Ante los impactos de la pandemia:

Investigadores de la Universidad de Chile proponen abordar estudios para un Centro Nacional de Desarrollo y Producción de Vacunas

UCH propone estudiar un Centro Nacional de Desarrollo en Vacunas
Expertos de la U. de Chile abren el debate sobre la necesidad de crear un centro nacional de producción de vacunas, con el fin de dar respuesta desde una alianza pública-privada.
Expertos de la U. de Chile abren el debate sobre la necesidad de crear un centro nacional de producción de vacunas, con el fin de dar respuesta desde una alianza pública-privada.
De acuerdo con los anuncios de la OMS, existen 21 posibles vacunas para enfrentar la pandemia mundial por COVID-19, que actualmente avanzan con ensayos clínicos en seres humanos.
De acuerdo con los anuncios de la OMS, existen 21 posibles vacunas para enfrentar la pandemia mundial por COVID-19, que actualmente avanzan con ensayos clínicos en seres humanos.
El inmunólogo y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, Flavio Salazar.
El inmunólogo y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, Flavio Salazar.
El director de Innovación de la Universidad de Chile, Carlos Saffie.
El director de Innovación de la Universidad de Chile, Carlos Saffie.
Académico de la FAVET y director del Laboratorio de Vacunas Veterinarias de la Universidad de Chile, Leonardo Sáenz.
Académico de la FAVET y director del Laboratorio de Vacunas Veterinarias de la Universidad de Chile, Leonardo Sáenz.
La Académica de la Facultad de Medicina y presidenta de la Asociación Chilena de Inmunología, Fabiola Osorio.
La Académica de la Facultad de Medicina y presidenta de la Asociación Chilena de Inmunología, Fabiola Osorio.
El vicepresidente de Prolmed, Jean Jacques Duhart.
El vicepresidente de Prolmed, Jean Jacques Duhart.

Con más de 330 mil casos de COVID-19 detectados a la fecha, Chile es el séptimo país del mundo con mayor cantidad de contagios respecto al total de habitantes. Esta situación ha puesto a prueba a los servicios públicos y privados, evidenciando la importancia de la investigación científica-tecnológica como eje esencial para enfrentar la pandemia.

Frente a los efectos colaterales de esta emergencia sanitaria, expertos de la Universidad de Chile abren el debate sobre la necesidad de crear un centro nacional de producción de vacunas, con el fin de dar respuesta desde una alianza pública-privada a las múltiples exigencias del país en esta materia.

El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, se refiere a los aprendizajes que ha traído la pandemia. “Esta experiencia nos ha obligado a reflexionar sobre cómo pudimos haber estado mejor preparados. También nos ha invitado a observar las fortalezas que tenemos en el país, pues a pesar de estar desatendidos en cuanto a financiamiento, la ciencia chilena tiene un nivel muy bueno y da confianza para futuras soluciones. Construir un centro tecnológico para desarrollar vacunas es imprescindible y se trata de un esfuerzo nacional que debe combinar saberes, capacidades e inversión. Este proyecto merece máxima prioridad porque nos podría traer una tremenda tranquilidad, además de situarnos en un lugar relevante en el concierto científico internacional", destaca.

Para el inmunólogo y vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, Flavio Salazar, “ha quedado claro que, en una época donde las pandemias son una amenaza permanente, el impacto de no contar con capacidades estructurales para generar vacunas es muy alto. Si bien durante la crisis sanitaria ha aumentado la credibilidad en el mundo científico, estas situaciones evidencian precariedades y fortalecen la sensación de tener que estar más preparados y construir competencias científicas”.

En tanto, el director de Innovación de la Universidad de Chile, Carlos Saffie, añade que “la pandemia ha generado un desafío común. Debemos aprovechar constructivamente este diálogo conjunto entre la academia, el sector público y privado, tal como lo están haciendo muchos países en el mundo e iniciar estudios de pre-inversión de proyectos de largo plazo y alta complejidad como un Centro Nacional de Vacunas”

El escenario mundial

De acuerdo con los anuncios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen 21 posibles vacunas para enfrentar la pandemia mundial por COVID-19, que actualmente avanzan con ensayos clínicos en seres humanos. La mayoría de estas propuestas se encuentran en Fase 1, que representa la etapa de evaluación de la seguridad del producto.

