el Estado sólo financia el 14% de nuestro presupuesto. Queremos que el Estado se haga cargo a través de un "nuevo trato2 de que las estatales somos sus universidades. Estamos pidiendo recursos a través de fondos de desarrollo que son fiscalizados y auditados, somos los únicos en que todos nuestros ingresos son fiscalizados por la Contraloría. Y esto lo pedimos sin afectar el presupuesto estatal a las universidades privadas del Consejo de Rectores. Estas limitaciones nos impiden hacer para el país lo que nuestras capacidades pueden hacer.

Acá está apareciendo en la mesa otra discusión: la educación pública en frente de la privada. La Escuela de Derecho está rodeada por la U. Andrés Bello y por las faraónicas obras de San Sebastián. ¿Qué representa eso?
-No quiero pensar que se trate de una estrategia de negocio, donde dos escuelas de Derecho con poca tradición se ubiquen a escasos metros de la mejor Facultad de Derecho del país sólo por razones de marketing y decidan construir edificios monumentales, con estatuas y bustos que agredan al emblemático edificio de la Universidad de chile la memoria de su fundador, don Andrés Bello.

Espacios públicos como la plaza, ¿no estarían más naturalmente administrados o enriquecidos por universidades fiscales, si al final del día éstas son de todos los ciudadanos?
-Los espacios públicos son de todos y la plaza José Domingo Gómez rojas tiene una histórica relación con la Escuela de Derecho. Sólo pedimos que se respete nuestra historia y la memoria de uno de los nuestros que fue detenido y torturado, lo que lo condujo a la muerte.

De haber tenido oportunidad y recursos, ¿qué hubiera hecho la Chile allí?
-La plaza José Domingo Gómez rojas está frente a la emblemática Facultad de Derecho, está junto al río Mapocho y al otro lado de Plaza Italia, y es parte de un conjunto más amplio de parques. Es un espacio público de la ciudad que debe ser cuidado y proyectado, pero no borrado como referente simbólico. Es inaceptable que un grupo con intereses particulares pretenda borrar nuestra historia y nuestros símbolos, sin ningún respeto.

¿Hay algún espacio en Santiago donde exista una extensión así de la Universidad de chile? Si no lo hay, ¿por qué?
-Los campus e instalaciones de la Universidad de Chile son espacios públicos, laicos y republicanos. Somos la universidad de todos los chilenos y, como tal, somos espacios de inclusión.

Ud. dice que la Escuela de Derecho de la U. de Chile se encuentra “cercada” por edificios de las universidades privadas San Sebastián y Andrés Bello “quizás buscando que desaparezca como referente”. ¿Lo diría de cualquier universidad privada que construyera en las inmediaciones, o lo dice por los grupos a los que pertenecen esas dos Ues, opuestas a la tradición laica de la Chile?
-Hay universidades privadas que pertenecen a un tipo de instituciones que surgieron en los ’80; que compran y venden universidades en cifras millonarias; que tienen inmobiliarias que construyen y arriendan los edificios; que eligen y sacan a dedo rectores, decanos y académicos; que contratan “rostros académicos” con sueldos millonarios; que gastan millones en campañas publicitarias similares a las de supermercados o multitiendas; que tienen un estilo agresivo y prepotente, y que piden públicamente recursos públicos para subsidiar su millonario negocio. Yo me refiero críticamente a ese tipo de universidades, no a las universidades privadas que hacen un gran trabajo académico y que no están dedicadas a esta danza de millones.

¿Cómo considera usted que debería el Estado chileno ponerle un tope a “la pasividad (¿permisividad?) con que en nuestro país se mira la mercantilización de la educación superior y la creciente privatización de la generación de bienes públicos?
-En Chile tenemos unanimidad respecto de la importancia de la educación pre escolar, escolar, técnica y superior. Ya es hora de que acordemos políticas de mediano y largo plazo, que hagamos las inversiones necesarias y que se respalde a la educación pública. Es inaceptable que el Estado sólo financie el 14% del presupuesto anual de su Universidad de Chile, que es la que lidera la investigación nacional y la que asegura una educación plural, tolerante, nacional y laica a los estudiantes del país. Esta situación, que se repite en todas las universidades estatales de Chile, es inconcebible en los países desarrollados a los que queremos emular. El Estado muestra pasividad o temor respecto a cumplir su rol como garante de la educación superior pública de calidad en el país, y permisividad frente al negocio de la educación superior y ante lo cual al Estado sólo le cabe hacer respetar la letra y el espíritu de la ley del gobierno militar –imagínese, del gobierno militar- que señala que las universidades deben ser corporaciones sin fines de lucro.

