Gestionada por la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil

Beca de Apoyo Laboral: experiencias, crecimiento y compromiso estudiantil

Beca Laboral: experiencias, crecimiento y compromiso estudiantil
Francisca Hiche y Alejandro Venegas, funcionarios de la Unidad de Gestión y Proyectos de la VAA.
Francisca Hiche y Alejandro Venegas, funcionarios de la Unidad de Gestión y Proyectos de la VAA.
Nicolás Gutiérrez, Coordinador de Operaciones del Campo Deportivo JGM (cuarta persona, de izq. a der.)..
Nicolás Gutiérrez, Coordinador de Operaciones del Campo Deportivo JGM (cuarta persona, de izq. a der.)..
Gabriela Reveco, estudiante colaboradora de La U Invita.
Gabriela Reveco, estudiante colaboradora de La U Invita.
Monitores y monitoras de La U Invita.
Monitores y monitoras de La U Invita.
Algunos datos de la Beca de Apoyo Laboral (2018).
Algunos datos de la Beca de Apoyo Laboral (2018).

Avances en el contexto universitario, tales como la implementación del Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa –SIPEE (2013), la creación de la Política de Equidad e Inclusión (2014), y la implementación de la Gratuidad para la Educación Superior han aportado diversidad y generado cambios en el perfil de ingreso a la Universidad de Chile.

Junto con avanzar en la caracterización de nuevos grupos prioritarios, con la actualización del Modelo de Desarrollo Integral del Estudiante (MDIE) la institución releva la importancia de los procesos de enseñanza- aprendizaje, la formación integral y el compromiso con la calidad de vida de la comunidad estudiantil, desarrollando sistemas de apoyo adecuados a las distintas necesidades de quienes acceden a la universidad. El desafío incluye a un grupo creciente de jóvenes que deben compatibilizar sus estudios con la necesidad de trabajar.

En este contexto, a partir de 2015 se potencia la nueva Beca de Apoyo Laboral, que ese año benefició a 314 estudiantes en tareas asociadas al proceso de postulación y matrícula institucional, coordinadas centralmente. Tres años más tarde, el beneficio alcanzó a 1052 participantesprincipalmente mujeres-, en actividades requeridas por las propias unidades académicas, la mayoría de las cuales participa hoy del programa.

Cuando el beneficio entró en vigencia, Alejandro Venegas C. –entonces estudiante de cuarto año de Ingeniería Comercial- se integró a la Unidad de Gestión y Proyectos de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos. Comenzó su beca desarrollando labores administrativas, y hoy, ya funcionario, y gracias a sus habilidades e ideas innovadoras, cuenta con la experiencia de haber presentado una ponencia en la Conferencia Latinoamericana sobre el Abandono en la Educación Superior (CLABES). 

Siempre me ha gustado trabajar, y aprendí a compatibilizar el tiempo entre los estudios y el trabajo. En el Centro de Aprendizaje (CEACS) –donde también se desempeña como personal de colaboración- hablamos de la autorregulación académica, y, en ese sentido, como alumno sabía distribuir el tiempo y responder en cada espacio”, señala.

Alejandro forma parte de uno de los espacios que se crecieron y se consolidaron gracias al apoyo de estudiantes. Los positivos resultados de su incorporación llevaron a Paola González, coordinadora de la unidad, a replicar la experiencia en otras áreas, ampliándola al área de contrataciones. Así es como integró a Francisca Hiche Z., quien entonces estudiaba Administración Pública y hoy es funcionaria con grado de Magíster en Gobierno y Gerencia Pública.

Por más estudiosos o aplicados que seamos, estas experiencias previas al egreso no se dan dentro de la sala de clases. Enfrentarse a problemas da otra perspectiva, una madurez distinta, y es valioso para la formación personal y profesional”, afirma.

En palabras de Pamela Díaz- Romero, Directora de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, el compromiso institucional con la formación integral “implica apoyar el aprendizaje de competencias propias del mundo del trabajo, incorporando habilidades no disciplinares y también el desarrollo del sentido de lo público. Las becas laborales, explica, “integran estas tres dimensiones, contribuyendo a perfilar a nuestros estudiantes como los ciudadanos que queremos: sujetos éticos, responsables, comprometidos con su actividad y con el país que construimos entre todos, conscientes de lo que implica ser profesional de la U. de Chile”.

