Contexto
El turismo es una de las industrias más grandes en el mundo, sino la más grande en términos absolutos, y crecerá sostenidamente durante las próximas décadas. Es por eso que este sector puede constituirse en una oportunidad para los países en desarrollo, potenciando el uso turístico de sus recursos naturales y su cultura.
Actualmente, los países en desarrollo presentan una economía con innumerables fallas de mercado que provocan el aprovechamiento ineficiente de sus recursos. No obstante, dichos países han comenzado a presentar avances en tecnologías de información y comunicación que permiten a sus comunidades, rurales y nativas, controlar y administrar sus recursos naturales y culturales, de modo de obtener recursos financieros por la explotación de los mismos, estableciendo mecanismos que permiten administrarlos de forma correcta.
Chile ha mostrado, durante las últimas décadas, un notable crecimiento en su sector turístico, llegando a generar en el año 2005 $US1.386,9 millones por turismo receptivo, cifra casi ocho veces mayor que la generada 20 años atrás. El turismo aporta el 2,9% del total de exportaciones de bienes y servicios de la economía nacional, y su participación en el PIB asciende a 5% y en el empleo es del 3,2%.
La importancia de Chile en el turismo mundial es bastante reducida, lo cual demuestra que tanto para el mundo como para la economía chilena el turismo es una industria aun en crecimiento.
Nuevas alternativas de crecimiento
A su vez, ha surgido en el último tiempo, y principalmente en los países de Latinoamérica, un turismo alternativo orientado a la promoción de la cultura y el medio ambiente. Este tipo de turismo es relevante para el caso de Chile, ya que ofrece importantes posibilidades de desarrollo económico, sin los impactos negativos del turismo masivo (tradicional) sobre la biodiversidad, medio ambiente y culturas locales.
El turismo de naturaleza -ecoturismo o turismo verde, como es llamado también- es una de las formas menos costosas y más descentralizadas para estimular un desarrollo económico ligado a la conservación y al enriquecimiento de la naturaleza y la cultura. Los recursos requeridos para desarrollar esta actividad son el patrimonio biológico y su diversidad, y los paisajes naturales y culturales que marquen la identidad de un territorio.
Chile presenta condiciones apropiadas para el desarrollo del turismo de naturaleza, pero son pocos los lugares adaptados para su adecuado desarrollo. Entre ellos destaca el Parque Nacional Torres del Paine y la Isla de Pascua (Patrimonio Mundial de la Humanidad), áreas que reciben anualmente una gran cantidad de turistas. Para acrecentar este tipo de turismo, el país necesita corregir ciertas deficiencias, como por ejemplo impulsar el turismo alternativo en países de mayores ingresos, que los servicios turísticos chilenos sean diversificados y promovidos en los mercados extranjeros y, por último, que exista una mayor coordinación entre las actividades turísticas. También es necesario para Chile tener un orden de sus recursos naturales y culturales que permita una adecuada administración de ellos, tener conciencia de las preferencias y valoraciones otorgadas a cada uno de sus recursos naturales, y tener información, conocimiento y financiamiento para una administración apropiada y sustentable de los recursos naturales.
El ecoturismo es una oportunidad para mejorar las condiciones de vida de muchas comunidades pobres, rurales y/o nativas presentes en los países en desarrollo, pero para ello se requiere de inversiones que permitan mejorar las deficiencias actuales, y cambios culturales y educacionales, que motiven y orienten a visualizar la biodiversidad y los ecosistemas como un recurso de gran potencial económico si su utilización es a través de un turismo sustentable.