Sin perjuicio de aquello, diferentes candidatos han superado la Fase 2 mostrando prometedores resultados en la generación de anticuerpos neutralizantes e inmunidad celular. Hoy, Chile está ad portas de ser parte de estudios clínicos Fase 3, que probarán vacunas producidas en diferentes plataformas biológicas, entre ellas virus inactivados, otras basadas en vectores virales y algunas basadas en proteínas de la cápside del virus. Sin embargo, todas serán manufacturadas en el extranjero, tal como ocurre con las vacunas del Programa Nacional de Inmunización, que tradicionalmente son licitadas por CENABAST y exigen una inversión superior a los 25 millones de dólares anuales para su compra en Chile.

El Académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) y director del Laboratorio de Vacunas Veterinarias de la Universidad de Chile, Leonardo Sáenz, destaca que “los laboratorios internacionales que trabajan en vacunas para el COVID-19, están financiados por los mismos países que las comprarán. En el país quedaremos a la espera, o tendremos que optar por aquellas de menor tecnología. Por tanto, la estrategia nacional debe considerar el desarrollo de un centro de biotecnología, que permita tener una capacidad de respuesta más rápida ante cualquier enfermedad”.

El camino a un centro para el desarrollo de vacunas e inmunizadores a nivel nacional

A nivel mundial, la producción de vacunas involucra procesos industriales biotecnológicos complejos que requieren altos estándares de calidad y seguridad, con plantas de producción idealmente versátiles y con diseños de ingeniería flexibles, que permitan satisfacer la producción de diferentes tipos de productos. Para una vacuna nueva, el diseño del proceso de producción puede tomar años, incluyendo los controles intermedios y finales de calidad. Sin embargo, las capacidades requeridas pueden generarse paulatinamente tomando en cuenta que los procesos involucran I+D, plantas pilotos para pruebas de prototipos y plantas de producción y empaquetamiento, que tienen requerimientos independientes e, incluso, se pueden integrar internacionalmente.

Por ello, desde la Universidad de Chile coinciden en que un proyecto como este probablemente requerirá niveles de integración regional para lograr los equilibrios económicos que sustenten la producción a largo plazo, pues la construcción de una planta es de alto costo y puede tardar entre tres a cuatro años considerando los permisos, construcciones y certificaciones. Asimismo, los investigadores indican que el diseño inicial debe considerar alianzas público-privadas, dirigidas por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, junto al Ministerio de Salud, asegurando una compra mínima del Estado para estabilizar los flujos de ingreso.

La Académica de la Facultad de Medicina y presidenta de la Asociación Chilena de Inmunología, Fabiola Osorio, destaca que “este tema exige ampliar la discusión, tanto a corto como a largo plazo. El COVID-19 nos ha puesto una presión muy importante, pero no deberíamos pensar únicamente en esta pandemia, sino que en las múltiples nuevas enfermedades que se vendrán en el futuro. La construcción de un centro tecnológico para desarrollar vacunas debiese ser un proyecto prioritario para el país y requiere un esfuerzo multinstitucional y multicéntrico”.

En cuanto a las capacidades nacionales, la Asociación de Productores Locales de Medicamentos A.G (Prolmed), señala que el país exporta cerca de 200 millones de dólares anuales en fármacos y es líder latinoamericano en desarrollo de ensayos clínicos per cápita. Sin embargo, el vicepresidente de Prolmed, Jean Jacques Duhart, enfatiza que “Chile debe tener una mirada más estratégica e inteligente, que le permita equiparse ante cualquier necesidad. Esto implica políticas públicas que promuevan inversión, desarrollo, producción y colaboración público-privada, donde el Estado debe jugar el rol de articular los esfuerzos de los diferentes espacios”.

Finalmente, los especialistas proponen como primer paso tomar definiciones estratégicas sobre qué plataformas de producción de vacunas serán las más pertinentes considerando los desafíos presentes y futuros del país. “En la Universidad de Chile y en el resto del sistema universitario nacional, tenemos capacidades y especialistas de alto nivel, que retratan el trabajo que se ha impulsado desde el ecosistema científico nacional desde hace años. Sin embargo, esto requiere convicción a nivel de política pública, pues es el primer paso para iniciar los estudios de factibilidad y así instalar un centro nacional de vacunas, que en el mediano plazo permita complementar la estrategia gubernamental actualmente en curso”, concluye el Vicerrector Salazar.