EL LUGAR DE HUIDOBRO (1970)
                                        Enrique Lihn

Notas

(1)-. Lo mejor de Vientos contrarios es la «Confesión inconfesable», porque rompe, por completo, la promesa de su título. No hay tal confesión, a menos que el poeta haya sido un ángel. Cada falta aparece en los escritos verdaderamente confesionales de Huidobro bajo la especie de su absolución. 0 más bien como la culpa del otro, del hombre mediocre. Su divisa es siempre: «todo aquello que es cualidad en el individuo es detestable para la colectividad», nietzscheanismo por el que podía negarse a reconocer determinados problemas de una conciencia formada en la moral tradicional como los que sugiere Papá o el Diario de Alicia Mir. Cuando el poeta, por otra parte, desciende a la psicología abisal así en Sátiro o el poder de las palabras, lo hace precedido y guiado por una idea que lo mistifíca todo a su paso.

(2)- «La poesía», conferencia leída en el Ateneo de Madrid, en 1921.

(3)- «Vicente Huidobro y el creacionismo», prólogo de las Obras completas de V. H., Editorial Zig-Zag, 1963.

(4).- «La poesía es hermana carnal del humor; en todo verdadero poeta dormita un mistificador. Desgracia para él y para nosotros si no despierta jamás.» Henri Bremond. La poesía pura.

(5).- «El poeta os tiende la mano para conduciros más allá del último horizonte, más arriba de la punta de la pirámide, en ese campo que se extiende más allá de lo verdadero y de lo falso, más allá de la vida y de la muerte, mas allá del espacio y del tiempo, más allá de la razón y de la fantasía, más allá del espíritu y de la materia». V. H., «La poesía», 1921.

(6).- JOSÉ MARÍA CASTELLET, Veinte años de poesía española.

(7).- Como se sabe, Baudelaire propuso que el artista en lugar de imitar a la naturaleza la asimilara y encarnara en su yo.

«La poesía -escribía Huidobro- no debe imitar los aspectos de las cosas sino las leyes constructivas que forman su esencia y que le dan la independencia propia de todo lo que es.» 0 bien: «No se debe imitar a la naturaleza, sino que hacer como ella; no imitar sus exteriorizaciones sino su poder exteriorizador».

Antes que abundar en la resabida influencia de Baudelaire sobre las ideas estéticas vanguardistas, yo me permitiría aquí atribuirle la paternidad de una confusión. Gracias a ésta, poesía y pintura moderna se prestaron recíprocamente fuerzas nuevas, y, debido a ella, poetas como Huidobro perdieron el sentido de la diferencia específica que hay entre la poesía y la pintura, pero para atribuirle a ésta, conscientemente o no, un rol subordinante como el que jugó o se pretendió que había jugado la música en el simbolismo. El fetichismo de la imagen, el prurito de hacer de la imagen un objeto nuevo equivale al cuadro-objeto de los cubistas, que no le debiera nada a lo real; la neutralidad lingüística, una poesía de hechos nuevos, íntegramente creados, «idénticos en todas las lenguas», todas éstas son las consecuencias, en Huidobro, de su entusiasmo militante respecto de la revolución artística iniciada en 1910 por Apollinaire y Picasso; y de su relectura de Baudelaire a la luz de aquélla.

(8).- «Yo encuentro», 1925.

(9).- La interpretación de B. A., con ser más convincente que la mía, adolece de la buena voluntad apologético de suponer que Altazor es un poema largo, dotado de una unidad de sentido, y que se desarrollaría conforme a un diseño interno, como un drama. Habría que probarlo. Yo veo, por todas partes, tanteos, adiciones, una aventura como dice el poema mismo, «una bella locura en la vida del lenguaje», «un simple sport -en ciertos casos- de los vocablos». A mí me parece que «el desarticulado final con frases rotas y palabras de confusa algarabía» es un canto que podría situarse en cualquier lugar del poema, pues representa, en el total de la poesía de Huidobro, una de las salidas que se le presentaban a éste para escapar a la naturaleza representativa del lenguaje y crear así una realidad otra. Pedro Henríquez Ureña le atribuye al poeta cubano Mariano Brull la invención del poema sin palabras, mera sucesión de sílabas sin sentido, que derivaba todo su encanto, exclusivamente, de la combinación de sonidos: la «jitanjáfora».

