Faride Zeran, sobre los medios de comunicación tras el estallido social:

"El periodismo no ha estado a la altura de la magnitud y gravedad de los acontecimientos"

"El periodismo no han estado a la altura de los acontecimientos"
Entre el 23 y el 25 de enero pasado se realizó en Santiago el "Foro Latinoamericano de Derechos Humanos. Aquí y ahora".
Entre el 23 y el 25 de enero pasado se realizó en Santiago el "Foro Latinoamericano de Derechos Humanos. Aquí y ahora".
La vicerrectora Faride Zeran participó en el panel "Libertad de Expresión y Derecho a la Información. Rol de los Medios de Comunicación y Ejercicio de un Derecho Humano de los Pueblos".
La vicerrectora Faride Zeran participó en el panel "Libertad de Expresión y Derecho a la Información. Rol de los Medios de Comunicación y Ejercicio de un Derecho Humano de los Pueblos".

Organizado por los senadores de oposición de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, Adriana Muñoz (PPD), Juan Ignacio Latorre (RD) y el progresista Alejandro Navarro, la semana pasada se realizó en Santiago el “Foro Latinoamericano de Derechos Humanos 2020, Aquí y ahora”, el cual contó con más de 60 expositores de diversos ámbitos abocados a la discusión y reflexión sobre diversos ejes del debate público en este ámbito.

En este contexto, la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones y académica de nuestro plantel, participó del panel “Libertad de Expresión y Derecho a la Información. Rol de los Medios de Comunicación y Ejercicio de un Derecho Humano de los Pueblos”, junto a Paola Dragnic, periodista y corresponsal de Telesur en Santiago; Pedro Brieger, periodista y sociólogo argentino, director de Nodal; Marcel Lhermitte, periodista uruguayo y asesor en comunicación política; Javiera Olivares, ex presidenta del Colegio de Periodistas y académica de la U. de Chile; y Rodrigo Lagarini, estudiante de Pedagogía en Educación Física, víctima de la violencia policial en manifestaciones.

“Desde el inicio del estadillo social que partió en Santiago como protesta contra el alza de las tarifas del Metro, los canales de televisión iniciaron transmisiones casi ininterrumpidas, cubriendo paso a paso los desórdenes, saqueos e incendios que se sucedieron en distintos puntos de Santiago y de otras ciudades del país. En los primeros días el foco de la tensión periodística no estaba en las causas que originaba la histórica revuelta ciudadana, que como bola de nieve se iba expandiendo, aumentando en masividad, sino en aquellos hechos que espectacularizaban la noticia y de paso deslegitimaban la movilización social asociándola con los actos vandálicos”, comenzó comentando la Premio Nacional de Periodismo 2007, destacando que entonces salvo excepciones, tampoco cuestionaron lo que ocurría con los detenidos, los muertes y los atropellos contra los manifestantes.

En el marco de su presentación, la vicerrectora Zeran, citó un reciente informe titulado “Libertad de expresión en el contexto de las protestas y movilizaciones sociales en Chile durante el estallido social”, el cual fue elaborado por la Fundación Datos Protegidos y el Observatorio del Derecho a la Comunicación, con el apoyo de académicas del Instituto de la Comunicación e Imagen de la U. de Chile. El documento, que corresponde a un estudio ampliado del informe presentado al Relator de la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en noviembre pasado, da cuenta de un patrón en las vulneraciones de la libertad de expresión, y agresiones tanto en manifestaciones, espacio de trabajo e internet, ocurridas entre el 18 de octubre y el 22 de noviembre.

En total, este informe revela 421 denuncias relacionadas a vulneraciones a la libertad de expresión y el ejercicio periodístico de comunicadores. Entre ellas, 138 transgresiones al ejercicio comunicacional, ataques, amenazas e intimidaciones a periodistas, profesionales apartados de sus funciones, conferencias de prensa sin derecho a preguntas, ausencia de comunicación de decretos de toque de queda, filtrado automático y bloqueo de cuentas en redes sociales, seguimiento a comunicadores por parte del servicio de inteligencia, entre otros.

El documento también revela 90 casos corresponden a lesiones con armamento disuasorio, balín, perdigones, lacrimógenas, un caso de trauma ocular, 21 denuncias por golpizas, 19 detenciones y dos casos de mujeres periodistas obligadas a desnudarse en comisarías.

