Reflexiones sobre la Contingencia Social desde las Ciencias Sociales

¿Cuántas muertes son necesarias para escuchar el clamor de la ciudadanía?

¿Cuántas muertes son necesarias para escuchar el clamor ciudadano?
Contexto /Agencia Uno.
Contexto /Agencia Uno.

Chile no está en guerra. Pero el presidente y sus ministros lo creen así. Lo señalan al país. 15 o más muertos hasta hoy. ¿Quiénes eran y a quienes dejan en duelo?

Los medios de comunicación masiva desvían la atención para centrar el problema en saqueos a grandes empresas, mientras la verdadera noticia está en las calles, en la marea de gente que se desborda no sólo en Santiago sino en otras ciudades del país. Miles de personas que dicen: “¡Basta!”. Chile despertó del letargo neoliberal.

Ya no son sólo 30 pesos de reajuste en la locomoción pública, es el pacto económico-político de la transición el que se está derrumbando, el modelo heredado desde la dictadura de Pinochet y que ha sumido al país en una desigualdad evidente. Y el gobierno sólo sabe salir con una respuesta: represión, Estado de Excepción y militares.

La memoria se construye y la dictadura no parece tan ajena por estos días en las calles chilenas. Hasta ahora se informado de 15 muertos, 1420 personas detenidas y 84 heridas por armas de fuego en cuatro días de Estado de Excepción. Sin duda, el presidente Piñera pasará a la historia con estos números. Llama a parlamentar mientras el Estado está militarizado. ¿Qué manera es esa de volver a una política democrática?

Nadie sabe quiénes son las 15 personas muertas y el Parlamento europeo, en tanto, dice que este tema no es importante, mientras en las embajadas de sus países se desborda la gente con solidaridad.
La demanda de las calles resuena… la transición se cae a pedazos. Exigencias de nueva Constitución, compromiso con Derechos Humanos y fin al Estado de Excepción, los toques de queda y las detenciones arbitrarias.

Esta crisis social es estructural con tensiones acumuladas durante 30 años en salud, educación, vivienda, trabajo, pensiones, desigualdades de género y reconocimiento de orientaciones e identidades sexuales… y en estos días, se ha minimilizado, criminalizado y reprimido una expresión pública que estuvo contenida largamente.

Ahora es el turno de escuchar a otros sectores políticos, sociales y culturales frente a esta crisis. Se requiere una discusión abierta sin medidas represivas de por medio para encontrar una salida responsable.

Hacer un ejercicio de memoria es fundamental. Chile no quiere volver a las muertes del pasado. Y eso se escucha cada día en las calles y en cada cacerolazo de media tarde. El gobierno no puede hacerse el sordo.