Paz Milet sobre crisis política en países de América Latina:

"Cada crisis tiene su particularidad, pero lo común es el cuestionamiento que hay a la clase política tradicional"

Entrevista a Paz Milet por crisis política en países de América Latina
La profesora Paz Milet analizó el escenario latinoamericano.
La profesora Paz Milet analizó el escenario latinoamericano.
La crisis en Perú se desató tras la disolución del Congreso por parte del Presidente Vizcarra, quien convocó a nuevas elecciones.
La crisis en Perú se desató tras la disolución del Congreso por parte del Presidente Vizcarra, quien convocó a nuevas elecciones.
En Ecuador son miles de personas las que mantienen el pulso ante los intentos del gobierno por sacar adelante su paquete de ajustes.
En Ecuador son miles de personas las que mantienen el pulso ante los intentos del gobierno por sacar adelante su paquete de ajustes.

Las imágenes de miles de indígenas ecuatorianos acercándose a Quito en medio de protestas por el paquete de ajustes establecido por el gobierno del Presidente Lenin Moreno marcó las noticias internacionales de la región.

La escalada de la crisis, que ha incluido duros enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de las fuerzas de seguridad, la retirada del gobierno de la capital y el asalto del Congreso por parte de detractores de las medidas, casi relegó a segundo plano la crisis institucional que afecta a su vecino del sur.

Esto, porque en el país del Rímac el enfrentamiento entre el presidente Vizcarra, de la centroderecha, y el Parlamento, controlado con mayoría por la oposición fujimorista (derecha), llegó a un nuevo nivel luego de que el primer mandatario decidiera aplicar una cláusula constitucional para disolver ese organismo y convocar a elecciones mientras el fujimorismo se atrincheraba en el edificio.

La profesora Paz Milet, del Instituto de Estudios Internacionales, analizó la actual coyuntura regional, el papel de los organismos internacionales, y qué podemos esperar en el mediano plazo.

¿Hay algún elemento común en los conflictos políticos y sociales que han afectado a Argentina, Perú y Ecuador estas últimas semanas?

Creo que cada crisis tiene su particularidad, pero sí hay ciertos elementos que se pueden rescatar, como el cuestionamiento que hay a la clase política tradicional y la necesidad de la población de mayores recambios, que quieren renovación y una forma distinta de hacer política.

Esto se une al desgaste que evidencian los países de la región ante la imposibilidad de superar una serie de crisis económicas que los han afectado desde el año 2008. Ha sido difícil para los países repuntar, sobre todo por la excesiva dependencia respecto a los commodities, ya que la caída de sus precios generó un daño bastante importante a los países de la región.

Sobre el caso específico de Ecuador, el gobierno de Lenin Moreno enfrenta fuertes movilizaciones de organizaciones indígenas y campesinas por los ajustes,  ¿podemos esperar una escalada?

Las próximas horas serán fundamentales. Lenin Moreno busca aumentar las arcas fiscales para hacer frente a una serie de gastos, y una de las medidas principales ha sido quitar los subsidios a los combustibles, lo que ha generado muchísima repercusión.

Primero fue el mundo de los transportistas el que se manifestó, pero ahora tomó el relevo el mundo indígena y social, y ante el recorrido que han hecho por las carreteras del país para llegar a Quito, el presidente -desde mi punto de vista- ha tomado una serie de medidas que pueden hacer escalar aún más la controversia.

¿Como qué medidas?

Inicialmente anunció un Estado de Excepción, después trasladó el gobierno a Guayaquil tratando de salir de Quito, en momentos en que las marchas se direccionan hacia la capital, y ha hecho una serie de declaraciones respecto a que no dará marcha atrás en sus decisiones, acompañado por representantes de las fuerzas de orden y seguridad.

Lo que está planteando es un resguardo desde las FF.AA respecto a su accionar, y eso de alguna manera ha generado mucha reacción desde el mundo civil y desde las organizaciones del movimiento indigenista, porque no hay que olvidar lo que significa la presencia de los militares en Ecuador.

De alguna manera, el propio ex presidente Correa y otros sectores han dicho que la única opción en estos levantamientos que están acompañados por la oposición y articulados es llamar a elecciones anticipadas.