“El periodismo, al igual que el gobierno, los partidos políticos y gran parte de las instituciones, muchas de ellas desacreditadas de hace tiempo, no han estado a la altura de la magnitud y gravedad de los acontecimientos”, expresó la vicerrectora Zeran, quien concluyó su presentación advirtiendo: “Existe un clima sin duda adverso al ánimo libertario de una ciudadanía que exige cambios y que gracias a sus movilizaciones transita hoy por un movimiento constituyente (…) Mientras los tratados de DDHH exigen que los Estados adopten medidas para prohibir las tensiones directas o indirectas a la libertad de expresión, la constitución de 1980 solo prohíbe el establecimiento de monopolios estatales de los medios comunicación, y no se refiere, por supuesto, a los monopolios privados. Este punto es fundamental si hablamos del derecho a la comunicación y libertad de expresión, no solo de los periodistas sino de los miles de hombres, mujeres y jóvenes que desde las calles exigen ser informados de manera plural, oportuna e independiente de los grandes poderes que por décadas han privatizado hasta los propios sueños de nuestra sociedad”.

El rol de los medios

Junto a la vicerrectora Zeran, diversas fueron las voces que también participaron de la reflexión sobre la situación de la prensa y la libertad de expresión en los últimos meses.

Paola Dragnic, periodista y corresponsal de Telesur en Santiago, habló desde su experiencia cubriendo el movimiento social tras el estallido. Así, relató una noche de trabajo como reportera en la población Lo Hermida el pasado 21 de octubre, tras la cual confirmó la ausencia de los medios en ciertos espacios y su falta de cuestionamiento ante los sucesos que ocurrían.

“Entramos por calle Caracas y la gente nos aplaudía. Nosotros no entendíamos bien esta euforia, la gente gritaba ‘¡Por fin llegó TVN!’. La necesidad de cobertura en ese espacio era estremecedora (…) Inmediatamente me empezaron a escribir por interno desde CNN-CHV y TVN, y me dijeron: ‘Por favor sal de ahí ahora. Sal de ahí porque los flaites y el lumpen te van a golpear y te van a agredir’. Entonces fue una bofetada incompresible darme cuenta que el ejercicio del periodismo se alejó del derecho humano de informar. Para poder ejercer aquel derecho tenemos que ser conscientes del poder, debemos ser la bisagra que debe cuestionar, hacer la pregunta que no quieren que hagas”.

A continuación, vino el turno de Pedro Brieger, periodista y sociólogo argentino, director de Nodal, primer portal dedicado exclusivamente a información sobre Latinoamérica y el Caribe, quien analizó el rol de las nuevas tecnologías frente a los grandes conglomerados de comunicación de masas.

“Hoy existen las redes sociales, los medios de comunicación alternativos y las nuevas tecnologías permiten abrir una brecha entre los grandes medios hegemónicos. Sin embargo, sigue siendo cierto que cerca de un 80 por ciento de la información que circula en el mundo, y en particular respecto a América Latina, todavía es generada por las grandes agencias de noticias de Nueva York, de París, de Madrid, de Roma y de Washington. Probablemente las tecnologías han democratizado la comunicación, el desafío nuestro es tomar la posta y decir ‘se puede modificar la comunicación’ y ponerse a trabajar”, expresó Brieger.

En su intervención, Marcel Lhermitte, periodista uruguayo y asesor en comunicación política, puso el foco en el contenido que los medios de comunicación alrededor del mundo entregan cuando informan sobre los estallidos sociales que se han venido produciendo en el último tiempo. “Lo que está aconteciendo es una acción, un gobierno que toma determinadas iniciativas y una respuesta de la sociedad, que son estos estallidos sociales que están produciéndose. ¿Qué pasa con los medios de comunicación? Que no están tomando la acción-reacción, sino la reacción, la vuelta de la pelota hacia uno. Los grandes grupos empresariales periodísticos no están trabajando en el proceso completo. Y ahí, se da lo que es un desajuste de la verdad”, dijo.

Finalmente, Rodrigo Lagarini, estudiante de Pedagogía en Educación Física, víctima de la violencia policial en manifestaciones, quien perdió un ojo tras ser impactado por una lacrimógena el pasado 22 de octubre, dio su testimonio sobre lo ocurrido y señaló: “Los celulares son nuestra única arma para defendernos, porque ante a la ley nos permiten dar pruebas. Después de que me dispararon carabineros salieron arrancando y todas las imágenes apuntaban a mí sangrando. Por suerte me llegaron un par de imágenes con las que pude identificar la patente de un zorrillo, y ese tema se está investigando”.