Estudio internacional

Astrónomos de la U. de Chile participaron en descubrimiento del sistema planetario más cercano al Solar

Descubren sistema planetario más cercano al Solar
"Hallamos dos mundos orbitando una de las estrellas más cercanas a la Tierra, que está a algo más de 10 años luz de distancia", afirmó el profesor James Jenkin.
"Hallamos dos mundos orbitando una de las estrellas más cercanas a la Tierra, que está a algo más de 10 años luz de distancia", afirmó el profesor James Jenkin.
La investigación con los resultados de este hallazgo fue publicada  hoy en la Revista Science.
La investigación con los resultados de este hallazgo fue publicada hoy en la Revista Science.

Gliese 887b y Gliese 887c, son los nombres de los dos planetas identificados hasta el momento por las y los integrantes de este proyecto; cada uno con temperaturas promedio de entre 200 y 80 grados celsius. “Hallamos dos mundos orbitando una de las estrellas más cercanas a la Tierra, que está a algo más de 10 años luz de distancia. Estos tienen una masa mínima de entre 4 y 8 veces la de nuestro planeta”, detalló el doctor James Jenkins, astrónomo y académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile.

El equipo, encabezado por la doctora Sandra Jeffers de la Universidad de Göttingen (Alemania), observó a la estrella GJ 887 durante tres meses gracias al High Accuracy Radial Velocity Planet Searcher (HARPS), un espectrógrafo de alta precisión dedicado a la búsqueda de planetas, ubicado en el Observatorio La Silla (Chile), de la ESO.

La detección se realizó utilizando el método llamado espectroscopia Doppler o velocidades radiales. Este método mide el “bamboleo” de la estrella debido a la influencia gravitacional de los planetas que la orbitan. En los datos, se incluyen observaciones de archivo que abarcan más de veinte años.

Los dos planetas entran dentro de la categoría de súper-Tierras, es decir, aquellos que poseen una masa superior a la de nuestro planeta pero sustancialmente menor que Neptuno.

Un tercer invitado

"Sabemos que este tipo de sistemas planetarios son bastante comunes en otras estrellas -entre un 15 y un 30 por ciento de las estrellas de tipo solar-, pero no habíamos encontrado ninguno tan cercano al Sol", cuenta Guillem Anglada-Escudé, otro de los autores de la investigación y miembro del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC en España).

“La estrella de este Sistema es tan brillante, que podemos estar seguros que posteriormente podremos estudiar la distribución de calor de sus atmósferas, eso es algo notable. Adicionalmente encontramos la señal de lo que sería un tercer planeta. Si llegamos a confirmarlo, la buena noticia es que éste estaría ubicado en lo que denominamos la ‘zona habitable’, es decir, estaría en una zona que posee una temperatura que no es ni tan caliente ni tan fría, lo que posibilita la existencia de agua líquida en su superficie”, indica James Jenkins, quien es también investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA).

“Para el estudio se utilizaron datos de cuatro instrumentos distintos, de los cuales dos se encuentran instalados en Chile. Nuestro grupo aportó datos que complementaron los obtenidos por la campana RedDots#2. Para el análisis de más de 20 años de datos se utilizó un conjunto de herramientas estadísticas y computacionales que incluyeron un código desarrollado en nuestro grupo, que permitió confirmar los resultados y descartar posibles escenarios debido a la actividad de la estrella”, explica Matías Díaz, estudiante del Doctorado en ciencias mención astronomía FCFM de la Universidad de Chile y uno de los autores del paper.

“GJ887 es una de las doce estrellas más cercanas al Sol. De continuar por este camino, estaremos agregando un nuevo grano de arena en nuestra permanente búsqueda por encontrar vida fuera del planeta Tierra”, concluye Díaz

Para confirmar la existencia de este tercer planeta alrededor de GJ 887 hacen falta algunos datos más, los cuales los científicos consideran que se podrían obtener en un par más de campañas de observación.

La nota original publicada en la Revista Science, se encuentra acá.