Crónica de una actividad de cierre

Crónica de una actividad de cierre

Durante la mañana del viernes 6 de enero de 2017, en la Casa Central de la Universidad de Chile, se llevó a cabo la actividad de cierre del Curso de Extensión Gestión Participativa de la Convivencia Escolar, que en su primera versión tuvo como principales protagonistas a los encargados y encargadas de la convivencia escolar/duplas psicosociales de escuelas y liceos públicos de la comuna de Santiago, y al equipo docente integrado por miembros del Núcleo de Investigación y Acción en Juventudes del Departamento de Sociología. La actividad se constituyó en dos momentos: una “Feria de la convivencia escolar” que se organizó en el Patio Domeyko, espacio en que se difundieron al público, colegas, compañeros y compañeras las estrategias de acción en convivencia escolar para este año 2017. En un segundo momento, y luego de un agradable momento de refrigerio y conversaciones, nos trasladamos al Salón Eloísa Díaz donde se realizó la ceremonia de entrega de constancias a quienes participaron del curso.

La jornada comenzó cálida y energética con la llegada los primeros grupos de trabajo, quiénes desplegando su imaginación comenzaron con el levantamiento de su puesto de exposición. Con el apoyo de paneles tipo separadores más la ayuda espontánea de algunas mesas y sillas disponibles en el lugar y algunos colgadores -facilitados por el Núcleo- cada grupo mostraba y compartía los lineamientos generales de su propuesta de trabajo para su comunidad.

El carácter y énfasis de las presentaciones son elementos convenientes a destacar. No sólo tuvimos la oportunidad de presenciar un primer piso colmado de afiches, colores y sonidos, sino también unos modos en que se presentaron cada una de las estrategias que nos hablan del compromiso y la disposición al trabajo junto a sus comunidades educativas. Es así que expresiones audiovisuales en datashow y televisión detallan de manera clara diagnósticos y soluciones, difusiones a través de juegos y dinámicas con el público, muestras fotográficas y explicaciones, junto a distintos detalles como separadores de libros, trípticos y relatos que se articularon para perfilar con calidad una feria diversa, teniendo como horizonte compartido el interés por la participación sustantiva de la comunidad.

A partir de las consideraciones inaugurales de la jornada, los liceos fueron los primeros en mostrar sus planes de convivencia. Posteriormente, las escuelas básicas tuvieron la chance de presentar a sus compañeros y compañeras sus reflexiones. En ambas situaciones experimentamos risas y anécdotas de personas, desplazamientos y conversaciones diversas; miradas fijadas en algún cartel, grupos de colegas comentando un video, diálogos entre miembros del Núcleo y equipos de trabajo.

Cada estrategia se articuló en función de la realidad sentipensante de cada territorio educativo, sus necesidades y singularidades. Por este motivo, los planes de convivencia se plasmaron de manera acertada en relación a lo que se buscaba. Para exponer un diagnóstico realizado a la comunidad se desplegaron materiales visuales y textuales que hablaban del contexto de dicha comunidad. Los equipos que establecieron planes con tareas y actividades específicas para el año académico mostraron el detalle de dichas actividades. La Feria cumplía así su objetivo. Antes del término de este primer momento, se percibía en el ambiente una sensación de satisfacción y alegría. Algunos grupos comentándose entre sí, otros felicitándose. La feria había sido un momento gratificante para todos y todas.

Posterior a un sabroso refrigerio, donde los comentarios y diálogos entre colegas continuaban, se dio paso a la ceremonia de cierre. Esta se realizó en el segundo piso del lugar, allí miembros del Núcleo Juventudes animaron entusiastas la ceremonia. En la instancia, nos acompañaron autoridades educativas y apoderados de liceo y escuela, junto a algunas autoridades institucionales, quienes se dirigieron al grupo compartiendo unas palabras. Los y las estudiantes del diplomado también tuvieron a sus representantes al micrófono, quienes con humor y entusiasmo expresaron sus sinceras consideraciones y experiencias en su proceso de aprendizaje. Entre cada momento marcado por las palabras, al mismo tiempo, se entregaban las constancias. Los aplausos emergían para cada una y cada uno; las fotos graficaban el paisaje de solemnidad. Finalmente, se dieron las palabras finales de gratitud por tan enriquecedora experiencia, momento en el cual se entonaba el himno de la Universidad de Chile, los flashes de las cámaras fotográficas se multiplicaban, capturando fotos grupales que daban término a la actividad.