En la poesía de Huidobro esta deserción del sentido de las palabras por el sonido tiene el signo de un empecinamiento creacionista, es uno de los callejones sin salida de su poética.

(10).-Huidobro postula esta ruptura, no la consuma.

(11).-«La poesía», 1921.

(12) -«Sobre la poesía y los poetas».

(13) -FFRNANDO ALEGRÍA, Literatura chilena del siglo XX.

(14).-JORGE.ELLIOTT, Antología de la nueva poesía chilena.

(15).-RAFAEL CANSINOS ASSENS Verde y dorado en las letras americanas.

(16).-JUAN LARREA, El surrealismo entre Viejo y Nuevo Mundo.

(17).-«Vicente Huidobro resulta inferior en cuanto creador de arte americano, a Diego Rivera: Huidobro ha puesto en su técnica peculiar, su alma personalísima, mientras que Diego Rivera, el gran pintor, ha puesto en la suya su alma personalísíma y además el alma de su raza." R. BLANCO FOMBONA, El modernismo y los poetas modernistas, 1929.

(18).-El que dijo Juan Valera de Rubén Darío.

(19).- ALEJO CARPENTIER en Tientos y diferencias.

(20).-GAETAN PICON, Panorama de la literatura francesa actual, 1947.

(21) -A lo que aspiró Huidobro fue a un éxito «aristocrático», al reconocimiento de los «espíritus selectos», reunidos, por encima de las multitudes, en corro de amigos; a la vez que esperaba que los poetas jóvenes vieran en él al maestro y al primer poeta de su tiempo.

(22).-FEDERICO DE ONÍS, Antología de la poesía española e hispanoamericana. «Entiende Federico de Onís que la simultaneidad de géneros y tendencias que en las literaturas europeas no suelen coexistir, la supervivencia del pasado en el presente, este proceso de integración de diversas y aun contrarias formas constituyen un carácter específico del espíritu americano.» G. DE TORRE, Claves de la literatura hispanoamericana.

(23).- «Juguemos fuera del tiempo» es la invitación decisiva de Altazor, y el abstraccionismo de Huidobro hay que buscarlo, primeramente, en una falta de pesantez temporal de su poesía y en el consiguiente «libertinaje» de su imaginación creadora, en su fantasiosidad.

(24).- Dejo de lado, en este punto, el efecto desmoralizador que persigue Huidobro al afirmar, contra el hombre razonable, el derecho a la contradicción; su asalto, por la paradoja, a «los bueyes que pastan en las praderas chilenas»: «Soy inconsecuente con todos mis instantes, porque soy consecuente con cada uno de ellos».

(25).-R. B. Fombona.

(26).-Epígrafe de «Vientos contrarios».

(27).- V. H. «Es algo bien triste leer a José Ortega y Gasset desvariando sobre el arte nuevo. ¡Qué manera de aglomerar estupideces e incomprensiones! Tómese todo lo que dice al revés y se estará más cerca de la verdad.»

(28).- Cagliostro, novela-film, 1934, Gilles de Raiz, pieza de teatro, 1932.

(29).- Sobre la actualidad de Vicente Huidobro tendría que escribir otro trabajo que completara éste. Aparte de que es posible acotar el campo de la incuestionable influencia que ejerció el poeta sobre la nueva poesía hispanoamericana, sería preciso fijar aún los puntos en que se funda su productividad actual.

(30).- «Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol», Vicente Huidobro.

(31).- El supuesto teórico que mejor le cuadra a «Temblor de cielo», podría ser el que apunta Huidobro en su «manifiesto de manifiestos», 1925, en un momento de sagacidad y modestia: «es evidente -escribe- que nada de aquello a que estamos acostumbrados nos emociona. Un poema debe ser algo inhabitual, pero hecho a base de cosas que manejamos constantemente, cosas que están cerca del pecho, pues si el poema inhabitual también se ha ya construido a base de elementos inhabituales, nos asombrará más que emocionarnos».

(32).- JUAN-JACOBO BAJARLIA, en La polémica Roverdy-Huidobro: Origen del Ultraísmo.

* Crítica belga. Estuvo casada con el poeta español José Carner.

Contexto Cultural y Textos Críticos
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