Mediante seguimiento por casi una década a 160 pacientes crónicos chilenos

Investigadores demuestran que baja prolongada de carga parasitaria es indicador de curación de Enfermedad de Chagas

Baja prolongada de carga parasitaria indica curación de Mal de Chagas
El equipo de investigadores tras los resultados de mejoría clínica de los pacientes con Chagas
Doctor Werner Apt
Prof. Inés Zulantay

“Internacionalmente no hay consenso con respecto al criterio de curación, especialmente de los casos crónicos, es decir, cuándo se puede considerar a una persona curada de la enfermedad”, explican los académicos. Esto, porque cuando el parásito Trypanosoma cruzi infecta a las células del organismo, “la persona infectada puede pasar un tiempo sin presentar síntomas,  y posteriormente, cuando el parásito se reproduce, e infecta a otras células, puede originar sintomatología.  En ocasiones, se puede originar un cuadro sub clínico; es decir, sin síntomas.  Por eso en fase crónica, los pacientes pueden estar muchos años sin saber que están infectados”.

Por este motivo, los autores señalan que existe una hipótesis científica que plantea que un indicador de curación podría ser la negativización parasitológica prolongada: es decir, que la carga parasitaria aparezca como negativa durante mucho tiempo. “Nosotros estamos a favor de esta hipótesis: es decir, que la no presencia del parásito a lo largo de muchos años sería un indicador de curación”, sentencia la doctora Zulantay.

A ello, el doctor Apt agrega que “si mediante diferentes exámenes no se detecta el parásito en la sangre a lo largo de 10 o 15 años, aunque la serología -o presencia de anticuerpos– a títulos bajos o decrecientes, evidencie resultados positivos, de todas maneras se considera que la persona está curada desde el punto de vista parasitológico.  Es la “curación alternativa”, porque negativiza o baja la carga parasitaria, al punto que no se produce patología o, si esta existía, no evoluciona. Y eso es lo que nos interesa en medicina: que el individuo esté sano”.

La enfermedad de Chagas afecta de diferentes maneras al organismo, pero el compromiso de mayor gravedad es la patología cardíaca: “El compromiso del corazón por la enfermedad de Chagas es el más grave de todas las cardiopatías.  Un alto número de pacientes que participaron del estudio tenían electrocardiogramas alterados en los grados 1 y 2 de la escala de la New York Heart Association, NYHA: es decir, presentaban variaciones leves de ECG. Todos ellos mejoraron después del tratamiento y se mantuvieron así a lo largo del estudio. Y los que no tenían inicialmente cardiopatías, gracias a la terapia nunca las presentaron”, detalla el investigador.  

A ello añade que la terapia es útil además, en el caso de mujeres con enfermedad de Chagas crónica en edad fértil, pues luego de recibir el tratamiento, no trasmiten la enfermedad a sus hijos de forma congénita.

Sin alteraciones cardiológicas

Los especialistas señalan que los resultados parsitológicos, cuya publicación en revistas científicas está en proceso, fueron sometidos a evaluación externa en el Laboratorio de enfermedad de Chagas, Universidad de San Simón, Cochabamba, Bolivia, con resultados completamente  concordantes con los obtenidos por el equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

El tratamiento se basó en la administración de Nifurtimox, durante dos meses, a 160 pacientes crónicos procedentes de las comunas Combarbalá, Salamanca, Illapel, Canela y Los Vilos, de la Región de Coquimbo. Luego, semestralmente se les realizaron controles serológicos y parasitológicos para determinar la presencia del T. cruzi, así como electrocardiogramas; además, en julio de 2019 los investigadores implementaron un operativo que permitió realizar por primera vez en esta área endémica, ecocardiogramas de forma masiva en terreno, para certificar el funcionamiento adecuado del corazón. “Así concluimos que los pacientes tratados o no presentaban alteraciones cardíacas o éstas eran menores. Más aún, llevan muchos años sin que se verifique la presencia del T. cruzi” en la sangre”, señalan los académicos.

Estos resultados, añaden, “fruto del trabajo de una década de un equipo multidisciplinario, tanto de laboratorio como asistencial, debería llevar a la masificación del tratamiento a muchas personas con enfermedad de Chagas del país”. En Chile, hasta la fecha, se ha entregado esta terapia a aproximadamente 1.000 pacientes, siendo que tenemos más de 100.000 infectados, por lo que se debe jerarquizar su entrega a quienes van a tener mejor adherencia y  pronóstico. “Hemos podido apreciar cómo a estos pacientes les mejoró de forma radical su calidad de vida, porque muchos han perdido a familiares o amigos por causas aparentemente desconocidas, y que lo más probable fue que eran problemas cardíacos debido la enfermedad de Chagas”.

Las dificultades en la adherencia al tratamiento se deben a que el uso de estos medicamentos presenta importantes efectos secundarios entre el 10% y el 80% de los pacientes; “pero todos esos síntomas indeseados son perfectamente manejables desde el punto de vista médico; siendo excepcionales los casos en los que se tiene que suspender el tratamiento”, añade el doctor Apt.

Otro corolario de estos avances, añaden los académicos, debería manifestarse en materia de formación de los profesionales de la salud: “Actualmente la parasitología está muy disminuida en los currículos de las carreras de medicina de todo el país; si las nuevas generaciones no conocen esta enfermedad, ¿cómo nuestra población podría beneficiarse de un tratamiento oportuno?”.

Por último, el equipo de investigadores destaca el extraordinario apoyo de los alcaldes y personal de salud municipal de las comunas mencionadas; “sin ellos y su compromiso no hubiera sido posible obtener estos auspiciosos resultados”.