CONAF y Universidad de Chile impulsan investigación para mejorar recuperación de los bosques de ñirre

CONAF y U, de Chile impulsan estudio para recuperar bosques de ñirre
La iniciativa es el resultado del proyecto realizado por la Facultad de Cs Forestales y Conservación de la Nauturaleza y financiado por el Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF.
La iniciativa es el resultado del proyecto realizado por la Facultad de Cs Forestales y Conservación de la Nauturaleza y financiado por el Fondo de Investigación del Bosque Nativo de CONAF.
Nothofagus antarctica, conocido como ñirre, significa zorro en la lengua mapuche. Llamaron así a este árbol ya que estos animales suelen hacer sus madrigueras debajo de los mismos.
Nothofagus antarctica, conocido como ñirre, significa zorro en la lengua mapuche. Llamaron así a este árbol ya que estos animales suelen hacer sus madrigueras debajo de los mismos.
La baja regeneración natural tiene como amenaza el ramoneo por parte de ganado bovino y liebres, no permitiendo la recuperación de este bosque y aumentando su degradación.
La baja regeneración natural tiene como amenaza el ramoneo por parte de ganado bovino y liebres, no permitiendo la recuperación de este bosque y aumentando su degradación.

Aysen.- El integrar ayuda a través de plantaciones con ejemplares de la especie donde la regeneración natural es débil o muy baja, son algunas de las técnicas que se están desarrollando para colaborar en la recuperación de los bosques de ñirre (Nothofagus antárctica) de la Región de Aysén.

En este sentido, Marcos Sandoval, secretario regional ministerial de Agricultura, indicó que “el sector forestal es un rubro importante en la región, siendo uno de los ejes estratégicos del ministerio de Agricultura y sector priorizado en el plan de gobierno del Presidente Piñera, entendiendo que tiene un enorme nicho de crecimiento especialmente en las regiones”, puntualizó.

Los avances del estudio, que cuenta con un monto para su implementación de 84 millones 900 mil pesos, fueron presentados a profesionales de CONAF, Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Instituto Forestal (INFOR), Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) y de la Universidad de Aysén.

Uno de los aspectos que más destacó la directora (s) de CONAF Región de Aysén, Marcela Piñones, es que este proyecto financiado bajo el marco de la Ley de Bosque Nativo, nace “por la necesidad de la región por investigar sus bosques de ñirre y así generar mayor información para aplicar técnicas que permitan su recuperación y mejoramiento, con el fin de que no perdamos este recursos tan valioso”.

En este mismo sentido, el investigador de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Álvaro Promis Baeza, quien encabeza el trabajo, resaltó que lo más importante de este trabajo es que “se pudo juntar un grupo importante de personas ligadas no sólo al área de bosques, sino que también del mundo agrícola y de la conservación. Todos están muy interesados en poder mejorar las acciones de recuperación de los bosques de ñirre y han podido constatar que la regeneración natural es baja, principalmente por los claros en su dosel (unión de las copas de los árboles) y por la discontinuidad de la cobertura arbórea”.

Además, la baja regeneración natural tiene como amenaza el ramoneo por parte de ganado bovino y liebres, no permitiendo la recuperación de este bosque y aumentando su degradación o pérdida, sumándose también el aumento de incendios forestales y la presencia de gramíneas exóticas y la lejanía de árboles semilleros.

Ante estas constataciones, se ha visto que es importante mantener y aumentar el conocimiento sobre estos patrones y procesos relacionados con la recuperación de bosques degradados, considerando la incorporación de plantación de ejemplares en los claros del dosel, disminuir la presencia de ganado y liebres, incentivando también la capacidad de regeneración vegetativa de esta especie y posibles variaciones en el sotobosque y la diversidad biológica.

El aprendizaje que se obtiene del desarrollo de este tipo de experiencias de investigación, dijo Promis, debería ser utilizado como un medio para adaptar actividades de manejo y gestión de bosques, en miras de la creciente necesidad de reparar hábitats, restaurar estructuras y funciones de los bosques.