Más de 3500 jóvenes beneficiados

Comunidad universitaria despliega iniciativas para asegurar participación de estudiantes en clases a distancia

Comunidad universitaria asegura participación de estudiantes en clases
La compra masiva de chip de internet fue una de las primeras medidas implementadas por la Universidad.
La compra masiva de chip de internet fue una de las primeras medidas implementadas por la Universidad.
A ello se sumaron iniciativas a nivel central y local paea comprar equipos o generar planes de préstamo o donaciones.
A ello se sumaron iniciativas a nivel central y local paea comprar equipos o generar planes de préstamo o donaciones.
La iniciativa "Tod@s conectad@s" logró reunir más de 50 millones de pesos, gracias a más de 500 aportes.
La iniciativa "Tod@s conectad@s" logró reunir más de 50 millones de pesos, gracias a más de 500 aportes.

Desde que la pandemia por el COVID-19 llegara a nuestro país, las universidades han debido hacer un gran esfuerzo para transitar en un breve plazo a realizar masivamente clases a distancia bajo la lógica de una "Enseñanza Remota de Emergencia".

En ese marco, uno de los desafíos a enfrentar son las dificultades de muchos de los estudiantes para acceder a equipos computacionales o a una conexión a internet para participar de las clases, lo que motivó que la institución, en sus distintos niveles, impulsara iniciativas que permitieran subsanar la situación lo más rápido posible, y con estándares de calidad y equidad.

La directora de Bienestar Estudiantil, Pamela Diaz-Romero, explicó que "nadie estaba preparado para lo que nos ha tocado vivir, y hemos tenido que aprender a resolver los conflictos que trae traspasar un proceso de enseñanza aprendizaje presencial a este formato de emergencia, que tiene exigencias que van desde la conectividad a la disponibilidad de equipos, porque presume que los estudiantes pueden sentarse frente a un equipo, lo que no siempre es compatible con labores de cuidado o domésticos y además es algo que también afecta a los académicos".

Fue ante este escenario que la Universidad de Chile procedió a la compra masiva de chip de conexión a internet con planes ilimitados de la red 4G móvil, que pudieran entregarse a quienes tenían dificultades de conectividad en diferentes partes del país. A ello se sumó el impulso de iniciativas de préstamo o reciclaje de equipos en distintas unidades académicas, de esfuerzos presupuestarios para la adquisición de nuevos equipos a nivel central, y el apoyo de otra instituciones de manera de responder a esta necesidad de los estudiantes.

De esta manera, más de 3500 estudiantes están siendo beneficiados con equipos y/o chip de conexión a internet, que son distribuidos para cubrir en primera instancia a los grupos prioritarios, como los estudiantes que ingresan por vías de equidad como SIPEE y PACE, así como quienes tienen altos índices de vulnerabilidad. Además, las unidades académicas han identificado personas que si bien no cumplen estos criterios base, si han sido afectados por la crisis, como familias numerosas que solo cuentan con un equipo que debe ser compartido.

"El compromiso es que quienes tengan dificultades para participar de las clases, cuenten con los dispositivos necesarios, en un esfuerzo complementado con los locales y que se han distribuido por correo, empresas de mensajería, e incluso directamente por parte de funcionarios de las direcciones estudiantiles", destacó la directora.

Campaña "Tod@s conectad@s"

Entre los proyectos que surgieron para abordar esta necesidad se encuentra la campaña "Tod@s conectad@s", que finalizó el 11 de mayo, surgida por la inquietud de la investigadora del Centro de Investigación Avanzado en Educación, Liliana Morawietz, y del profesor de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Patricio Felmer, y que buscó reunir fondos para la adquisición de equipos que puedan ser prestados a estudiantes.

A lo largo de varias semanas, esta iniciativa logró reunir más de 51 millones de pesos, gracias al aporte de 550 donantes de toda la comunidad universitaria, así como de ciudadanos, lo que se traducirá en el apoyo a 171 estudiantes con un tablet de 10 pulgadas y un chip de datos para la conexión a internet.

"Lo que más nos produjo satisfacción fue la variedad de personas que donaron, porque participó todo el espectro de la comunidad: estudiantes de pregrado que pusieron mil pesos, egresados que pusieron un millón, hay empresas de egresados, funcionarios, funcionarias, técnicos, profesionales, académicos, académicas, músicos de la Orquesta Sinfónica, entonces esa reacción nos pareció que era un ejemplo muy patente de que la U. de Chile tiene fuertes valores de solidaridad", expresó el profesor Patricio Aceituno, coordinador de la iniciativa.

Nuevos desafíos

Si bien las dificultades asociadas a conectividad y equipamiento están siendo cubiertas, la directora Díaz-Romero explicó que en este momento "el desafío tendrá relación con seguir aprendiendo a desarrollar este proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto de pandemia, y para eso hemos aumentado la flexibilidad tanto de los procesos como de los criterios con que se ajustan las mallas curriculares, las descargas académicas, incluyendo la retroalimentación de la comunidad, y también medidas de autocuidado".

Una de las iniciativas que destacó la directora en esta última dimensión es la incorporación de "pausas que permiten tanto cuidar los niveles de estrés, como ponerse al día sin agobiarse".

La idea, especificó, "es que en esas pausas se interrumpe la actividad académica pero no necesariamente el contacto entre los académicos y estudiantes, no para que pasen materias, sino para que recojan dudas, se evalúe cómo van los aprendizajes, o simplemente ver cómo están todos. El objetivo, más que terminar el semestre a cualquier costo, es que el aprendizaje se combine con la calidad de vida de los estudiantes y académicos".