Cadena del libro

¿Cómo afectará la crisis a los distintos actores de la industria editorial en Chile?

¿Cómo afectará la crisis a la industria editorial en Chile?
El cierre de numerosas librerías debido a la cuarentena ha afectado al conjunto de la cadena del libro, generando una fuerte crisis en el sector.
El cierre de numerosas librerías debido a la cuarentena ha afectado al conjunto de la cadena del libro, generando una fuerte crisis en el sector.
El profesor Bernardo Subercaseaux enfatizó en que la falta de ventas tiene a las librerías medianas y pequeñas con numerosos problemas debido por ejemplo al pago de arriendo por los locales.
El profesor Bernardo Subercaseaux enfatizó en que la falta de ventas tiene a las librerías medianas y pequeñas con numerosos problemas debido por ejemplo al pago de arriendo por los locales.
La académica María Eugenia Domínguez resaltó que la desaparición de editoriales y librerías locales puede provocar una homogeneización de la oferta.
La académica María Eugenia Domínguez resaltó que la desaparición de editoriales y librerías locales puede provocar una homogeneización de la oferta.
En nuestro país el ciclo de vida de las librerías es corto, y son muy vulnerables a las crisis económicas.
En nuestro país el ciclo de vida de las librerías es corto, y son muy vulnerables a las crisis económicas.

La posibilidad de que la cuarentena se prolongue en el tiempo en el marco del esfuerzo global por hacer retroceder al COVID-19, tiene contra las cuerdas a numerosas librerías locales -pequeñas y medianas- y a editoriales más pequeñas, debido a la baja de las ventas.

Esto ya que las pérdidas asociadas se suman a las que la industria ya había sufrido el año pasado debido al estallido social iniciado en octubre, que mantuvo a numerosos locales con funcionamiento intermitente o con horarios más restringidos.

Así lo explicó el académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades e integrante del Consejo del Observatorio del Libro y la Lectura de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones (OLL), Bernardo Subercaseaux, quien explicó que la paralización de la "cadena del libro" -integrada por autores, editoriales, distribuidoras y librerías- ha generado varios cuellos de botella que tienen sin ingresos a la industria.

"Tal vez lo más grave es que las librerías están cerradas y eso ha paralizado a las editoriales también. Tampoco funcionan etapas de mediación, como las presentaciones de libros al público, o de novedades a las librerías, sucediendo lo mismo con las ferias del libro", explicó el académico.

A ello se suma un segmento a veces olvidado, que tiene que ver con la venta de libros usados, el que corre un serio riesgo ya que "gran parte del consumo que tienen está relacionado con las universidades, misma situación que afecta a las pequeñas editoriales agrupadas en 'La Furia del Libro'. Al no funcionar estas instituciones, no pueden vender".

Esta situación afecta de manera especial a los actores más pequeños de la cadena, porque "creo que salvo la Feria Chilena del Libro que tiene locales propios, la mayoría de las librerías arriendan los locales entonces pasa como con los restaurantes, si esto se prolonga van a tener muchas dificultades", mientras que las editoriales transnacionales estarían pensando en fortalecer otro modelo para sortear la situación, con énfasis en promociones importantes en el libro electrónico.

Al respecto, la profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen y también parte del OLL, María Eugenia Domínguez, enfatizó en que si bien ese mercado se va a continuar abriendo, "vamos muy atrasados aún, y para entrar ahí se requiere una mirada distinta respecto a los modos de producción, pensando además que tampoco es accesible a todo el mundo", por lo que es aún una opción minoritaria.

Para comprender la estructura como se organiza actualmente la industria editorial en el país, Domínguez explicó que existen distintos tipos de librerías, habiendo algunas que se insertan a partir del a venta de títulos seguros como las grandes cadenas con locales en los centros comerciales, y "la pequeña librería que remite al oficio del librero, que no es solo la puesta en venta del libro sino la recomendación, un mediador entre el lector y la lectura, y eso me parece que está en grave peligro".

Entre los riesgos asociados a la desaparición de este tipo de locales, la académica mencionó que puede haber una homogeneización de la oferta si quiebran librerías o editoriales locales, que son las que toman riesgos y publican obras y autores novedosos que muchas veces al consolidarse, migran hacia los mayores actores por las mejores condiciones que pueden ofrecer.

De todas maneras, recordó que la bibliodiversidad no debe medirse sólo respecto a la pluralidad de títulos o temas disponibles, sino que también respecto a la posibilidad de acceso de una gran cantidad de lectores a los títulos disponibles. "Esa ecuación hace que corramos el riesgo de que, frente a una enorme diversidad de títulos, tengamos un acceso limitado a los más potentes, o a los con mayor publicidad", indicó la académica.

Finalmente, la profesora Domínguez recordó que el ciclo de vida de las librerías en nuestro país es corto, y se encuentran muy vulnerables a las crisis económicas que lo afectan. "Así pasó el 2003, también a fines de los años '90, y así va a pasar sin duda hoy", finalizó.