“La primera inspección que hice con relación a esta pandemia, cuando estaban comenzando los primeros contagios en Chile, fue la que más me impactó”, relata Felipe Malgüe, profesor del INAP. Esto porque “las y los trabajadores me agradecieron con lágrimas en los ojos, debido a que estaban muy preocupados, pero no se atrevían a exigir sus derechos”.
Esta inspección de desarrolló en un call center, “en una oficina muy pequeña, donde tenían hacinados a más de 20 trabajadores, sin respetar ninguna medida de distanciamiento social, sin ningún implemento de protección para evitar contagios, en un grupo donde habían mujeres embarazadas y adultos mayores”, relata el profesor respecto a esta situación que ha podido seguir observando en otros despliegues en terreno como parte del equipo de la Dirección del Trabajo dedicada a esta labor; particularmente el temor por denunciar la falta por parte de los empleadores de suministrar medidas de protección y otros incumplimientos a las normas vigentes y a las circulares especialmente emitidas por el actual contexto.
Una de ellas, explica el profesor, es el artículo 184 del Código del Trabajo, “que dice que es obligación que el empleador tome todas las medidas necesarias para proteger la vida y salud de los trabajadores”, lo que hoy se expresa en que cuenten con las medidas de protección para la prevención del contagio del COVID-19, como son “que las personas guarden distancia social, que haya agua, jabón y alcohol gel, que las empresas informan a los trabajadores de los riesgos y que les entreguen los elementos de seguridad, como mascarillas o guantes, dependiendo de la actividad”.
Al igual que muchas reparticiones públicas, parte de la labor de la Dirección del Trabajo se está desarrollando de manera remota, “pero se creó una unidad especial en donde todas las denuncias que tengan que ver con el coronavirus estamos yendo al terreno a verlas”, relata el profesor que junto a tres profesionales más forma parte de esta unidad en la Región Metropolitana.
Esta unidad, detalla, tiene “todas las facultades para ir a las empresas y obligarlas a que cumplan”. Si se niegan, “nosotros tenemos la facultad de suspender las faenas, entonces se cierra la empresa, los trabajadores se van a la casa con sueldo pagado, hasta que la empresa no corrija todos los peros y con multas asociadas”.
Miedo a denunciar
Como advierte el profesor Malgüe, “sabemos que en Chile hay muchos empleadores que no respetan la normativa”. Si bien el Código del Trabajo protege a las y los trabajadores y “ellos tienen el derecho a reclamar que la empresa les proteja su vida y su salud, entiendo que a muchos trabajadores les cuesta exigir sus derechos por miedo”.
Hoy, informa el académico, las denuncias pueden ser completamente anónimas, y pueden ser on line. “Antes, todo trabajador que quería denunciar estaba obligado a ir de forma personal a hacer la denuncia. Igual podía ser anónimo pero tenía que ser en forma personal y tenía que identificarse Hoy día puede hacer denuncia de forma anónima en la página dt.gob.cl. Esto llega a una central y a los coordinadores, y si es una denuncia por coronavirus, se manda a este equipo especial a los pocos días a fiscalizar en terreno”, explica el profesor.
Es por ello que, como plantea el académico, el llamado, “es los trabajadores es a exigir sus derechos, para que las empresas les cumplan con todas las medida de seguridad”. También, el llamado es a los empleadores, “a velar por la vida y salud de sus trabajadores”. Como advierte el profesor, “si no lo hace, se arriesga a que le cierren la empresa y le aplique multas”.