Rol de la comunicación

Demente abierta: periodismo feminista por una educación sexual integral

Demente abierta: periodismo por una educación sexual integral
Hoy, el equipo de "Demente abierta" está trabajando remotamente a través de sesiones de instagram live, donde responden las dudas que reciben por ese medio.
Hoy, el equipo de "Demente abierta" está trabajando remotamente a través de sesiones de instagram live, donde responden las dudas que reciben por ese medio.
"Demente abierta" está integrado por periodistas, licenciadas en comunicación y matronas de la U. de Chile.
"Demente abierta" está integrado por periodistas, licenciadas en comunicación y matronas de la U. de Chile.

Fue el 2018, como parte del ramo de periodismo televisivo, que once estudiantes del Instituto de la Comunicación e Imagen levantaron una web serie de youtube dedicada a la educación sexual. Terminó el semestre y el proyecto quedó en stand by, hasta que tres de esas estudiantes, Francisca Valenzuela, Francisca López y Valentina Aravena, tomaron el tema y lo abordaron como memoria de título, al año siguiente. “Lo renovamos con un nuevo formato, enfocado en redes sociales, porque nuestro público objetivo estaba ahí, en Instagram, y con un nuevo enfoque en la interacción en la calle, donde a raíz de las preguntas que surgían de niños, niñas, niñes y adolescentes, nosotras generábamos un contenido con un entrevistado o entrevistada sobre el tema”, cuenta Valenzuela.

Fue a partir de la investigación que realizaron para la memoria de título, que, como explica Francisca López, “fuimos y nos seguimos dando cuenta de que la educación sexual en este país es escasa, básicamente porque tiene muchos sesgos religiosos, y desde ahí no se permite hablar un montón de cosas. Hay un velo religioso y conservador de la sexualidad y de no entregar una educación sexual en los colegios”.

Hoy el proyecto “Demente abierta” cuenta con nuevas integrantes, la licenciada en Comunicación Social, Fernanda Vargas, y las matronas Karla Messina, Michelle Hurtado, María José Díaz y Camila Duarte; quienes están trabajando remotamente a través de sesiones de instagram live, donde responden las dudas que reciben por ese medio con las matronas y las y los entrevistados en cada episodio.

¿Cuál es origen de “Demente abierta”?, ¿qué necesidad vinieron a abordar?

Francisca López (FL): Al principio era más de hablar de educación sexual, de cosas que en ningún lado te iban a hablar, y en ese momento hablamos de aborto y autoplacer. Después, cuando lo retomamos como memoria de título, lo enfocamos en la importancia de tener educación sexual y de género. Desde ahí parte la formulación del contenido y la base del programa, de hablar de estos temas, porque sabemos -porque hicimos investigaciones y trabajamos datos- que el Estado no se hace cargo, y sabemos que es necesario que les adolescentes, y todas las personas en verdad, se informen de estos temas.

Francisca Valenzuela (FV): Nos dimos cuenta que existe esta necesidad y que nosotras podemos cubrirla desde nuestro rol de comunicadoras. Habían miles de informes de aumento del VIH, de las enfermedades de transmisión sexual, de que aún tenemos una alta tasa de embarazo adolescente; también hay un gran número de delitos sexuales y feminicidios, lo cual es grave. Por eso dijimos: tomemos esta necesidad y transformémosla en un proyecto donde podamos socializar está información que es importante que se tenga.

¿Qué implica el enfoque de una educación sexual integral?

FL: La educación sexual integral tiene que ver con el hecho de que se entreguen las herramientas y conocimientos para que todas las personas puedan hacer valer sus derechos, que sepamos que por el hecho de ser personas tenemos derechos sexuales y reproductivos y que eso también implica otras cosas, como el vínculo sexo afectivo con las personas y el respeto por una misma.

Este enfoque ayuda a darte cuenta de cosas que quizás en nuestra generación las normalizamos y que también serían parte de una educación sexual y de género integral, donde, por ejemplo, adolescentes de 14 años tienen mayor probabilidad de ser sometidas porque probablemente no le han dicho qué actitudes son sanas y cuáles no. Todo eso sería una parte de una educación sexual integral, para que las personas puedan vivir bien consigo misma y con el resto.

FV: Nosotras vimos que la educación sexual que se ha impartido -porque nosotros hicimos el trabajo de ir preguntando a adolescentes y jóvenes si habían tenido educación sexual en el colegio y qué habían tenido-, siempre ha estado basada en la fertilidad y en la biología; de hecho, la ley donde se incorpora la educación sexual, es una ley de fertilidad, no es una ley de educación ni de derechos de niños y niñas y adolescentes. A partir de eso nace una nueva idea de una educación sexual que sea integral, que ponga también énfasis en el placer, el consentimiento, en la responsabilidad afectiva, en el amor propio, en el poder reconocer los roles que nos han impuesto de masculinidad y feminidad, que pueden ser sumamente tóxicos, y que también incorpore las diferentes identidades de género.