En cuanto a la estatua, ¿el problema lo ve en que sea Juan Pablo II el homenajeado, en la (des)proporción de la estatua o en la forma en que se decidió y echó a andar el proyecto (a puertas cerradas)?
-Lamento que pretendan abusar de la figura del Papa Juan Pablo II, alguien muy recordado y querido por los chilenos. La práctica de trabajar con hechos consumados es agresiva, poco tolerante y se presta para malas interpretaciones. Aquí hay un estado de derecho, donde primero se tramitan los permisos y después se avanza con el proyecto. Lo contrario es sospechoso, más aún cuando hay medios de prensa que relacionan a quienes están detrás de esta iniciativa con el negocio de los estacionamientos que ahí se construirán y de proyectos inmobiliarios en Bellavista.

Usted sigue refiriéndose a la plaza ubicada en Pío Nono como plaza José Domingo Gómez Rojas, en circunstancias que la Municipalidad de Recoleta le cambió el nombre por Juan Pablo II. ¿Está dispuesto a hacer alguna gestión por recuperar el nombre original, para restituir su valor simbólico?
-Para la Universidad de Chile y los estudiantes de Derecho la plaza sigue y se seguirá llamando con el nombre de José Domingo Gómez Rojas, recordando al poeta y ex estudiante de la Universidad, a cuyo funeral fueron más de 50.000 personas.

¿Cómo evalúa, habiendo pasado ya unos meses, el conflicto que hubo este año con la toma de Derecho?
-Con la proyección del paso del tiempo, el conflicto se contextualizó y quedó calro que en la Universidad de Chile se vive la realidad plural y nacional del país. Aquí los académicos y estudiantes pueden discrepar y ejercen su derecho, y hay un procedimiento que asegura e debido proceso para todos los involucrados; no hay juicios sumarios ni resoluciones a escondidas. En la solución alcanzada participaron todos los estamentos y personalidades de la más alta investidura académica y moral del país, y en ella se demostró porqué la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile es la mejor del país. Hoy, y bajo la conducción del decano subrogante profesor Luis Ortiz Quiroga, la Facultad está trabajando de manera muy participativa en su proyecto de desarrollo académico.

La Editorial Universitaria ha perdido el lugar central que tuvo en décadas anteriores, al punto que autores emblemáticos de la Chile (Jorge Millas, Pablo Oyarzún, por ejemplo) han sido publicados en otros sellos, como el de la UDP. ¿Tiene algún plan para repotenciar Universitaria?
-Los proyectos que hoy tiene la Editorial Universitaria apuntan a reposicionarla en su tradicional lugar como protagonista de la difusión de la cultura en nuestro país. Por su parte, la Universidad ha dispuesto, por primera vez, un aporte de 75 millones de pesos al Fondo Juvenal Hernández, con el objeto de apoyar la publicación de libros docentes y de investigación y creación de su personal.


El Poder de Luis Cordero

Por André Jofré

Una cálida mañana del 26 de septiembre de 2007, bajo un imponente toldo instalado frente a la iglesia de Nuestra Señora de Lorena en Bellavista, se reunieron Sebastián Piñera, Joaquín Lavín y Pablo Longueira, algo incómodos con este encuentro, para asistir a una ceremonia curiosa y atípica.

Monseñor Ángelo Sodano de visita en el país, iba a bendecir la primera piedra del monumento a Juan Pablo II, para concretar el anhelo de Luis Cordero y su hermano, escultor de la obra, una verdadera aberración urbanística.

el capítulo no terminó con la ceremonia. con su poder omnipotente, Luis Cordero, vinculado a las universidades san Sebastián (USS), Andrés Bello y Las Américas, hizo cortar el tránsito y biblia roja bajo el brazo, invitó a Monseñor a cruzar la calle. A un costado de la iglesia, estaba la maqueta que Cristián Boza había armado de la futura sede de la Universidad San Sebastián que ahora ya luce una imponente obra gruesa.

Fue la primera maniobra de las nuevas autoridades de la USS, vinculadas a la UDI que en dos años, han despedido a cerca del 80 por ciento de los funcionarios de la antigua administración cuando el plantel pertenecía al fallecido empresario José Luis Zabala.

Sodano cumplió el anhelo de cordero y la obra, que esperamos nunca se erija, por lo menos fue bendecida por el personaje del Vaticano más reaccionario junto con el Cardenal Medina.

Con razón muchos dirigentes de derecha, entre ellos Sabat y Labbé, no escatiman diatribas en contra de este singular personaje de apellido dócil, que pudo controlar los pasos del secretario del Pontificio Estado.

 

 

Entrevista al Rector de la Universidad de Chile publicada por el periódico The Clinic.