U. de Chile busca informar a la ciudadanía sobre el uso adecuado de alimentos en pandemia

UCH entrega recomendaciones nutricionales en contexto de COVID-19
La encuesta CASEN reveló que en un 24% de los hogares encuestados se experimentó alguna forma de inseguridad alimentaria por falta de dinero.
La encuesta CASEN reveló que en un 24% de los hogares encuestados se experimentó alguna forma de inseguridad alimentaria por falta de dinero.
La campaña "Aquí comemos todas y todos" busca acercar el conocimiento académico a la comunidad mediante consejos y recomendaciones para sobrellevar la inseguridad alimentaria que atraviesa el país.
La campaña "Aquí comemos todas y todos" busca acercar el conocimiento académico a la comunidad mediante consejos y recomendaciones para sobrellevar la inseguridad alimentaria que atraviesa el país.
El jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la VID, Pablo Riveros.
El jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la VID, Pablo Riveros.
La académica del INTA, Nelly Bustos.
La académica del INTA, Nelly Bustos.
Bárbara Ángel, profesora del INTA.
Bárbara Ángel, profesora del INTA.
La guía trae indicaciones para distribuir la alimentación semanal pensando en los pocos recursos que tienen muchas familias.
La guía trae indicaciones para distribuir la alimentación semanal pensando en los pocos recursos que tienen muchas familias.

La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) 2017, reveló que en un 24% de los hogares encuestados se experimentó alguna forma de inseguridad alimentaria por falta de dinero. En el 9,6% de los casos, un integrante de la familia tuvo que dejar alguna comida, mientras que un 7,4% tuvo a una persona que sintió hambre o no comió nada.

Frente a este escenario, la campaña “Aquí comemos todas y todos” busca acercar el conocimiento académico a la comunidad mediante consejos y recomendaciones para sobrellevar la inseguridad alimentaria que atraviesa el país por la pandemia. Esta iniciativa fue lanzada la semana pasada en un esfuerzo conjunto entre la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile.

El jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la VID, Pablo Riveros, se refirió al contexto en el cual se elaboran este tipo de documentos. “Esta es una de las peores crisis de las últimas décadas y la Universidad de Chile debe ser un aporte a una sociedad fragilizada por las consecuencias de la pandemia. El tema alimentario es justamente donde el INTA ha tenido una historia distintiva, por su abordaje transdisciplinar y por sus aportes a las políticas públicas de nutrición en el país”, destacó.

La guía ese instala como una herramienta con consejos prácticos sobre estilos de vida saludables, planificación de menú semanal, qué puntos considerar al momento de alimentarse y datos útiles asociados a la compra y el almacenamiento de alimentos.

La académica del INTA, Nelly Bustos, explicó los puntos fundamentales de este documento. “Lo más importante es cuidar el presupuesto familiar y priorizar los alimentos con un buen aporte nutricional, de temporada y de producción local. Es decir, enfocarse en consumir frutos secos, frutas, verduras y legumbres por sobre alimentos altos en nutrientes críticos o con exceso de sales, azucares y grasas totales. Además, se debe poner especial atención en los grupos más vulnerables de la familia, que son los niños, las embarazadas y los adultos mayores”, detalló.

Los grupos vulnerables y las políticas públicas

Los niños, niñas, embarazadas y adultos mayores son los grupos de riesgo dentro de esta crisis. Las expertas coinciden en que se debe monitorear y verificar que tengan una alimentación que incorpore los nutrientes necesarios. En Chile, existe el Programa Nacional de Alimentación Complementaria (PNAC) en la atención primaria, que cuenta con apoyo nutricional para la población infantil de menores de 6 años, gestantes y madres que amamantan.

Por su parte, el Programa de Alimentación Complementaria del Adulto mayor (PACAM) distribuye alimentos fortificados con micronutrientes a la población mayor. La Académica del INTA, Bárbara Ángel, recalcó que este grupo etario participa mucho en este tipo de programas y también en espacios de educación nutricional, debido a los problemas que trae consigo la vejez. “Se debe entender la importancia de la vitamina D en invierno y tomar sol entre 10 a 20 minutos diarios ayuda mucho con esto. Sin embargo, los adultos mayores no son capaces de sintetizarla, por lo que es fundamental que tomen los suplementos que vienen en el PACAM”, explicó.

Asimismo, la profesora agregó que “existen procesos biológicos que no podemos evitar. Envejecer puede significar perder dientes, sufrir alteraciones auditivas, perdida de olfato y audición, junto con la dificultad de movilizarse. Generalmente lo que más afecta a las personas mayores es la hipertensión, la diabetes y la arterosclerosis. Por lo tanto, la dieta de estas personas cambia porque se van restringiendo y hay pérdida de apetito debido a la depresión, la poca motivación para alimentarse y el impedimento de comprar alimentos de buena calidad por los recursos escasos”.

Esta guía trae indicaciones para distribuir la alimentación semanal pensando en los pocos recursos que tienen algunas familias. También considera el poco acceso a educación nutricional al momento de elegir algunos alimentos. La Académica Bustos concluyó que “el ciclo debe ser distinto a lo que venimos haciendo durante muchos años. Esto es una observación y genera una propuesta de política pública de cómo nos instalamos ahora para fomentar nuestra producción local y tener un mejor acceso y disponibilidad para las familias más vulnerables. Debemos llegar al punto en que comer productos locales y saludables no sea un privilegio”.