Una herramienta para disminuir trabajos precarizados

Si bien este beneficio busca preparar a las y los estudiantes para el mundo laboral, se constituye también como herramienta para reducir su participación en empleos precarios. Gabriela Reveco, estudiante de cuarto año de Pedagogía en Educación Básica, cuenta hace dos con la beca y se desempeña como asistente del Programa de Desarrollo Cultural La U Invita. “Elegí esta opción porque, siendo muy honesta, las alternativas no me gustaban. La idea de trabajar en locales de comida rápida me aterraba y deprimía. Esta oferta fue casi un milagro, una opción que tenía que tomar sí o sí”.

A pesar de conectarlos con experiencias laborales, estas becas refuerzan la condición principal de estudiantes de quienes las reciben, manteniendo sin alteración otros beneficios de los que sean eventualmente titulares: “Para un estudiante con becas es muy complicado emitir boletas de honorarios, sobre todo con la actual reforma tributaria que obliga a cotizar. Dejas de ser carga del jefe (a) de hogar, y corres el riesgo de perder los beneficios”, declara Alejandro.

En este sentido, el modelo propuesto por la Beca de Apoyo Laboral es flexible, compatible con beneficios tanto estatales como internos, y establece una retribución de valor/hora superior a la ofrecida en la mayoría de los empleos de medio tiempo, esporádicos o informales, con un tope de $350.000 por treinta y tres horas al mes, aunque podría variar según el perfil del cargo.

Priorizamos alternativas vinculadas a sus unidades académicas, con requerimientos horarios compatibles con la carga académica, que permitan trabajo remoto, y nos aseguramos siempre que haya alguien que supervise y retroalimente las tareas, para que la experiencia tenga un valor formativo”.

Ann Fleet, jefa de la Unidad de Gestión y Proyectos de la DIRBDE.

Es un formato innovador, que acerca a las y los estudiantes al quehacer de la Universidad y genera un vínculo distinto con nuestra alma mater”.

Nicolás Gutiérrez, Coordinador de Operaciones del Campo Deportivo Juan Gómez Millas, cuyo comienzo laboral estuvo vinculado a esta beca.

Desde su entrada en vigencia, se han desarrollado empleos en tres grandes áreas: mesas de ayuda, apoyo en procesos logísticos, y atención presencial. Sin embargo, algunas unidades también han avanzado hacia ofertas de empleo más especializadas. Ejemplo de esto es la Dirección de Servicios e Infraestructura (DSI), donde actualmente colaboran estudiantes de Diseño, Arquitectura e Ingeniería Comercial. Su coordinador, el Ingeniero de Procesos Diego Olfos, valora la comunicación que se da entre dos estamentos que, en palabras suyas, “no conversan lo suficiente”. “Los estudiantes empiezan a darse cuenta de que a veces existen complicaciones a la hora de ejecutar proyectos de infraestructura que van más allá de las voluntades o restricciones presupuestarias. Hay situaciones que son complejas, que requieren que muchos actores interactúen, y que, por lo tanto, toman bastante tiempo”, explica. 

El crecimiento es mutuo

La Beca Laboral permite la participación estudiantil en áreas que benefician a los organismos en los que se desenvuelven. “Nos permiten incorporar nuevas visiones a la gestión, acercando nuestro quehacer a la comunidad estudiantil”, señala Olfos. En esta línea, Gabriela opina que "desde mi punto de vista, las labores que desempeño permiten que la Universidad crezca y se vuelva más cercana, mostrando otra cara de esta institución a sus estudiantes”.

"Al tener una relación directa con sus pares, nos ayudan a optimizar la forma en cómo llegamos a ellos (as) y a identificar procesos que requieren mejoras (…). Las y los estudiantes destacan por su compromiso, entregando lo mejor de sí”, comenta Ann.

Desarrollamos un equipo de trabajo de alto desempeño, lo que ayudó a los Coordinadores de Ramas y de Producción de la DDAF a generar eventos que crearon una diferencia a nivel deportivo universitario en Chile. Creo que fuimos parte de esa diferenciación que posiciona a la Universidad como la número uno en deporte y actividad física en el país”, declara Nicolás.

Se espera que este 2019 la Beca de Apoyo Laboral termine de extenderse hacia todas las unidades académicas, así como también aumente la participación de organismos funcionales.

Requisitos para optar a la Beca de Apoyo Laboral

  • Ser estudiante regular de pregrado.
  • Contar con avance académico igual o superior a 50%.
  • Haber completado FOCES dentro de los plazos institucionales.
  • Acreditar situación socioeconómica en la unidad de bienestar de cada Facultad, Instituto o Programa.