Lenin Moreno fue en su momento visto como el heredero del ex presidente Correa, pero ahora lo acusó a él y a Nicolás Maduro de estar detrás de las protestas.

En el momento en el que Lenin Moreno llega al poder se lo veía como el delfín de Correa, que a pesar de tener las condiciones para presentarse a una nueva elección no lo hizo porque pensaba que no iba a ser electo.

Pero cuando éste llega, plantea una lógica de accionar muy distinta a Correa, bastante más conciliador, y también acusa que las arcas fiscales estaban vacías, lo que genera una controversia muy fuerte con el ex Presidente, a quien vincula con casos de corrupción. También se separa del bloque del ALBA y los aliados que había desarrollado Correa durante su mandato.

Desde ahí empieza una pugna permanente con Maduro, con Correa y de alguna manera él culpa en este momento que la escalada de estas protestas que han tenido bastantes niveles de violencia estarían organizados por ellos.

Respecto al conflicto en Perú, llamó la atención el mecanismo que utiliza el presidente para llamar a elecciones parlamentarias, ¿qué pasa con eso? 

Hay posiciones encontradas con respecto a lo que sucedió allá. Hay un sector que dice que efectivamente hay un Golpe de Estado de parte de Vizcarra, quien no esperó a que se le rechazara por segunda vez el voto de confianza y habría disuelto el Congreso en circunstancias en que éste había votado un voto de confianza a su favor, y que habría actuado fácticamente presuponiendo que se le iba a negar.

Ese es un sector que está liderado por los fujimoristas en conjunto con el APRA. Hay que entender que los fujimoristas son el único partido con repercusión nacional, y ambas organizaciones querían avanzar en la elección del Tribunal Constitucional para, por ejemplo, liberar a Keiko Fujimori y otros líderes que están en la cárcel investigados por corrupción.

Por el otro lado, está el sector que lidera Vizcarra y que tiene respaldo de la ciudadanía, porque no se puede desconocer el respaldo que ha tenido esta medida, por el descontento con la forma de hacer política en Perú, por casos como el de Odebrecht con el que han estado vinculados varios de los ex presidentes peruanos, y ven que de alguna manera había una imposibilidad de llevar a cabo una serie de reformas planteadas por Vizcarra porque había un boicot desde el Congreso.

Queda ahora la pregunta sobre qué va a pasar con el Parlamento: quién se va a presentar a las elecciones, y si podrá ser un parlamento que tenga una labor constructiva en el Perú.

Si bien ante la crisis de Venezuela a principios de año varios organismos internacionales fueron muy activos, hemos visto mucha menor actividad ante estos nuevos conflictos. ¿Por qué esta diferencia? 

Hay que tener en cuenta la crisis que viven las organizaciones regionales. PROSUR recién está en su proceso de formación y la acción que surgió en torno a Guaidó está articulado por el Grupo de Lima.

La OEA, por su parte, ya se ha manifestado respecto a la situación de Perú, sugiriendo que el Tribunal Constitucional se posicione, pero el resto de las instancias de alguna manera están esperando que haya un curso interno de los procesos, o simplemente viven una crisis muy profunda como UNASUR. Los organismos internacionales son muy cuidadosos de no intervenir en política interna salvo cuando haya una escalada de violencia que genere preocupación.

En el caso de Argentina, por ejemplo, se espera que avancen las elecciones, mientras que en el de Ecuador creo que se puede generar mayor reacción por la escalada de violencia que está ocurriendo.

Pareciera que Venezuela salió del foco de atención en el que se encontraba. ¿Es así? 

El anuncio del acercamiento entre el gobierno y una parte de la oposición graficó una fragmentación de la oposición, que de alguna manera no ha podido llevar adelante este proceso más allá del apoyo que tiene de la Comunidad Internacional.

La crisis de Venezuela ha adquirido carácter humanitario, que ha significado una proyección a nivel regional y más allá de la coyuntura en los países de la región, que tiene ahora su foco en la zona andina y por eso va a seguir siendo foco de preocupación por sus repercusiones regionales con la llegada masiva de migrantes, con la agudización de la crisis económica, con la permanencia de alianzas de Maduro y el liderazgo chavista, por ejemplo con una Rusia con la que han confirmado la colaboración en materia militar.