Geofísicos de la FCFM y el Instituto alemán GEOMAR investigarán el subsuelo marino tras terremoto del norte

Geofísicos de la FCFM y alemanes investigarán el subsuelo marino
Los profesores Eduardo Contreras R, Emilio Vera y el estudiante Alejandro Carrasco participarán del crucero científico.
Los profesores Eduardo Contreras R, Emilio Vera y el estudiante Alejandro Carrasco participarán del crucero científico.
OPV Toro de la Armada de Chile
OPV Toro de la Armada de Chile
Ubicación aproximada de la instalación de los sismómetros de fondo de mar frente a las costas del norte de Chile
Ubicación aproximada de la instalación de los sismómetros de fondo de mar frente a las costas del norte de Chile

El crucero contará con la participación de Eduardo Contreras Reyes y Emilio Vera, ambos académicos del Departamento de Geofísica (DGF); y Alejandro Carrasco, estudiante del Magíster en Geofísica, por parte de la FCFM de la Universidad de Chile. La expedición, que durará aproximadamente una semana, se realizará a bordo del buque OPV Toro de la Armada de Chile que, junto al SHOA, participan de este proyecto científico. 

Antes de partir, en la base naval de Iquique se armará el instrumental con el que se trabajará y que es aportado por la Universidad de Kiel y el Instituto GEOMAR de Alemania. Se trata de 15 OBS (Ocean Bottom Seismometer) que serán depositados en el fondo del marentre 1.000 y 7.000 mil metros de profundidad, por un año en un área que va desde Arica a Tocopilla. Un año más tarde, en noviembre de 2015, el buque científico alemán RV SONNE recogerá los instrumentos y comenzará el análisis de la información. Los datos que se obtendrán serán de alto interés y serán analizados en conjunto por los científicos chilenos y alemanes. 

Después del terremoto Mw 8,1 del norte, la mayor parte de los estudios se han realizado en tierra ya que "Chile no cuenta con sismómetros marinos, de hecho muy pocos países del mundo cuentan con esta tecnología, entre ellos Japón, Alemania, Francia y Estados Unidos", indica el profesor Eduardo Contreras. Hasta ahora en la zona norte de Chile no se habían instalado instrumentos que permitieran medir el comportamiento de las placas tectónicas en el fondo marino, esto debido a que las investigaciones en el subsuelo marino son más complejas y costosas. Como referencia, se debe considerar que el movimiento de un buque científico tiene un valor aproximado de 25.000 dólares por día.

Eduardo Contreras explica que durante el año que los sismómetro estarán bajo el mar "van a medir la sismicidad post megaterremoto, y con esos datos podremos conocer dónde se concentran las réplicas, cómo son, cuál es su magnitud y saber si estas se alinean con estructuras de fallas dentro de la corteza continental, de hecho esta última es nuestra hipótesis ya que se cree que la actividad sísmica además de romper la zona de contacto entre las placas también está presente en fallas intraplacas o intracorticales que se podrían haber reactivado".

El profesor Emilio Vera señala que es importante destacar que “la Universidad de Chile a través del Centro Sismológico Nacional y el DGF, cuentan con la red sismológica nacional en tierra que es un complemento absolutamente necesario para llevar a cabo cualquier investigación sismológica en relación al territorio chileno y su entorno, solo con los resultados de los sismómetros marinos es poco lo que se podría hacer”.

Otras expediciones

El equipo de geofísicos marinos del DGF de la Universidad de Chile ha tenido experiencias en proyectos de investigación similares. En 2012 participaron de una iniciativa de colaboración con la Fundación de Ciencias Nacional (NSF) de los Estados Unidos para estudiar a nivel submarino la respuesta post-sísmica en el área más impactada por el mega terremoto de Chile del 2010. Los investigadores chilenos trabajaron en esa oportunidad con geocientistas de la Universidad del Estado de Oregón y del Instituto de Oceanógrafa Scripps, de San Diego, California. Los instrumentos en la costa del Maule se instalaron a bordo del buque científico American Melville. Para recoger los sismómetros, en 2013, se embarcaron en otro crucero científico a bordo de la nave Point Sur.