Grandes amenazas se nos han presentado durante el último tiempo. Hace unos meses fuimos testigos de grandes incendios forestales que consumieron el Amazonas y gran parte de Australia, dos de los grandes pulmones verdes del mundo. Tormentas y huracanes muy intensos y destructivos. La sequía, esa que hoy impide que muchos niños y niñas en el mundo tengan acceso al agua potable. Y la amenaza que hoy nos tiene confinados/as, el Covid-19.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), todas son, de alguna u otra forma, efecto del comportamiento humano. La deforestación, la producción agrícola y ganadera a nivel industrial y la caza y comercio ilegal de especies exóticas, son algunos ejemplos de una economía que no es sostenible y amigable con el medioambiente.
Un número importante de la población mundial ha sido invitada u obligada a permanecer en un estado de confinamiento, como medida preventiva ante el Covid-19, que ya ha cobrado la vida de más de 175.000 mil personas en todo el mundo. Confinamiento que nos ha dejado hermosas postales de cielos más limpios, montañas que se dejaron ver después de años, animales retomando el uso de territorios, viviendo en libertad en espacios que hasta hace unos meses eran de uso exclusivo del ser humano.
El Director de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la Facultad de Agronomía y miembro de la Red de Huertos, Ricardo Pertuzé Concha, indicó que “el hecho de ‘quedarse en casa’ nos permite darnos cuenta lo frágiles que somos ante la inmensidad de la Tierra. Es una excelente oportunidad para analizar las riquezas que nos brinda nuestro planeta Tierra y las dificultades que tenemos para aprovecharlas dados los caprichos de la naturaleza”.
Dado el contexto actual, el académico recomienda celebrar este Día Internacional de la Tierra con pequeños esfuerzos personales, como el cultivo de una pequeña huerta o de espacios de producción en el hogar, “desde macetas en los balcones hasta un pequeño espacio en el jardín donde cultivemos hierbas y hortalizas de la temporada" añade.
Así se tiene la oportunidad de reducir la basura compostando los restos vegetales, de forma de contribuir a mejorar los espacios de cultivo y reutilizar los desperdicios orgánicos que generamos en el hogar. Esto mismo también nos ayudará a salir menos de casa dado que podremos tener algunos alimentos extras al alcance de la mano sin salir del hogar”, indicó.
Cuidar el entorno, hacernos conscientes y responsables de nuestro impacto en el planeta es una forma de protegerlo y protegernos como especie. Este día ya cumple 50 años llamando a cuidar la Tierra, partiendo por el espacio de nuestros hogares.