De los diversos temas que se trataron, el decano Ruiz Schneider destaca la situación de las bases curriculares y la reducción de los ramos de Historia y Educación Física a la calidad de optativos.
“En este punto destacamos una cuestión claramente positiva, como es la incorporación del Plan Común a la Educación Técnico Profesional. Eso significa que los estudiantes de ese estamento recibirán materias muy importantes, como Filosofía, Lenguaje, Ciudadanía, que forman parte de ese plan común. Nos parece que ese es un avance democratizador que celebramos. Sin embargo, con la misma fuerza, nos oponemos a que Historia y Educación Física queden fuera del Plan Común. Especialmente, cuando en 3 y 4 medio se deben tratar temas como historia de Latinoamérica y Contemporánea, que son materias necesarias para entender algunos de los temas más vigentes de la sociedad”.
Al respecto, el decano comenta que es opinión del CONFAUCE que se amplíen las horas totales del Plan Común, actualmente 14, y que por esa vía se reincorpore a Historia y Educación Física al mismo.
Otro tema central fue el de los estándares de formación pedagógica. Al respecto hubo consenso en que éstos deben ser de carácter orientador y no de carácter evaluador. “Es muy importante que no se afecte la autonomía de las instituciones y se permita la mayor amplitud, dentro, por cierto, de estándares básicos comunes, en la gestión de cada plantel”.
El decano Ruiz también se hizo cargo del tema de las violencias al interior de los planteles educacionales y, en particular, en nuestra Universidad. Al respecto es enfático en señalar que es necesario hacerse cargo sin dilación del tema, pero con el debido cuidado y profundidad, desechando los simplismos y las respuestas meramente represivas”.
La respuesta es compleja, pero sin duda está por la extensión del diálogo, la democracia universitaria y el pluralismo, afirma. “Debemos hacer del pluralismo una práctica real en la Universidad. Como decía John Dewey, la democracia no se hereda; cada generación debe construirla y apropiarse de ella como modo de convivencia”.
Profundizando en el punto agrega, “todos rechazamos la violencia, incluidas las organizaciones estudiantiles. Tenemos que hacer prevalecer un ambiente donde los no dialogantes sean anulados. Y eso hay que hacerlo desde ahora”.
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