Desde una perspectiva histórica, la actual tasa de desempleo está sobre el promedio de los últimos 20 años (9,5 por ciento) y de los últimos 10 años (7,6 por ciento); se ubica 1,5 puntos porcentuales (pp) más abajo que la observada en marzo de 2020, y 5,7 pp sobre la de junio de 2019.
El aumento del desempleo en doce meses se debe a la caída de 16,9 por ciento observada en el empleo total y a la contracción de 11,4 por ciento en la fuerza de trabajo. En este escenario, aumenta la cantidad de personas que se restan del mercado laboral, por lo tanto, disminuyó la tasa de participación que en doce meses pasó de 63,1 a 54,3 por ciento.
Las y los desocupados en el Gran Santiago aumentaron 47,6 por ciento en un año. El desglose por género muestra que la tasa de desempleo masculina es de 15,8 por ciento, es decir, 7,8 pp más que hace un año, mientras la tasa de desempleo femenina es de 11,6 por ciento que representa un alza de 2,5 pp. Los sectores más afectados por la cesantía son Construcción (28,8 por ciento), Industria manufacturera (14,8 por ciento) y Comercio (13,6 por ciento).
La EOD registró una variación negativa de los ocupados de 16,9 por ciento en doce meses, la cifra es tan baja que es comparable con la observada en 1982 (16,1 por ciento). La tasa de ocupación fue de 46,7 por ciento, lo que significa una caída de 11,1 pp en un año. El desglose por género indica que la tasa de ocupación femenina es equiparable a la de 2004, mientras la tasa de ocupación masculina cae a su nivel más bajo en 20 años.
El análisis según actividad económica refleja un desplome del empleo en Construcción (47,7 por ciento) y Servicios personales y del hogar (43,2 por ciento), seguido por las caídas en Comercio (15,8 por ciento), Servicios comunales y sociales (10,7 por ciento), Servicios de Gobierno y financieros (9,7 por ciento) y Servicios de transporte y otros (8,9 por ciento), en cambio el empleo en Industrias manufactureras muestra una subida de 5,0 por ciento, aunque bajó respecto al trimestre anterior (5,4 por ciento).
La EOD contabilizó 2 millones 612 mil personas inactivas, de las cuales 400 mil no buscaron empleo debido a la pandemia, a pesar de que estaban disponibles para trabajar. Al recalcular -considerando a esas personas- el Centro de Microdatos concluyó que la tasa de participación laboral subiría a 61,3 por ciento, en tanto la tasa de desempleo llegaría a 23,8 por ciento.
En el grupo de los ocupados, un 30,6 por ciento son trabajadores inactivos temporales o ausentes y de ellos el 38,4 por ciento están acogidos a la Ley de Protección al Empleo, por lo tanto, reciben ingresos del Seguro de Cesantía.
Otro aspecto importante que recoge el estudio del Centro de Microdatos es la rebaja de horas trabajadas. Específicamente, el 69,8 por ciento de los ocupados trabajó más de una hora durante la semana de referencia, pero de ese grupo, el 32,7 por ciento indicó que trabajó menos horas por causa de la pandemia. En este sentido, señalaron que el total de horas trabajadas se redujo alrededor de un 17,2 por ciento en promedio.
Finalmente, es importante señalar que la situación del mercado laboral afecta principalmente a los trabajadores por cuenta propia, cuyos ingresos promedian los $352.538, una merma de 11,9 por ciento en doce meses.