FV: Incluso, cuando se habla de educación sexual integral, pensamos que debería pensarse para niños, niñas y niñes desde las primeras edades, porque quien sabe que no lo tienen que tocar, qué es un abuso sexual, puede reconocerlo a tiempo. Por eso es tan importante una educación sexual integral en todos los niveles.

¿Qué impacto puede tener este enfoque en las experiencias de vida de las nuevas generaciones?

FV: Otra de las razones de este proyecto es ahorrarle experiencias pencas, que nosotras también vivimos, de estar en una relación sumamente tóxica, pasar por una situación de abuso y ni siquiera saber que era eso, de no saber cómo enfrentamos si, por ejemplo, a mí me gustaba una niña. Pienso incluso que ni siquiera tuve información de anticoncepción, que es lo que generalmente llegan a tener cuando tienen educación sexual.

Lo que nos dio la motivación al final fue ahorrarles estas experiencias a las nuevas generaciones porque no queremos que les pase. Queremos que puedan hablar sin mitos ni tabúes sobre las diferentes formas de experimentar la sexualidad entre jóvenes, y por eso nuestro lema es 'las inquietudes que ni en el colegio, ni en la iglesia ni tu familia te pudo responder'. Porque es así, no te lo responden en el colegio, ni en tu casa, ni tus amigos porque tampoco saben, entonces al final terminas buscando en internet y puede que no esté toda la información. Por eso quisimos hacer este trabajo y llegar a jóvenes y adolescentes, acercarnos a los colegios para que ellos supieran que existimos, entregarles folletos y stickers, cosa que ellos puedan entregarnos sus preguntas, y a partir de sus necesidades podamos generar contenidos. Todo esto, con un lenguaje inclusivo, con una perspectiva de género y una perspectiva feminista también en cada una de las cosas que hacemos.

¿Qué implica que ustedes se planteen desde una mirada feminista?

FV: Eso se visibiliza mucho en cómo trabajamos en nuestro equipo, porque no queremos trabajar con hombres. Si bien los derechos sexuales y reproductivos son algo que nos compete a todos, nosotras preferimos trabajar con mujeres cis y trans, pero mujeres, porque sabemos que así tenemos nuestros espacios seguros y generamos espacios seguros para otras mujeres.

A la hora de comunicar nosotras trabajamos desde un feminismo interseccional, hablamos de identidad de género y hablamos que estas diferentes identidades deben ser respetadas, y creo que eso se traspasa a todo nuestro trabajo, al hablar de roles de género que son impuestos en nuestra sociedad y que debemos cuestionarlos. Y eso también les sirve mucho a todas las personas. También intentamos hablar de la masculinidad tóxica, para eliminar estas actitudes tan patriarcales que nuestra sociedad tiene súper inculcadas, y por eso también tenemos un capítulo dedicado a este tema.

Al final lo que buscamos es que crezcan niños y hombres sanos, que puedan relacionarse bien con sus parejas, que puedan tener una conductas sanas en una relación sexoafectiva en todos los ámbitos, porque incluso dentro de las parejas se producen abusos sexuales, violaciones y otras cosas, y nosotras queremos evitar que eso pase.

¿Qué rol tienen ustedes como comunicadoras en relación a su proyecto?

FL: nosotras establecemos este trabajo como un acto político, porque nosotras como comunicadoras vemos el comunicar como un acto político. No puede ser un acto vacío porque justamente estamos comunicando sobre temas que van a producir un cambio en la sociedad y que van a ayudar a las personas que lo vean y que lo sepan.

FV: Yo creo que hay que decir que en Chile tenemos medios de comunicación sexistas, y teniendo eso en consideración nosotras creemos que un primer paso es establecer esa base, de que somos feministas, y que también nos posicionamos frente a los medios de comunicación que existen, que nosotras no tenemos esa perspectiva, y que desde nuestro lugar de periodistas también podemos poder luchar contra esta comunicación que es sexista.

Y en relación a la educación sexual, se ha comprobado que los programas integrales, que brindan información correcta y completa, le dan a las personas herramientas para vivir una vida más sana, donde puedan tener conductas buenas para ellos y para los demás, donde puedan cuidarse y tener relaciones más placenteras en todo ámbito. Nosotras estamos contribuyendo a eso, y a raíz de que hacemos este trabajo en terreno, y entregamos herramientas a las personas en relación a saber qué es una educación sexual integral y que es un derecho, esperamos poder contribuir a que ellos y ellas y elles puedan exigir esto como un derecho. Nosotros podemos hacer esto por nuestro lado y esperamos que ellas también puedan hacer lo suyo. La persona más afectada es la que ni siquiera sabe qué es la educación sexual y que es algo que debería tener.